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FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR CATEDRÁTICO DE HISTORIA UNIV. DE DEUSTO "Mi madre y Lázaro Carreter después, me trasmitieron la idea de escribir bien"

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Después del gran éxito de Breve Historia de España, el escritor quiere acercar a jóvenes y mayores a una síntesis de la
Historia de España, pero esta vez desde el punto de vista de los perdedores y los marginados. Para García de Cortazar es
importante que los padres trasmitan con su modelo de vida el espíritu crítico y la racionalidad, rechazando el borreguismo…

Autor: MARTA SERRANO

P. Los Perdedores de la historia de España, ¿es una visión
nueva de la Breve Historia de España pero desde el otro
lado?
R.
Sí, lo es. Es un libro para todos los que quieran saber un
poco más de la Historia de España, pero esta vez desde otra
perspectiva.
P. ¿Es para todas las edades?
R.
Yo creo que
sí, que mis libros van dirigidos a cualquier persona, y éste en concreto, yo
creo que se puede leer desde los 16 años, desde el Bachillerato o la Secundaria.
Hago un esfuerzo literario para que el libro se lea como uno leería una novela o
una biografía, es decir, de modo ameno y literario porque la Historia es una
ciencia multidisciplinar.
P. Ha dirigido más de 50 tesis, ¿cuál cree
que es la primera función de los padres desde una perspectiva
educativa?
R.
Pienso que deben fomentar en sus hijos la respuesta
personal a los conocimientos que reciben en clase y animarles a la lectura
porque es una pena que no se lea. También deben formarles en escribir bien a
través del teléfono, evitando los mensajitos de móvil que destrozan el idioma.
Pero sobre todo deben fomentar a través de su ejemplo el espíritu critico y la
racionalidad, rechazando el borreguismo, la demagogia o el vivir de
prestado.
P. ¿Cómo recuerda su etapa educativa?
R.
La
recuerdo con emoción. Con grandes maestros universitarios primero en Salamanca y
luego en Madrid. Me marcaron Miguel Artola y Fernando Lázaro Carreter, que me
trasmitió algo que había recibido de mi madre primero; el deseo por escribir
bien. Era admirable porque él o su ayudante nos hacían escribir redacciones en
clase y otros ejercicios para que aprendiéramos a escribir y acabáramos con el
tópico, el latiguillo, etc. Es uno de los profesores que más me ha ayudado a
relacionar la historia con la literatura y con la palabra bella, la palabra
colorista, expresiva, no pedante…
P. ¿Cree que hay buenos
profesores de Historia en los colegios?
R.
Creo que hay buenos
profesionales y estamos viviendo un gran momento. Pero entiendo que los
profesores tanto de Educación Secundaria como de Primaria pueden ser víctimas de
un cierto localismo o regionalismo. Y eso sí me preocupa. Existe una Historia de
España bien hecha desde la Universidad, pero creo que a la hora de trasmitirse,
quizá como víctima de las legislaciones autonómicas, se da una Historia local.
Me sorprende que incluso antes de entregar las competencias en Educación a las
comunidades, el Estado ya había entregado la Historia, con lo cual entregó la
capacidad de crear un imaginario que le hubiera venido bien a la nación
española.
P. O sea, ¿que el problema es más político que de la
Historia?
R.
Entiendo que en el ámbito español los libros se están
escribiendo con criterios imparciales, de cierta objetividad y pluralismo, pero
se encuentran con un hándicap y es que estos libros que hablan de España no
intentan hacer españoles, mientras que muchos libros de ámbito local sí intentan
hacer cántabros, asturianos, andaluces… Por esa presencia excesiva, e incluso
medida, de los porcentajes de contenidos mínimos de lo local o lo regional.
Pienso que esta exaltación de lo regional está en detrimento de una historia
mucho más integral, que es la Historia de España. La historia que nace desde las
autonomías muchas veces lo hace para justificar la región o el hecho autonómico
y lo hace en detrimento de la otra idea que es la idea de nación.
P.
¿Qué puede hacer un padre cuando no está de acuerdo con los contenidos de
Historia que estudian sus hijos?
R.
Los padres lo tienen difícil,
aunque entiendo que cuando un padre ve una barbaridad en el libro de texto de su
hijo, que las hay, lo pueda denunciar o hacer un esfuerzo para cambiar una
legalidad vigente que sólo favorece visiones alicortas de la historia de España,
o visiones parciales de una región respecto a otra. Además, es una historia
manipulada que sólo sirve para crear agravios y no tiene ningún
interés.
P. ¿Qué habría que estudiar de los romanos,por
ejemplo?
R.
Sus grandes construcciones, sus obras en España, en
Europa o donde fuera, y no las pequeñas concreciones de mi aldea. Los padres
deben denunciarlo a través de movimientos ciudadanos o de asociaciones de
padres. Deben moverse, porque pasa lo mismo con la Literatura. Si el docente se
ve obligado a destacar a un autor por el hecho de haber nacido en una región
teniendo en cuenta ese factor por encima de la calidad literaria, pues acabamos
con el verdadero objetivo de la Literatura que es transmitir las grandes ideas
del hombre, y transmitirlas de una forma bella.
P. ¿Cree que la
historia se debe enseñar con nuevas tecnologías?
R.
El historiador
no debe perder el tren de la renovación científica, didáctica y metodológica o
instrumental. Los historiadores también debemos hablar del siglo XX utilizando
las grandes realizaciones audiovisuales y, sobre todo, demostrando una gran
capacidad de síntesis. Es decir, no todo interesa. Interesan los grandes
procesos, las grandes manifestaciones de la libertad… A veces los historiadores
respondemos a preguntas que no interesan a nadie y en cambio no damos respuestas
a las preguntas que se hacen los ciudadanos como por qué ahora España aparece
oscurecida frente a la idea de región… Hay que utilizar siempre la síntesis,
sobre todo al hablar a los niños y a los adolescentes.
P. ¿Por qué
estudiamos Historia tantos años y luego no sabemos nada?
R.
Más o
menos la historia nos acompaña siempre aunque no nos demos cuenta. Está en la
vida diaria y en la política. Sabemos cositas y leer libros como Breve
Historia de España
ayudan a fijar conceptos a gente que puede tener
visiones confusas.
P. ¿Cree que el profesor debe limitarse a enseñar
hechos objetivos, o es imposible no revestir la Historia de historias,
subjetivismo?
R.
La objetividad es muy difícil más allá del empleo
honesto de las fuentes. Pero no hay que confundir objetividad con imparcialidad.
Es decir, la Historia no puede ser imparcial frente al error, el abuso, los
malhechores o quien ha tenido el poder injustamente como los dictadores. La
historia que sirve, la que es válida, es la historia que hace balance y se
compromete con el perfeccionamiento de la sociedad.

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