El empeño cotidiano por llegar al colegio
Este mes se estrena en España el documental Camino a la escuela. La historia de cuatro niños que tienen que superar grandes distancias y obstáculos para, simplemente, ir al colegio. Un empeño que resaltará en sus mentes algo tan cotidiano como ir a clase.
Ir a la escuela es cotidiano en nuestras ciudades. Pero para muchos niños y niñas en el mundo, esa cotidianeidad les exige un esfuerzo estraordinario. Camino a la escuela, gran triunfadora de los premios César 2014 en la categoría Documental, llega a España el 23 de enero de 2015, tras conseguir atraer en Francia más de un millón y medio de espectadores y cosechar un gran éxito en otros países europeos.
Dirigida por Pascal Plisson, describe el viaje que emprenden tres niños y una niña de entre 11 y 13 años de lugares remotos del mundo para llegar a la escuela. Cuatro historias reales que nos sumergen en la cotidianidad sin igual de cuatro jóvenes que afrontan diariamente una multitud de desafíos para poder tener acceso a una Educación y aspirar a una vida mejor y más plena.
Camino a la escuela cuenta con el apoyo de los principales programas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicados a la infancia y la cultura, Unicef y Unesco, respectivamente. Un apoyo internacional que reconoce el valor humano, pedagógico y cultural de un largometraje apto para todos los públicos, y especialmente dirigido a los más pequeños.
Pascal Plisson es un director y guionista francés autodidacta, autor de varios documentales sobre naturaleza y especialista en África y la tribu Massai, de la que ha realizado la película documental Massai, guerreros de la lluvia.
La película saldrá en los cines de toda España en versión original subtitulada en castellano y en catalán, y en versión doblada igualmente al castellano y al catalán.
El documental narra la historia de Jackson (11 años, Kenia), Carlitos (11 años, Argentina), Zahira (12 años, Marruecos) y Samuel (13 años, India), cuatro jóvenes procedentes de diferentes puntos del mundo que, a pesar de sus diferencias, comparten la misma avidez por aprender. Sus historias conmueven por los desafíos tan diferentes que deben sortear para acceder a la educación: la distancia, la discapacidad y la discriminación.
historias cotidianas
Así, Jackson recorre cada mañana con su hermana Salomé (6 años) los 15 km que le separan de su escuela. Nada más y nada menos que dos horas de carrera, a través de tierras peligrosas rodeadas de elefantes y otros animales salvajes…
Por su parte, desde los seis años, Carlitos va a la escuela a caballo cada día, atravesando las planicies y montañas de la Patagonia en un recorrido de 18 km que le lleva, con su hermana menor Micaela, desde su hogar en los Andes al colegio.
Luchando contra las voces que no ven apropiado en Marruecos que las niñas vayan a la escuela, todos los domingos Zahira recorre más de 22 km para llegar desde su pueblo situado en el Atlas a la escuela-internado, donde reside hasta el viernes junto con sus dos amigas Zineb y Noura. Un viaje largo y pesado que incluye que, una vez llegadas a la carretera, algún conductor benévolo quiera acercarlas con su vehículo a la escuela.
Por último, Camino a la escuela nos traslada al golfo de Bengala (India) para narrar la historia de Samuel, en silla de ruedas, y la de sus dos hermanos menores que deben empujar de él durante cuatro kilómetros para que éste pueda asistir a clase.
Localizar a los protagonistas del film no fue fácil. La búsqueda de los cuatro protagonistas contó con la ayuda de la Unesco y Aide et action (Ayuda en Acción), ONG internacional de origen francés cuyo objetivo principal es fomentar la educación, que consideran factor indispensable para el desarrollo.
En España, más allá de que parte de la recaudación de la venta futura del DVD de la película será donada a Unicef, el proyecto contribuye igualmente con la ONG Sur le chemin de l’école, creada por los productores franceses de la película con el objetivo de garantizar la Educación de los protagonistas de Camino a la escuela.