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Estudiar y disfrutar las vacaciones

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Las vacaciones de verano se acercan y, con ellas, el descanso, las tardes con los amigos, los días de piscina o mar, la desconexión de las tensiones cotidianas… Sin embargo, esta situación idílica puede verse empañada por unos resultados escolares que obliguen a algunos estudiantes a seguir trabajando durante el verano. Pero, ¿implica esto tener que dejar de disfrutar de las vacaciones?

Autor: Julia Silva García

Las vacaciones de verano se acercan y, con ellas, el descanso, las tardes con los amigos, los días de piscina o mar, la desconexión de las tensiones cotidianas… Sin embargo, esta situación idílica puede verse empañada por unos resultados escolares que obliguen a algunos estudiantes a seguir trabajando durante el verano. Pero, ¿implica esto tener que dejar de disfrutar de las vacaciones? En el Instituto Pascal llevamos más de 25 años trabajando con el objetivo de enseñar a los estudiantes a enfrentarse al estudio de una forma estratégica y positiva, que les permita aprovechar su tiempo de estudio, lograr las metas propuestas, sin necesidad de renunciar a sus vacaciones.  ¿Cómo lo hacemos? En un curso intensivo de una semana, en el que alumno aprende cuáles son los diferentes factores que influyen en su estudio y qué técnicas puede utilizar para manejarlos, aumentar su rendimiento y mejorar sus resultados académicos. Es decir, el alumno que asiste al Curso pascal aprende un gran abanico de técnicas de estudio que le van a permitir establecer una estrategia adecuada de enfrentamiento al estudio, en el que pueda disfrutar estudiando y aprovechar al máximo los tiempos de ocio, todo ello, sin olvidar su situación personal. A continuación presentamos una propuesta de estrategia en tres etapas:

DURANTE EL VERANO

Antes de empezar a estudiar, es necesario pensar en las metas que se desean lograr. Para que éstas cumplan su función motivante, han de ser personales, realistas, concretas y adecuadas al momento. Además, escribirlas servirá como forma de adquirir compromiso y releerlas para recordarlas facilitará la superación de los momentos de “bajón”.

Una vez clarificadas las metas, llega el momento de organizar el tiempo. La planificación es la herramienta que permite el logro de metas a corto plazo, medio y largo plazo. Para hacerla bien, hay que analizar el tiempo real disponible que se tiene cada día y el tiempo necesario para preparar cada asignatura. A partir de ahí, se puede decidir cómo vamos a gestionar las sesiones de estudio diarias. Para que la planificación nos asegure estudiar y disfrutar ha de cumplir las siguientes características:

Equilibrada. Es decir, conviene dedicar a estudiar el tiempo necesario y asegurarnos disponer de tiempo de ocio todos los días.
Organizar el estudio de las asignaturas en función de su dificultad. Para que el rendimiento en cada sesión sean el máximo posible, lo más recomendable es comenzar con una asignatura de dificultad media, continuar por lo más difícil y terminar con lo fácil.
Anticipar las consecuencias positivas que se lograrán si se cumple lo propuesto. Por ejemplo, en lugar de pensar “Vaya! Tengo que ponerme a estudiar y mis amigos en la piscina tan a gusto!”, lo modificaremos por un pensamiento positivo “Si ahora estudio lo propuesto, después podré bajar a la piscina y lo disfrutaré mucho más sabiendo que he cumplido y que no se me está acumulando materia”.
Intentar estudiar en el mismo día asignaturas bastante diferentes para evitar que se mezclen los contenidos.
Realizar descansos cada hora y media como máximo.  Hay que descansar antes de estar cansado. Para que los descansos no nos impidan continuar, conviene que no superen los 15 minutos y que, mientras se realizan, salgamos del lugar de estudio y realicemos cualquier actividad relajante, excepto ver la televisión, hablar por teléfono o jugar a la vídeo consola, puesto que son actividades que es fácil se alarguen más de lo esperado.
Anticipar el refuerzo que vamos a tener si cumplimos. “Si cumplo la planificación de hoy, después me iré a dar una vuelta”. Pero, para que estos refuerzos o premios sean funcionales es necesario tener suficiente autocontrol como para administrarlo si se cumple y dejarlo de administrar si no se cumple.
Anotar los días dedicados a repasar para evitar el olvido. Según diferentes estudios, lo ideal es hacer, al menos, 5 repasos de la información pero se pueden hacer los que cada persona considere necesarios.
Anotar las fechas de los exámenes para dejarse días libres de manera que se puedan tener un colchón de tiempo para posibles imprevistos y estar tranquilos.
La planificación es flexible, así que se podrá modificar cuantas veces se quiera.
 
Una vez organizado, llega el momento de estudiar las materias. Para hacerlo de un modo que aumente la concentración, el rendimiento y permita al estudiante aprender de forma comprensiva y duradera, en Pascal proponemos realizar los siguientes pasos:

Prelectura.
Lectura.
Subrayado.
Esquemas, cuadros sinópticos, mapas conceptuales, resúmenes o mapas mentales.
Repasos.
Cuidar la alimentación y la calidad del sueño, ya que estar descansado y en forma mejorar el rendimiento intelectual.

LA SEMANA ANTERIOR A LOS EXÁMENES

Si se cumple con la planificación, estos días se dedicarán principalmente a hacer repasos generales y a  entrenar la realización de los exámenes.

Es posible que los nervios aumenten. Por ello, en estos días no hay que olvidar lo importante que es estar en buenas condiciones personales. Por ello, es tan importante repasar como asegurarnos el descanso: dormir, comer y realizar actividades de ocio.

Comprobar los datos de cada examen (fecha, hora, material necesario) para evitar imprevisto.

El día antes, si se ha seguido el plan establecido, se podrá dedicar a descansar y relajar tensiones para que el estudiante esté a pleno rendimiento en el examen.

ANTES DE COMENZAR CADA EXAMEN

Evitar consumir estimulantes porque, lejos de ayudar, pueden producir que la capacidad de rendimiento disminuya.

Revisar y comprobar que se lleva el material necesario al examen antes de salir de casa. Ir con tiempo suficiente para evitar problemas de última hora que retrasen nuestra llegada y aumenten los nervios (como atascos o retrasos en el transporte público). En el caso de no haya imprevistos, más valdrá esperar un rato que llegar nervioso al examen. 

Evitar los comentarios de última hora. Lo que no se sabe, ya no se va a aprender. Para lo único que suelen servir es para aumentar los niveles de ansiedad, produciendo una disminución del rendimiento. En lugar de desgastar energía haciendo repasos en el último momento, se puede invertir de forma más positiva en practicar relajación y pensar en las consecuencias positivas que se van a lograr.

A partir de ese momento, lo único que quedará es hacer cada examen. Algunas recomendaciones que facilitan su realización son:

Leer todas las preguntas antes de empezar a contestar. Esto permite planificar el tiempo, dejar parte para imprevistos o repasos y evitar que se nos vaya el tiempo y no se pueda completar el examen.
Elaborar un esquema de los contenidos de las preguntas para contestarlas de forma ordenada, clara y coherente.
Desarrollar cada pregunta. En caso de bloqueos en alguna de ellas, pasar a la siguiente. Mientars el cerebro se encargará de buscar la respuesta y tenderá a encontrarla.
Cuidar la presentación y las faltas de ortografía, ya que el examen es un producto de marketin del conocimiento de la materia.
 
Pero, en curso Pascal no está dirigido únicamente a los estudiantes que tengan que estudiar este verano. Por ello, en Septiembre también tendremos diferentes convocatorias para las personas que deseen aprender nuestro método para estudiar estratégicamente y disfrutar del descanso a lo largo de todo el curso.

Si deseas más información, puedes llamar al TELÉFONO de PASCAL 91 519 49 69 o visitar nuestra página www.institutopascal.es .

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