La oratoria, una divertida clase extraescolar
En el 90% de las profesiones se necesita saber comunicar con eficacia. Sin embargo, la oratoria, salvo contadas excepciones, no está contemplada en los planes de estudio de este país.
Por Eva R. Soler
Los padres contamos con pocas herramientas para guiar a nuestros hijos en este arte, por lo que una buena opción es incluir la oratoria en sus extraescolares. Con prácticas dinámicas de grupo, los niños pierden el miedo a salir a la pizarra, a la vez que adquieren habilidades que les serán muy útiles en su futuro.. Sólo desde el respeto, la empatía y el poder de la palabra se puede hacer un mundo mejor” afirma Chris Charleson, director de SEK International Schools. La frase la pronunció en el Senado, en una jornadas en las que participaron más de 500 niños y jóvenes procedentes de colegios SEK y de otros colegios internacionales de nuestro país y de EEUU, Alemania, Turquía o Palestina. Este encuentro, que se celebra por decimotercer año y que tiene una duración de tres días, recibe el nombre de SEKMUN y es un Modelo de Naciones Unidas aplicado a la enseñanza. Supone un refuerzo positivo en los valores de respeto, dignidad, libertad y solidaridad. Además, implica la adquisición de habilidades y técnicas indispensables para el futuro de los alumnos como la oratoria, la reflexión crítica, el debate, la investigación y la redacción.
Oratoria en el aula
El encuentro no acaba en el Senado sino que se traslada después a las instalaciones del SEK. Durante tres días, alumnos de Secundaria y de Bachillerato de los Colegios Internacionales SEK y de otros colegios nacionales e internacionales asumen el rol de diplomáticos de distintos países y tratan conflictos y temas de actualidad internacional. En español y en inglés abordan, mediante asambleas y consejos, temas relativos a los derechos de la infancia, a la relación entre desarme y desarrollo, a la sostenibilidad de la deuda externa, a la mejora de la seguridad vial en el mundo, a la asistencia a los menores refugiados no acompañados o a los efectos de las radiaciones atómicas, entre otros.
Sin embargo, aunque en colegios privados como el mencionado contemplan la oratoria como una habilidad fundamental para el futuro de sus alumnos y la enmarcan dentro de iniciativas tan prometedoras como la descrita, lo cierto es que el arte de hablar en público es una asignatura pendiente en la mayoría de los centros educativos de nuestro país. Excepto Aragón, que en este curso 2019-20 la ha incluido como asignatura optativa en Bachillerato, en el resto de España no se contempla en los planes de estudio.
Así las cosas, los padres contamos con pocas herramientas para guiar a nuestros hijos en este sentido y la mayoría tampoco hemos recibido formación en oratoria, por lo que una buena opción para que nuestros hijos aprendan a hablar en público desde pequeños es incluir esta materia en sus extraescolares. “Ojalá yo hubiera aprendido oratoria desde pequeña porque me habría ahorrado mucho sufrimiento”, confiesa Natalia García Nombela, coordinadora de la Escuela Europea de Oratoria. “Está muy bien llevar a nuestros hijos a baloncesto, tenis y a lo que les guste, pero formarles en oratoria desde pequeños también les va a venir muy bien, no sólo para el presente, sino también para su futuro”, añade.
La Escuela Europea de Oratoria (EEO) imparte clases extraescolares y campamentos urbanos en su centro de Madrid y también se desplaza a los colegios que se lo solicitan. Desde la EEO señalan que “hablar en público es una cualidad que se puede trabajar desde la infancia y está comprobado que mientras más pronto los jóvenes mejoren sus habilidades de oratoria, conseguirán un mejor rendimiento futuro”. Desde la EEO enseñan a hablar en público a través de la inteligencia emocional. “Aprender a gestionar las emociones para sentirse bien al hablar en público es fundamental. Los chavales tienen que identificar lo que sienten al hablar, tanto en su día a día, como a la hora de exponerse en clase ante un público. Hay niños que lo pasan realmente mal cuando la profesora les saca a la pizarra o cuando tienen que hablar en un entorno que no es ni su familia, ni sus amigos. Nosotros les enseñamos a identificar ese miedo o esos nervios que sienten, cómo afrontarlos y gestionarlos. Además, por supuesto, también aprenden las técnicas de oratoria”, explica la coordinadora de la Escuela.
Los grupos de dividen por edades de 9 a 12 años y de 12 años a 17. A partir de los 18, ya pueden apuntarse a los talleres para adultos. “No sólo beneficia a niños extremadamente tímidos, sino que está recomendado para todos. A un niño extrovertido que le encanta hablar en público, por ejemplo, nuestras clases también le van a ayudar a expresarse mejor y a transmitir su mensaje con más eficacia”.
“Cuanto antes les enseñemos esas herramientas y esas técnicas, mejor”, insiste García Nímbela, “porque las van a llevar integradas y les puede suponer una ventaja respecto a sus compañeros y el día de mañana también les van a resultar extremadamente útiles en la Universidad o en una entrevista de trabajo, por ejemplo”. Con nuestros cursos los chavales son capaces de quitarse los miedos, mejoran su autoestima, ganan confianza y seguridad en sí mismos, crecen como personas y, por supuesto, aprenden a comunicar de forma clara y segura, sostiene Natalia.
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Seis consejos para padres
Desde la Escuela Europea de Oratoria nos facilitan las siguientes recomendaciones para animar a nuestros hijos a la hora de hablar en público:
- Apóyalos. Los niños aprende y repiten muchas conductas de los padres. Si les enseñas que hablar en público es fácil y divertido, perderán el miedo a hacerlo. Explícales lo positivo que tiene ser un buen orador.
- El secreto es ser uno mismo. Los niños cumplen perfectamente las tres claves de la oratoria: naturalidad, humildad y corazón. Enséñales a ser ellos mismos. Cada vez que tengan que exponer en el colegio, recuérdales que el mejor secreto es no tratar de imitar a nadie.
- La postura de neutralidad. Es una posición en la que el niño está de pie, con su peso equilibrado en ambas caderas y los brazos colgando. Sus brazos y sus manos se mueven cuando comienza a hablar.
- Anímales a contar historias. “La oratoria se nutre de grandes historias y anécdotas para enganchar al público. Es bueno que se inventen sus propias historias y las cuenten después.
- Trucos de oratoria. Un buen principio y un buen final es uno de los secretos que tienen los grandes oradores y que los niños pueden repetir en sus presentaciones.
- La importancia de la voz. Para contar bien algo es necesario emplear la voz de forma adecuada, sin acelerarse o hablar demasiado despacio.
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