La primera regla
La llegada de la primera regla puede causar ansiedad, confusión, e incluso, miedo a lo desconocido. Es importante en ese momento que las más jóvenes cuenten con el apoyo y confianza de sus madres y padres para hablar sobre este tema y sacar a la luz todas sus dudas e inquietudes.
Por Eva Carrasco
La sexóloga y experta en ciclo menstrual de Intima, Irene Aterido aconseja a las familias “hablar desde la propia experiencia, para hacer entender a la niña que es una función biológica completamente natural, que le hará comprender que la regla no es algo de lo que avergonzarse”. Por otro lado, es importante iniciar un diálogo desde el respeto y la confianza: “es normal que pueda sentirse incómoda o con miedo a hablar de la situación. Una buena opción es utilizar recursos sobre el tema: libros como el de INTIMINA Guía para Chicas Empoderadas, o películas, y responder positivamente a todas sus dudas de una forma segura”. Y, por último, mostrar todas las opciones de productos para la regla, de manera que esté bien informada. Mercedes, madre de una niña de 14 años, nos dice que su percepción es que las chicas están mucho más informadas y conocen mejor sus cuerpos de lo que lo hacían sus madres a su edad. “Incluso utiliza una app para monitorear ciclo menstrual y predecir su regla”.
Tomar la iniciativa
La sexóloga recomienda a los padres tomar la iniciativa y, en su opinión, establecer pequeñas conversaciones antes de la llegada de la primera menstruación es la mejor manera de tratar el tema. “Por ello, es importante hablar a edades tempranas a niñas y a niños (incluso antes de los 7 años) de los cambios físicos y psíquicos que están por venir y desembocan en la llegada del primer periodo. Estas conversaciones le darán una sensación de apertura, de que no es un tema tabú, de manera que entiendan la primera menstruación como natural y normal. Se recomienda hablar de ello máximo a los 9 años, de esta manera, la niña estará al tanto e informada cuando llegue el momento.”
Cuando llega en verano
La regla no debe ser un impedimento para disfrutar de la piscina y de la playa. Aterido nos habla de las ventajas de las copas menstruales ya que, además de ser higiénicas, son cómodas y se puede nadar con ellas. “A diferencia de lo que se cree, no se escapa nada de flujo en las 8 horas que se pueden llevar puestas. Además, la sangre, al no estar en contacto con el aire, no huele, algo que sí ocurre con los métodos de protección tradicionales.
Una excelente alternativa a los métodos tradicionales de higiene menstrual es utilizar la copa menstrual Lily Cup One de Intimina. Es perfecta para niñas y adolescentes principiantes, pequeña, ultra suave y flexible. La copa se adapta muy bien al cuerpo de las niñas y es fácil aprender a colocarla, ya que no reseca la entrada vaginal. No absorbe la humedad de la vagina, sólo el sangrado menstrual, por lo que te garantiza la salud vaginal de la joven. La copa para adolescentes aleja las infecciones, el síndrome del shock tóxico asociado a los tampones y los hongos o candidiasis.”
Práctica de deporte
Muchas niñas y chicas dejan de practicar su deporte favorito cuando tienen la menstruación bien porque se encuentran sin energías, por los dolores menstruales o porque no se sienten cómodas moviéndose con los productos tradicionales de higiene menstrual.
Pero es un error ya que la actividad física puede ayudar, de hecho, a elevar el estado anímico y la energía de las chicas, y a aliviar precisamente los cólicos. De hecho, mantener el hábito de hacer ejercicio diariamente permite que el cuerpo libere endorfinas, sustancias que aumentan el bienestar y reducen significativamente los dolores menstruales que pudieran padecer.