INGLÉS por los ojos
Auténtico caballo de batalla de la educación española, el aprendizaje de inglés evoluciona
incorporando nuevos enfoques. El Colegio «Balder», en Madrid, apuesta por
crear necesidades comunicativas para que las palabras surjan con naturalidad.
Autor: SERGIO SÁNCHEZ
En España el traje tradicional incluye una boina. En Inglaterra, un bombín. En nuestro país comemos cocido. En las Islas comen carne cruda fría con patatas. Aquí tenemos a Cervantes. Allí a Shakespeare. Estamos condenados, casi por naturaleza, a no entendernos. Por eso su idioma ha sido uno de los caballos de batalla de la educación española en los últimos tiempos. Pilas de libros y vídeos del Follow Me siguen apilados en los trasteros de varias generaciones de estudiantes voluntariosos pero poco efectivos y, ahora más que nunca, los métodos pedagógicos para aprender inglés toman protagonismo.
El archifamoso procedimiento del English Montessori School, pionero y ejemplar, ha dado paso a varios intentos de evolucionarlo y de adaptarlo a los tiempos. El colegio “Balder”, en Madrid, destaca como uno de aquellos centros que tratan el inglés de una manera particular y efectiva.
Hablamos con Reyes Menéndez, coordinadora de inglés del centro madrileño, que nos comentó varios de los puntos fuertes de su método. Para ellos, el objetivo principal es fomentar la comunicación en los alumnos a través de un idioma distinto al materno: “Para que un niño de 4 y 5 años desee utilizar un idioma distinto al suyo, debemos crearle la necesidad de comunicación en dicho idioma, por lo cual el vocabulario deberá cubrir las necesidades más básicas y cercanas al él”. Paralelamente, “estaremos estimulando al niño a interesarse por conocer otras culturas, tipos de vida, costumbres y cualquier aspecto propio que les diferencien del suyo”.
La adquisición del lenguaje materno es consecuencia de una serie de repetición de sonidos y de su asociación con un objeto o con una acción determinada. Posteriormente, el conjunto de sonidos producirá palabras que más tarde formarán parte de una oración. La repetición constante del sonido y su asociación procuran la memorización de la palabra. Cuando el niño tenga necesidad de expresarse, utilizará el sonido o palabra adecuada para obtener la respuesta deseada. La enseñanza del segundo idioma debe seguir un proceso similar.
– El vocabulario debe ser cercano a sus necesidades y adquirirse progresivamente.
– El niño ha de interiorizar de manera sensorial cada palabra para que posteriormente pueda darle un valor semántico y sintáctico.
– A medida que el niño va dando un valor a la palabra o a una expresión, irá incluyéndola en su nueva forma de expresión e irá utilizándola.
Estos son tal vez los puntos fundamentales de su método de enseñanza, apoyados también en un fuerte compromiso editorial en el que los libros de texto especializados juegan un papel importantísimo.