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Idiomas (y algo más)

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Si la crisis no ha saqueado tus bolsillos, recuerda una verdad irrefutable: para dominar un idioma hay que vivirlo, comer y soñar con él, afrontar situaciones cotidianas desarmado de español. Los cursos de verano en el extranjero no son baratos, pero a edades tempranas la inversión viene con garantía casi vitalicia. Tras una primera toma de contacto en campamentos dentro de nuestras fronteras, la siguiente etapa pasa por Gran Bretaña o Irlanda. Luego toca cruzar el charco y, si nuestra cuenta corriente lo permite, volar a Australia o Sudáfrica en años posteriores. La oferta es inmensa: asegúrate de que encuentras lo que estás buscando.

Sugiere a tus hijos un curso de inglés en Dublín para el próximo julio. Díselo así, en crudo, sin anzuelos ni aderezos: responderán que tú flipas, que clases y verano son incompatibles por naturaleza, que la fórmula estival –merecida tras nueve meses de pupitre– aúna piscina, playa y horas muertas. Adereza la propuesta con generosas dosis de fútbol, submarinismo o equitación. Verás como el “no” rotundo se torna en “ya veremos”, en realidad un “sí quiero” que su orgullo adolescente les impide reconocer de inmediato.

La mayoría de los paquetes veraniegos de inmersión lingüística (más del 90% en inglés) incluye actividades suplementarias. Son el imán que acerca posturas e intereses, el cebo que transforma obligación en convencimiento.

Bautismo

Afirma Juan Manuel Elizalde, presidente de la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce), que Gran Bretaña e Irlanda acaparan casi todos los bautismos anglófonos en territorio foráneo. Éstos suelen llegar cuando el chaval tiene 13 ó 14 años y normalmente vienen precedidos de un campamento en España. Luego el catalejo enfoca destinos trasatlánticos –EEUU y Canadá–, y más tarde (abultados depósitos bancarios mediante) se dirige hacia lugares remotos como Sudáfrica, Australia o Nueva Zelanda.

Lo habitual es viajar cuatro semanas en julio (reservando agosto para las vacaciones familiares) y alojarse en casa de familias nativas (lo hace un 75%, frente al 25% que opta por residencias). Para evitar disgustos y frustraciones, sigue los consejos de Aseproce ( www.aseproce.org ).

INGLÉS: fútbol en Dublín o surf en California

• El sur de Inglaterra sigue atrayendo a miles de chavales dispuestos a empaparse de phrasal verbs y a zambullirse en las relativamente templadas aguas del Canal de la Mancha, pero la masificación de localidades como Brighton o Portsmouth ha conseguido que la oferta se disperse hacia otras zonas de Reino Unido. Gales, Escocia o ciudades del norte inglés como York ya cuentan con una sólida infraestructura, por no hablar de Oxford y Cambridge, aunque estas dos vetustas perlas de excelencia académica atesoran más tradición entre el público universitario.

• Si decides ir por libre, la página web del British Council (BC) en España, www.britishcouncil.org/ES/spain (pinchar en Estudiar en el Reino Unido y luego Cursos de Inglés en el Reino Unido) cuenta con un excelente buscador de programas de idiomas –sección específica Vacacionales para jóvenes incluida– que organizan empresas británicas. Además, la página ofrece un listado de agencias españolas recomendadas por la institución, en muchos casos coincidente con la ficha de afiliados a Aseproce. ¿Precios? Son tantas las posibilidades que oscilan entre 200 y 1.000 euros por semana.

• Una auténtica factoría de aprendizaje anglófono, sin duda el país que más estudiantes acoge en proporción al número de habitantes. Dublín, Cork y Galway son los destinos favoritos. Espera pagar entre 2.500 y 3.500 euros por cuatro semanas con avión, 15 clases semanales, actividades vespertinas y excursiones. Si tu hijo es futbolero, hazle una oferta que no pueda rechazar: campamento AC Milán de un mes con diploma expedido por la escuadra italiana. Lo organiza la Foreign Study League ( www.fsl.es ) y, claro, el precio sube. Casi 4.000 euros, billete de avión no incluido.

• Residencias urbanas en Nueva York, Los Ángeles, Boston o San Francisco. Alojamiento familiar para saborear sin prisa el american way of life en el Medio Oeste o en la región de los Grandes Lagos. Cuando el chaval cruza el charco ya suele dominar la gramática, así que los programas en EEUU tienden a enfatizar las habilidades de conversación. La semana ronda los 800-1.000 euros, billete incluido. Si tu hijo sueña con surcar las olas del Pacífico, Internacional House ( www.ihmadrid.es ) ofrece clases, surf y otros deportes en un colegio a pie de playa en San Diego (California) por 4.350 euros.

• Toronto y alrededores, con su mestizaje cultural y su cercanía a las Cataratas del Niágara, concentran la mayoría de la oferta, pero no hay que descartar los encantos de otras ciudades como Montreal o Vancouver. Los precios son similares a los de EEUU, y abundan las opciones para decantarse por familias nativas o residencias multinacionales. También se puede aprovechar el gran activo canadiense: su bilingüismo. La agencia Enforex ( www.enfolang.com ) propone un combo mensual inglés-francés –clases en un idioma y familia cuya lengua materna es el otro– en Montreal por algo más de 3.500 euros.

• Sintonía mediterránea o salto olímpico a las antípodas. Los destinos emergentes para aprender inglés siguen eclipsados por las sólidas industrias lingüísticas de los países con más tradición, pero merecen ser tenidos en cuenta. Malta (que compite con Gran Bretaña e Irlanda como primera salida foránea) y el trío Australia-Nueva Zelanda-Sudáfrica (por lo general, los padres se lo plantean como tercer y último paso en la secuencia que empieza en las Islas Británicas y continúa en Norteamérica) son opciones de demostrada solvencia que cuentan con el plus de la originalidad.

FRANCÉS
• Si la dulce cadencia del francés no es motivo suficiente, un vistazo a las exigencias del mercado laboral corrobora que este idioma sigue siendo demandado por cantidad de empresas. Con agencia, calcula tarifas similares a las de Irlanda o Gran Bretaña (quizá algo más bajas pero sin diferencias significativas). Otra posibilidad pasa por ahorrarte los servicios de un intermediario privado y acudir al Institut Français en nuestro país. La página de inicio de su web ( www.ifmadrid.es ) da acceso a un mapa interactivo con 19 destinos. También cuenta con delegaciones en otras grandes ciudades españolas.

ALEMÁN
• Además de en el país más poblado de Europa occidental, el alemán es idioma oficial en Austria y Suiza, y puede ser de gran utilidad es países
del Este como Polonia, República Checa o Hungría. El coste de los programas no difiere del de otros destinos europeos, y también podemos recurrir al homólogo germano de nuestro Instituto Cervantes, el Goethe Institut ( www.goethe.de/ISN/es/mad/esindex.htm ). ¿Por qué no aprovechar la excelsa tradición musical de la gran nación centroeuropea? Alemán más música durante tres semanas sale por 2.000 euros, billete no incluido.

SIN SALIR DE ESPAÑA
• El formato de los campamentos para aprender inglés en España suele ser similar: dos semanas en plena naturaleza o en localidades playeras, deporte y actividades varias… Son los detalles los que marcan la diferencia. ¿Profesores y monitores nativos? ¿Chavales de otras nacionalidades o sólo españoles? Al final se trata de que la premisa común “prohibido castellano” se
cumpla. Pueblo Inglés ( www.puebloingles.com ), más caro que la mayoría, se jacta de cumplir este supuesto a rajatabla, y Chit Chat ( www.chit-chat.es ) ofrece la posibilidad de convivir con una familia anglófona.

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