Hablemos de sexo con nuestros hijos (y cuanto antes, mejor)
Mientras para el 30% de los menores la pornografía es el principal recurso para aprender sobre sexualidad; el 75% de los padres asegura que sus hijos nunca han estado expuestos a contenidos sexuales en internet. Y la mayoría, se sienten incómodos al hablar de sexo con sus vástagos.
Eva R. Soler
“Si no damos educación sexual a nuestros hijos e hijas en casa serán educados por la pornografía”, sostiene María Dotor, responsable de gestión de contenidos de Gestionando Hijos, en la presentación del webinar “Claves para una educación sexual”. Los datos respaldan esa rotunda afirmación. El último informe de Save The Children sitúa en 8 años la edad media en la que los menores empiezan a consumir porno. Y otro estudio publicado por la BBFC (British Board of Film Classification) revela que 6 de cada 10 menores confiesa haber accedido a contenidos pornográficos. Lo que contrasta con las declaraciones de los padres, pues el 75% de ellos asegura que sus hijos nunca han estado expuestos a contenidos sexuales en internet, según el mismo estudio.
Estos datos nos invitan a reflexionar sobre el motivo por el que los menores buscan este tipo de información y, la mayoría de ellos, lo hace por la falta de educación sexual que reciben por parte de los padres. De hecho, para el 30% de los menores la pornografía es el principal recurso para aprender sobre sexualidad, según un informe publicado por Save The Children. El mismo estudio indica que más del 50% de las familias asegura sentirse incómoda hablando de sexo con sus hijos. Y, ¿por qué nos cuesta tanto? La psicóloga y sexóloga Lara Avargues responde: “Si nosotros no hemos recibido una educación sexual de calidad, es muy difícil transmitírsela a nuestros hijos. Además, tenemos un concepto muy limitado de lo que realmente significa la sexualidad y el tema nos provoca incomodidad, vergüenza, no queremos hablar de ello y esto hace que los hijos busquen información en otros ámbitos. Esto, unido a que los menores acceden a dispositivos tecnológicos a edades cada vez más tempranas, invita a que los padres nos pongamos en acción cuanto antes para adelantarnos al acceso de esos contenidos inapropiados”.
Ocho claves para educar en sexualidad
Una de las formas de aprender a abordar la mejor manera de hablar de sexo con nuestros hijos es visualizar el webinar Claves para una educación sexual que imparte Lara Avarnes. En él, la psicóloga y sexóloga nos explica qué podemos hacer los padres y las madres ante esta situación:
1.-Reflexionar sobre nuestro concepto de sexualidad. Según Avargues, es lo primero que tenemos que hacer. ¿Qué concepto tenemos de lo que significa la sexualidad? ¿Y qué opinamos respecto a la pornografía? Es posible que lancemos mensajes sin querer. Por ejemplo, si en la tele aparece una escena erótica, ¿qué hacemos? Apagamos el televisor, le decimos a nuestro hijo que se vaya de la habitación… Esas conductas transmiten lo que para nosotros significa la sexualidad. Para empezar a dar una educación sexual es importante estar en sintonía con uno mismo, tomarse el tiempo necesario para informarse y dejar reposar distintas emociones. Una vez hemos generado esta comodidad con nosotros mismos, ya estamos preparados.
2.-Ser un puente de apoyo y comunicación es otra de las claves que sugiere la psicóloga. Hay que respetar el ritmo de nuestro/a hijo/a y su sexualidad. Más importante que saber todas las respuestas, es que el niño o la niña nos vea como un puente que pueden cruzar y que puedan contarnos lo que les pasa: “Las familias no tenéis por qué tener todas las respuestas. Es algo en lo que yo siempre insisto”, afirma Avargues.
3.-Honestidad. Ante las preguntas que generan malestar, lo que tenemos que hacer es responder con total honestidad. Se puede contestar perfectamente desde la emoción que nos provoca: inseguridad, vergüenza… porque así vamos a generar una relación más igualitaria con nuestro/a hijo/a. Incluso podemos responder que no lo sabemos, si esto es así. Es una oportunidad para buscar juntos esa información y como padre o madre con un pensamiento crítico desarrollado, vamos a poder discernir qué información proporciona realmente una educación sexual sana y ética.
4.-Contar con apoyo profesional: Webinars, talleres, conferencias, libros, programas de televisión… “Tanto las charlas de educación sexual impartidas por profesionales, como ver un programa de sexualidad en familia y después debatir las dudas que han surgido, ayudan mucho en la tarea de educar en sexualidad y crean vínculos de unión entre padres e hijos”.
5.-Aclararles que el porno es ficción. “En las clases de educación sexual que imparto en los colegios, yo les explico a los alumnos que igual que saben que los superhéroes que ven en el cine no pueden volar en la realidad; en la pornografía pasa lo mismo: es una película de ficción”. La sexóloga opina que la solución no es prohibir el acceso a internet o a las redes sociales, pues tarde o temprano lo van a utilizar, sino que la clave pasa por una comunicación fluida con los menores, con respeto, con orientación y apoyo en el proceso de búsqueda de la información. De esta manera, le ayudamos en el desarrollo de su pensamiento crítico, le ayudamos a entender que la pornografía es ficción y construimos, de esta forma, una educación sana y ética en sexualidad. Si el niño o adolescente ha recibido una educación sexual de calidad, la pornografía no tiene por qué ser dañina.
6.-La sexualidad no es sólo sexo. La sexualidad es mucho más que genitales y coito. Es importante conocer la práctica de la penetración, conocer nuestros genitales pero enseña muchas más cosas: emociones, gestionar una ruptura, relaciones… La sexualidad es un viaje que todos vivimos y hay que respetar el ritmo de cada uno. No es sólo una prevención de riesgos, la educación sexual también es una fuente para transmitir valores, educar en sexualidad es educar en ser persona.
7.-No educar en sexualidad también es educar: Siempre se hace educación sexual, también cuando no se hace, explica Avarnes: “Cuando no hablamos de algo, damos a entender que de alguna manera nuestro sistema emocional lo percibe como peligroso. Las personas no toleramos la incertidumbre, el no saber las cosas… Si no damos educación sexual, damos educación sexual: si apagamos la tele, como nos relacionamos con nuestra pareja… eso también es educación sexual, aunque no nos demos cuenta”.
8-No hay respuestas correctas o incorrectas. Hay un marco que implica lo que es una sexualidad sana y ética, pero no hay respuestas incorrectas. Es más importante entender su sexualidad y apoyarle que darle una respuesta correcta o incorrecta, porque muchas veces, tampoco la sabemos. Los padres y madres más que una fuente de información, es importante que sean una fuente de apoyo y respeto, insiste la experta.
¡Fuera mitos!
Lara Avargues, psicóloga y sexóloga, desmiente algunas ideas erróneas que podemos tener arraigadas:
Educar en educación sexual es incitar a los jóvenes a tener relaciones sexuales prematuras. “Esta es una frase estrella que me plantean los padres de forma recurrente. Es comprensible, que por una idea limitada sobre la sexualidad el tema nos genere cierto miedo, pero está demostrado que cuanto más se hable de sexualidad y a una edad cada vez más temprana, más información de calidad y más capacidad crítica tendrán los menores y esto les llevará a tener, llegado el momento, relaciones sexuales saludables y éticas. Realmente, el desarrollo sano de nuestros hijos en la sexualidad depende de la información de calidad que les llegue y que nosotros, como padres, les demos pues somos su modelo de referencia y, como siempre digo, nuestros hijos e hijas miran el mundo a través de nuestros ojos”.
Hay un momento específico para empezar a hablar de sexualidad. Falso. Como seres sexuados que somos, la educación sexual se debería explicar y abordar desde que se nace hasta que se muere, siempre con un contenido adecuado a cada edad. Me parece importante la decisión de integrar educación sexual en el ciclo de Infantil porque si les explicamos a los niños y niñas de estas edades los límites de su cuerpo, podemos prevenir casos de abuso sexual, por ejemplo.
Hoy los adolescentes tienen toda la información que quieren en las redes. “Es verdad, tienen acceso a toda la información pero, por lo general, la que les llega no es de calidad. Por eso es importante que nosotros tratemos el tema con ellos para ayudarles a filtrar y a que sepan distinguir los contenidos adecuados de los que no lo son”
La educación sexual es hablar sólo de sexo. No. La educación sexual habla de muchas otras cosas como de emociones, de igualdad, de prevención de violencia de género, de tolerancia, de placer y de conocer los límites de tu cuerpo, de autoestima, de afecto, de relaciones, de valores…
“PARA PREVENIR LOS RIESGOS DE VISUALIZAR PORNOGRAFÍA DURANTE LA INFANCIA O ADOLESCENCIA, LO MEJOR ES HABLAR CON NATURALIDAD DE SEXO CON NUESTROS HIJOS DESDE EDADES TEMPRANAS”. María Guerrero, psicóloga de la plataforma de control parental Qustodio
Según una encuesta, más del 50% de las familias asegura sentirse incómoda hablando de sexo con sus hijos. Algo muy preocupante si tenemos en cuenta que para el 30% de los menores, la pornografía es el principal recurso para aprender sobre sexualidad, de acuerdo con los datos de un informe publicado por Save the Children. Conscientes de esta realidad, Qustodio (plataforma de control parental) ha analizado las consecuencias físicas y psicológicas que pueden provocar la exposición a este tipo de contenidos sexuales durante la infancia y la adolescencia:
*Prácticas sexuales de riesgo. Las reacciones de los menores frente a la pornografía pueden ser diferentes: habrá niños y niñas que sentirán excitación sexual, a otros les provocará vergüenza e incomodidad, pero, a la larga, el consumo de este tipo de contenidos puede provocar que los menores sean más proclives a tener prácticas sexuales de riesgo.
*Mayor desinformación: La pornografía puede producir una distorsión de la realidad. Según el estudio Desinformación Sexual de Save the Children, el 54% de los menores varones creen que en el porno puede encontrar ideas e información para sus prácticas sexuales y más del 47% ha puesto en práctica alguna.
*Estereotipos de género y patrones de desigualdad en las relaciones: Exponerse a la pornografía a tan temprana edad va a afectar a los menores tanto en su forma de comportarse y relacionarse con los demás, como en su forma de pensar. La pornografía está relacionada con las conductas que reproducen estereotipos de género y patrones de desigualdad en las relaciones entre chicos y chicas. Según el mismo estudio citado anteriormente, muchos adolescentes llevan a cabo prácticas sexuales simplemente porque se lo pide su pareja y el 12% asegura no haber tenido un consentimiento explícito por parte de ella.
*Adicción: Según el ranking de la Plataforma Ayuda al Menor, la pornografía se encuentra entre las mayores adicciones de los menores españoles, junto a las apuestas y videojuegos. La adicción a la pornografía genera cambios en las conductas sexuales, aumentando la violencia, exigencia, cosificación de las mujeres y despersonalización. De acuerdo con un estudio de la Universitat Jaume I, alrededor de un 25% de la población tendría un perfil de riesgo para sufrir una adicción a la pornografía.
Ante estos datos, y para evitar los riesgos que conlleva el consumo de pornografía, la psicóloga experta en familia y tecnología de Qustodio, María Guerrero recomienda limitar el acceso a internet de los menores a determinados contenidos y abordar el tema en familia desde edades tempranas: “Hablar de sexualidad y ofrecer a los menores una buena educación afectivo sexual se debería empezar a hacer cuando tienen alrededor de tres años, con la conducta exploratoria normal. Aunque a algunos padres puede resultarles incómodo hablar abiertamente de pornografía con sus hijos cuando son algo más mayores, es necesario hacerlo, pues la exposición a este tipo de contenidos resulta perjudicial para el desarrollo de los menores y aumenta el riesgo de que puedan ser víctimas de algún tipo de abuso o explotación”.
BENEFICIOS DE LA EDUCACIÓN SEXUAL
Lara Avargues resalta las ventajas de integrar la sexualidad en la educación de nuestros hijos:
*Proporciona conocimiento para que el niño o la niña pueda interpretar correctamente los mensajes que llegan de la sociedad y de los medios de comunicación y sea consciente de que no son reales, sino ficción.
*Genera protección frente a situaciones de riesgo como abuso, coerción, relaciones sin protección…
*Enseña valores y actitudes positivas frente a la sexualidad y permite conocer el propio cuerpo. Favorece la seguridad y la autoestima.
*Enseña técnicas de comunicación y diálogo para prácticas seguras. Por ejemplo, afirma Avarnes, en mis clases con alumnos, pongo en práctica una dinámica que consiste en analizar ciertas frases como: “Si me quisieras, lo haríamos sin condón”. Lo debatimos, lo analizamos y de esta forma, se aprenden técnicas de comunicación para generar relaciones más sanas.
*Reconocer el valor de los vínculos, de la afectividad y establecer relaciones igualitarias.
*Conocimiento y respeto de la diversidad sexual.
UN TALLER ONLINE PARA ABORDAR LA EDUCACIÓN AFECTIVO SEXUAL CON LOS HIJOS
Asistir a talleres, charlas y conferencias es otra de las claves que nos puede ayudar en la tarea de hablar de sexo con nuestros hijos de forma matural. Este taller en concreto se dirige a padres, madres y educadores y está impartido por Rosa Sanz, sexóloga con más de 20 años de experiencia en educación sexual. Sanz, además, también imparte talleres y charlas educativas en colegios e institutos, financiados la mayoría de las veces por las AMPAS y enfocados a alumnos que estén cursando entre 1º y 4º de ESO. Tanto en unos como en otros, Sanz asegura que durante toda su trayectoria profesional se repiten las mismas dudas, ideas erróneas y percibe que a los padres les sigue costando abordar este tema con los hijos. Asegura que, a día de hoy, los alumnos le plantean cuestiones como si la ducha después del coito impide el embarazo “lo que indica que todavía que queda mucho trabajo por hacer en lo que a educación sexual se refiere”. Esta sexóloga considera que los padres deben formarse para aprender a hablar con naturalidad de sexualidad con sus hijos desde la más tierna infancia, porque con la sexualidad se nace. “Desde que las niñas y niños van teniendo inquietudes y se despierta su curiosidad hay que ir dando respuestas adaptadas a su edad. No hay que esperar a la típica charla magistral en la adolescencia, que suele ser sinónimo de que ya vamos tarde y se aborda con vergüenza tanto por parte de progenitores como de los jóvenes. En cambio, si el tema se ha tratado a lo largo de la infancia de forma natural, los niños y las niñas se atreven a ir preguntando sobre todos estos temas y eso genera un clima de confianza que repercutirá positivamente cuando lleguen a la adolescencia. Por el contrario, si cuando han surgido las preguntas se han respondido con evasivas y un lenguaje no verbal que denota incomodidad, los niños y las niñas perciben que es un tema tabú y buscan la información en otros ámbitos como internet, amigos… Es bastante frecuente que pase esto último, que es un tema que como nos genera tensión no abordamos. Por eso es interesante acudir a talleres porque así se aprende como hacerlo, que información darles en cada momento y cómo resolver las dudas que puedan surgir sobre cómo afrontarlo. En estos talleres, los padres reflexionan acerca de su propia sexualidad y la educación que ellos mismos han recibido y se aprende a distinguir lo que realmente significa la sexualidad, que es mucho más que sexo, habla también de afecto y valores.
La educación afectivo sexual no sólo ayuda a prevenir las consecuencias negativas que trae consigo la falta de ésta, añade esta experta, sino que viene a cubrir una necesidad que tenemos como personas. Esto no sólo lo decimos los profesionales que nos dedicamos a esto, sino que está avalado por prestigiosos organismos como la ONU, que considera la educación sexual una prioridad y la ha incluido dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. “Dado que la educación sexual tiene que formar parte de la educación integral de la persona, tiene una gran importancia y es lo que tenemos que hacer, hagámoslo de la mejor forma posible”.
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