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La madre del siglo XXI

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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El número ideal de hijos sigue siendo la “parejita”. Tres de cada diez mujeres deciden tener menos hijos de los que les gustaría debido, sobre todo, a la escasez de tiempo y de medios económicos. Además una de cada tres mujeres cuida al bebé sin ninguna ayuda de su pareja.

Las mujeres españolas siguen queriendo en su mayoría ser madres. De hecho, ya lo son más de la mitad –un 45%– entre los 18 y los 45 años y hasta un 87% tiene intención de tener hijos en el futuro. Sin embargo, un 13% declara que ni tiene ni piensa. Son datos que arroja el primer Informe sobre la Infancia y la Maternidad en España, realizado por Chicco.

En cuanto a los motivos para tener hijos, las mujeres aluden a la importancia que tiene el hecho de tenerlos para su realización como mujer  (7 de cada 10), la relevancia social que se le da al hecho de tenerlos (4 de cada 10), y el efecto positivo que ejerce sobre la relación de pareja (4 de cada 10). Pero la razón citada con mayor frecuencia por las mujeres –incluidas las que no son madres– es la idea de que para los niños es importante tener hermanos.

El número ideal de hijos sigue siendo la “parejita”. Así el 73,5% aspira a tener 2 hijos de media, un 13,5% más de 2 y un 13% ninguno. Si bien estos son los deseos, la realidad es que las madres reducen el número final de hijos que tienen por la falta de recursos económicos para educarles y de tiempo para atenderles adecuadamente, así como la difícil conciliación entre la vida laboral y la familiar y la perspectiva del cambio drástico de vida que conlleva la llegada de un hijo.

 

Madres de 40

Actualmente se accede tarde a la maternidad, situándose la edad media por encima de los 30 años. Como consecuencia, hoy casi la mitad –el 45%– de las mujeres que son madres entre 39 y 45 años, tiene hijos menores de 10 años, y un 20% de ellas, hijos menores 5.

Esto además de confirmar que  las mujeres españolas tardan en convertirse en madres, también sugiere que las segundas uniones, cada vez más frecuentes, pueden asimismo estar propiciando la existencia de hijos pequeños a edades tradicionalmente consideradas como avanzadas.

 

 

 

 

Salud, Dinero y Amor

 

 

 

Las mujeres son conscientes de la importancia que tiene traer un hijo al mundo, de la responsabilidad que genera y de las dificultades que conlleva. Por eso suele ser una decisión largamente meditada y muy planificada. En consecuencia, un 84% de las madres elige el momento en que su estado de salud y su relación de pareja son satisfactorios.

Otro pilar fundamental es la situación económica. La mayoría de las mujeres que tienen un hijo está en situación de asumir los gastos durante los dos años siguientes al nacimiento de ese hijo (83%) y los de su educación futura (79%).

 

 

 

 

Un antes y un después

 

 

 

La llegada de un bebé provoca una auténtica revolución en la vida de la mujer. Las madres aseguran que no sólo cambia aspectos muy concretos de su vida cotidiana tales como horarios, hábitos de sueño y actividades de ocio, sino también sus relaciones personales y hasta sus valores y su visión de la vida.

Según se desprende del Informe, el 77% de las madres se dedica al bebé en exclusiva, por lo que no es de extrañar que el 92% de ellas  afirme haber adaptado sus horarios a los de su hijo. Como consecuencia, el 86% relega talmente el ocio a un segundo plano por falta de tiempo libre y por el cambio en sus horas de sueño. Entre las actividades de ocio a las que las madres renuncian están, en primer término, salir por las noches a cenar o a bailar; asistir a espectáculos, practicar sus aficiones favoritas, relacionarse con sus amigas y viajar los fines de semana. Estar con la familia y ver la televisión son las actividades de ocio que practican con mayor asiduidad dado que no requieren salir de casa.

 

 

 

 

Los mayores miedos

 

 

 

Otro de los efectos que se deja sentir tras las llegada de un hijo es la aparición de temores que antes no existían. El mayor y más generalizado es el miedo a que no esté perfectamente sano, siendo mencionado por el 82% de las madres. También aparece el miedo a morir demasiado pronto y no poder cuidar del hijo (53% de las madres), dudas acerca de su capacidad para saber cuidarle (30%) y temor a no poder ser buena madre y tener capacidad de amarle (25%).

 

 

 

 

Sin ninguna ayuda

 

 

 

El cuidado del bebé sigue siendo una tarea esencialmente femenina. En casi la mitad de los hogares es ella quien realiza, sola o casi sola, todas las tareas relacionadas con su crianza, con un 33% de las madres que juega este papel en exclusiva y un 16% que lo hace de manera mayoritaria.

Entre las tareas que las madres asumen de manera mayoritaria se cuentan aquellas que requieren más paciencia o mayor disponibilidad de tiempo: llevarle al pediatra (84%), vestirle (60%), levantarse para la noche para atenderle (59%), dormirle (56%), bañarle (52%) y darle el biberón o la papilla (51%).

Mucho más alentador resulta el dato de ese 44% de madres que afirma, por el contrario, que el padre juega un papel de igualdad en el cuidado del bebé. Las tareas que comparten el padre y la madre a partes iguales tienen, por lo general, un carácter más lúdico: jugar (61% de las parejas), hacerle mimos (56%), cogerle en brazos (54%), cambiar pañales (53%), llevarle de paseo (52%) y atenderle cuando llora (52%). En cuanto a las tareas que el padre realiza de manera exclusiva o mayoritaria, son meramente testimoniales: jugar (9%), bañarle (8%) y llevarle a la guardería (7%).

 

 

 

 

La conciliación, más cerca

 

 

 

Un 50% de las mujeres que trabaja fuera de casa opina que la dirección de su centro de trabajo está orientada a favorecer la conciliación entre la vida laboral y la maternidad. Entre las medidas más habituales que se adoptan para lograr este propósito se citan la flexibilidad en los horarios (52%), en los permisos y en las excedencias (52%), beneficios sociales para las madres con hijos pequeños (24%) y, en menor proporción, flexibilidad para poder trabajar a distancia (11%).

Sin embargo, aún queda un 38% de mujeres trabajadoras que opina que la dirección de su centro de trabajo no está orientada a favorecer esta conciliación, y un 22% de madres que afirma haber tenido dificultades para compaginar el trabajo con el cuidado del bebé.

Aunque ya son más las madres satisfechas en este sentido que las que se pronuncian en sentido contrario, no hay que dejar de considerar que casi 4 de cada 10 mujeres todavía tiene quejas al respecto, y que el número de hijos que ellas decidan tener en el futuro estará determinado, en gran medida, por la evolución de este aspecto.

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