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Lactancia en gemelos: mi propia experiencia

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Mis hijas nacieron el 30 de abril de 1998 y el último día que mamaron fue el 24 de febrero de 1999. Estuvieron diez meses de lactancia. Cuando empecé, ni me lo podía imaginar. Darles el pecho fue toda una experiencia, aunque requirió de un gran esfuerzo y trabajo. Como en muchas actividades de nuestra vida, conseguir tener éxito con la lactancia de gemelos empieza por querer hacerlo, estar convencida de que es lo mejor para tus hijos y, sobre todo, contar con un correcto asesoramiento de profesionales.

Mi primera convicción de que podía darles el pecho, la tuve antes de que nacieran, en el curso de preparación al parto. Ante mi pregunta: ¿podré amamantar a los dos? me explicaron que, aunque fuera parto múltiple, no había problemas con la lactancia. Mi inseguridad ya desapareció por completo cuando, la persona que nos impartía la clase, nos dijo: “vosotros seréis las mejores madres del mundo para vuestros hijos porque ellos no podrían tener una mejor que vosotros”. Esa frase, la recuerdo cada día.

Información adecuada

Es la madre quien debe estar plenamente convencida de que la lactancia no solo es posible, si no muy necesaria en caso de gemelos. Debe rechazar y no hacer caso de comentarios del tipo: “no vas a tener suficiente leche”, “sólo con tu leche, no van a coger peso”, “yo no pude porque mi leche era agua”, “en gemelos, olvídate de la lactancia materna”… Si ella está convencida, y bien asesorada, lo puede conseguir con pleno éxito. “Nuestra misión es explicar las cosas para que las mamás comprendan que solo son prejuicios sin fundamento”, afirma el doctor Juan José Lasarte, miembro del Comité de Lactancia Materna, de la Asociación Española de Pediatría, y del Comité de Formación de la Iniciativa Hospital Amigo de los Niños (IHAN) creada por la OMS y UNICEF para animar a los servicios de salud y maternidades a promover la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento; y director de la página web de la IHAN (www.ihan.es)

La mayoría de las ocasiones, estos comentarios vienen de la propia familia y pueden desmotivarnos e inducirnos a abandonar la lactancia. Para no sucumbir a estas bien intencionadas presiones, el convencimiento de la madre es básico. “ Es ella quien tiene que decidir”, comenta Juan José Lasarte. Por ello, un factor clave es que comadronas, enfermeras y ginecólogos conozcan las posibilidades de la lactancia materna en caso de gemelos, que justamente beneficia tanto a estos bebés, que suelen nacer con un peso menor y disponer de menos posibilidades de disfrutar del contacto íntimo con su mamá.

Sus recomendaciones para que las madres de gemelos puedan afrontar con éxito la lactancia son las mismas que hace al resto. “La clave es que estén bien informadas de cómo funciona la lactancia y responder a sus dudas”, concluye.

Comenzar bien

Mis hijas nacieron por cesárea y no necesitaron pasar por la incubadora. Sin embargo, no tuve oportunidad de amamantarles hasta casi 24 horas después de su nacimiento. Su peso, como en la mayoría de gemelos, estaba muy ajustado. Me las puse al pecho enseguida pero, al principio, les costaba y se quedaban dormidas. Si los bebés son muy pequeños y todavía no tienen el reflejo de succión, la madre tiene que estimular la subida con la ayuda de un sacaleches. “Si tienen que estar en el hospital por haber sido prematuros, también necesitan leche.

Es una medicina para ellos. Si no pueden succionar se les alimenta mediante una sonda con leche que su mamá se ha extraído. Es importante a extraerse leche y enseñarle cómo se hace. La producción se ve facilitada si la mamá puede estar junto a sus bebés, sobre todo en contacto piel con piel haciendo “método canguro” que también puede realizar el padre”, explica Juan José Lasarte.

En todo momento conté con el apoyo de mi marido y del personal médico del hospital que me enseñó a amamantar a las niñas. Poco a poco y, con paciencia, las tres fuimos cogiendo la “técnica”. El tiempo de recuperación de la cesárea me sirvió para que las enfermeras me fueran indicando cómo darles de mamar. Sobre todo cómo debía colocarme y ayudar a mis gemelas para que su boquita agarrase correctamente la aureola del pecho y evitar grietas. Cuando llegamos a casa, ya teníamos cierto rodaje. Al principio, cuando eran más pequeñas mamaban de forma individual, pero después, en muchas ocasiones, lo hicieron a la vez. Por ejemplo, cuando llegábamos de las revisiones médicas que venían hambrientas. Una vez se calmaban, continuaban mamando pero ya de forma individual. La más impaciente, primero. En los gemelos suele haber siempre uno más tranquilo. Eso permite a la madre disfrutar de cada uno como si fuera único, en un contexto, en el que lo dual siempre está ausente.

Correcta Alimentación

Otra de las cuestiones claves en la lactancia materna y, en especial en el caso de gemelos, es si están siendo bien alimentados. En mi caso, cada niña mamaba de un solo pecho y siempre del mismo. Así tenía un mejor control de lo que ingería. La leche del principio más acuosa y la del final más nutritiva. Cuando terminaban, y se quedaban dormidas, el darles el mismo pecho también me facilitaba poderles acostar en sus cunas según la orientación que tenían en la habitación. El control del peso que les hacía su pediatra me iba corroborando que, efectivamente, su alimentación era la correcta.

“La leche inicial es más transparente porque contiene más agua y lactosa, hacia el final de la tetada contiene más grasa y más calorías, pero toda la leche es nutritiva, se ajusta exactamente a lo que el bebé necesita en cada momento y su composición puede variar o no solo a lo largo de la toma sino también de toma a toma y de día a día”, aclara Juan José Lasarte.

Enseguida comprobé lo que ya me habían dicho. La cantidad de leche depende de la demanda. A mayor demanda, como en el caso de más de un bebé, los pechos generan un mayor cantidad, aumentando por ello de tamaño. La calidad de la leche, igual. La leche materna siempre es de calidad. Para ello, es imprescindible que la madre se alimente bien, con una dieta completa y equilibrada. Evitando en todo caso tomar cafeína, tabaco, alcohol y medicamentos.

Cada madre encuentra su postura

A la hora de amamantar debemos hacerlo en un ambiente relajado. La comodidad es muy importante porque permite que el bebé se coja con mayor facilidad y que la madre pueda disfrutar de las tomas. Aunque algunas posturas son las más utilizadas, luego cada madre, dependiendo de sus circunstancias, puede encontrar la suya propia. Efectivamente, “no hay una postura más adecuada que otra, cada madre se apaña de una manera” afirma Juan José Lasarte. “Puede que al principio la mamá tenga que dar de mamar primero a uno y luego al otro bebé, pero después consume menos tiempo dar de mamar a ambos al mismo tiempo”, añade.

Si se hace sentada, siempre es recomendable ponerse dos cojines detrás de la espalda para mantenerla recta.

En forma de cruz. Sería la posición habitual de un solo bebé, pero un bebé a cada lado. Esta es la postura inicial que yo a
dopté.

En paralelo, con los dos bebés paralelos ambos mamando en la misma dirección (los dos hacia la izquierda o hacia la derecha) pero cada uno de un pecho.

Poner a cada bebé debajo de un brazo, tumbados cada uno sobre una almohada, con sus cabecitas cerca. Así evitamos que se den patadas entre sí. Esta postura requiere una base amplia, como un sofá.

Tumbada boca arriba con los dos bebés encima de ti. Esta posición es buena cuando la madre se encuentra débil. Cuando se encuentre mejor y los bebés van siendo más mayorcitos, en lugar de colocar a los bebés encima se les sitúa sentados en cada pierna de la madre.

Diez pasos para la promoción de la lactancia materna

La iniciativa del Hospital Amigo del Niño (IHAN) ha sido lanzada por la OMS y UNICEF para animar a los hospitales, servicios de salud, y en particular las salas de maternidad a adoptar las prácticas que protejan, promuevan y apoyen la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento. El plan de acción Europeo fija los objetivos de la IHAN.

Los Diez Pasos hacia una feliz lactancia natural, un resumen de las directrices a seguir por los de servicios de maternidad presentado en la Declaración conjunta de OMS/UNICEF Protección, Promoción y Apoyo de la Lactancia Natural han sido aceptados como los criterios globales mínimos para lograr convertirse en un Hospital Amigo del Niño.

1. Disponer una política por escrito relativa a la lactancia natural conocida por todo el personal del centro.

2. Capacitar a todo el personal para llevar a cabo esa política.

3. Informar a las embarazadas de los beneficios de la Lactancia Materna (LM) y como realizarla.

4. Ayudar a las madres a iniciar la lactancia en la media hora siguiente al parto.

5. Mostrar a la madre cómo se debe dar de mamar al niño y cómo mantener la lactación incluso si se ha de separar del niño.

6. No dar a los recién nacidos más que la leche materna.

7. Facilitar la cohabitación de la madre y el hijo 24 horas al día.

8. Fomentar la lactancia a demanda.

9. No dar a los niños alimentados a pecho chupetes.

10. Fomentar el establecimiento de grupos de apoyo a la LM y procurar que las madre se pongan en contacto con ellos.

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