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La delgada línea entre gamberrada y delito

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Obviando un telefonazo desde el hospital, la llamada que menos querríais recibir los padres tiene a las fuerzas de seguridad al otro lado de la línea. Te explicamos las causas y los pormenores legales de la delincuencia juvenil.

Autor: NIRA JUANCO ALONSO

A Sandra Cuervo y a su esposo les despertaron una tarde los timbrazos insistentes de alguien. Era la policía nacional. Les traían una dura realidad: su hijo de 16 años estaba detenido por robo con violencia. Como la de Sandra, cada vez son más las familias que tienen a un joven delincuente bajo su techo.

Sólo en la Comunidad de Madrid, la Policía Nacional detiene cada día a cinco menores y durante el año pasado fueron casi 2.000, la mitad españoles y el resto extranjeros. Hasta hace unos años, la actividad delictiva de los menores se reducía a casos de hurtos, robos o tráfico de drogas, pero, según datos de la Policía Nacional y del propio Gobierno, en la actualidad la gravedad de sus acciones ha escalado a niveles de acoso escolar, homicidio, o agresiones sexuales.

A nadie se le olvida la terrible noticia con la que despertamos el 21 de septiembre de 2005. Un joven vasco de14 años llamado Jokin se suicidaba tras ser víctima de reiteradas palizas, vejaciones y, en definitiva, de un insoportable acoso llevado a cabo por sus propios compañeros de pupitre. Por desgracia, el bullying ha aumentado de forma alarmante en los colegios españoles. También preocupan la proliferación de las bandas callejeras como los Latin Kings o los Ñetas, que utilizan la violencia como un medio de autoafirmación. Defienden un territorio en el que a toda costa, incluso con homicidio, tratan de impedir la actividad de bandas rivales. Precisamente, la nueva Ley de Responsabilidad Penal del Menor, pretende afrontar estas dos nuevas realidades.

Una de las sentencias más graves que se recuerda contra un menor es la dictada contra J.J.M.R., de 16 años: 8 años de internamiento más otros 5 de libertad vigilada por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. El 16 de diciembre de 2005, este joven y otros dos mayores de edad, rociaron con disolvente y quemaron viva a una indigente en un cajero automático de Barcelona.



¿Es un delincuente?


En un entorno familiar estable, es poco probable que un adolescente se convierta en infractor. Habrá que estar, en todo caso, muy alerta a sus amistades. Los hogares rotos, las familias de bajo estatus sociocultural y aquellas excesivamente permisivas son más propicias para que surjan este tipo de conductas. La falta de vínculos y el bajo rendimiento deberán ponernos en alerta.


¿Qué podemos hacer?

Siempre estamos aún a tiempo de reconducir la situación. Los niños son moldeables para lo malo, pero también para lo bueno. Sobre todo, las medidas deben estar dirigidas a la integración y aceptación de estos jóvenes, y la respuesta no debe ceñirse exclusivamente a la actuación judicial. Eso es lo que no se cansa de repetir Emilio Calatayud, magistrado del Juzgado de Menores de Granada, pero más conocido por sus sentencias ejemplares de carácter social y educativo. El problema, dice, es que, a veces, no creemos en la posibilidad de que un delincuente repare el daño sin privación de libertad. Todos creemos en la reinserción, menos cuando nosotros somos las víctimas.

KIT BÁSICO ANTE PROBLEMAS LEGALES

¿Puede ir mi hijo a la cárcel?
Si es menor de 14 años, NO. Según la Ley penal del Menor, estos sujetos son inimputables, es decir, que no pueden ser procesados porque, por su edad, no tiene consciencia plena del alcance del daño provocado. Se someten a la legislación civil donde se arbitran medidas como la tutela atribuida a una entidad pública o a un familiar o el acogimiento familiar.

Si tiene entre 14 y 18 años, SÍ. Para los delitos más graves y violentos (homicidios, asesinatos, agresiones sexuales o violación).

Penas
El periodo máximo de internamiento es de 6 años para los menores con 14 y 15 años, y para los de 16 y 17 hasta 10 años.

Una vez alcanzada la mayoría de edad, continúa el cumplimiento de la pena, que podrá llevarse a cabo o bien en el mismo centro de menores, o bien en un centro penintenciario.

Detención
Según fuentes policiales,  en el momento de la detención, si el menor tuviera menos de 14 años, automáticamente se llamaría a sus padres para que fueran a recogerle a la comisaría o la misma policía le trasladaría hasta su casa. En ningún caso permanecerá detenido.

Si fuese mayor de 14 años, el menor sería trasladado directamente al Grupo de Menores (Grume) de la Brigada Provincial de Policía Judicial, para tomarle declaración –siempre en presencia de un abogado–. No es obligatorio llamar a sus padres. Desde allí se le trasladaría bien a casa o bien a un centro de menores si se diese el caso.

Un menor no puede estar más de 48 horas detenido (el habeas corpus para adultos es de 72 horas).

Derechos
Los menores internados tienen derecho a recibir una formación integral; a que se preserve su intimidad y su dignidad y a que su condición de internado sea estrictamente reservada frente a terceros; derecho a estar en el centro más cercano a su domicilio; y derecho a la asistencia sanitaria gratuita y a recibir la educación básica obligatoria correspondiente.

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