Los colegios suspenden en seguridad vial
Un estudio de Línea Directa asegura que los accesos a los centros, los pasos de peatones y la señalización del entorno escolar son deficientes en el 50% de los colegios. Nosotros hemos preguntado a tres familias cómo viven este problema.
Rubén se despierta cada mañana a las 8,15 h. Su madre, Pilar, le prepara el desayuno y antes de que den las nueve se ponen en marcha para atravesar el barrio de Valdespartera, una zona nueva de Zaragoza, en dirección al colegio. En algunas ocasiones Rubén va solo. Ya tiene nueve años y además su madre puede ver desde una ventana todo el camino que separa la casa del colegio. Las clases empiezan a las 9,15 h.
A esa hora, Irati, Nahia y Urko –de 11, 8 y 3 años– ya han entrado en clase. Su madre, Susana, tiene que coger el coche para llegar a tiempo al centro y al trabajo. San Sebastián es una ciudad pequeña, pero el colegio está en un extremo. Además, el edificio de Infantil está separado del de los mayores, así que el viaje se convierte en una gymkhana.
Álvaro, de 6 años, lo tiene un poco más fácil. Vive en Boadilla del Monte (Madrid) y el acceso al colegio es más sencillo. Sin embargo, mientras Rubén está durmiendo en Zaragoza, él ya ha entrado en clase. Sus padres, Laura y Gonzalo, tienen que estar en el centro de Madrid a las 9,00 h. y el colegio habilita las aulas para que los niños puedan entrar a las 8 h.
Tres ciudades, tres familias y tres colegios con tres situaciones distintas. Podría haber tantos casos como familias y colegios hay, pero existe un problema común a todos: la entrada y la salida de los niños es un caos.
Según el I Informe Nacional sobre Seguridad Vial en centros escolares realizado por Línea Directa, el 70% de los padres suspenden al colegio en cuanto a facilidad para aparcar.
Aparcamiento imposible
Susana lo tiene muy difícil en el barrio de Gros, en San Sebastián. Cada vez que localiza una acera en la que aparcar mientras sube a Urko a la zona de Infantil, se encuentra con que el Ayuntamiento no tarda ni tres meses en colocar pivotes para que la gente no suba el coche. “La carretera es de doble sentido y no hay ningún aparcamiento, así que al final utilizamos uno de los carriles para parar y colapsamos el tráfico”, asegura Susana con tono resignado.
Entrada al centro
La llegada es el peor momento del día. La hora de entrada suele coincidir para todos los cursos y el colapso es difícil de evitar. Además, el estudio señala que faltan muchos elementos que ordenen, faciliten y protejan a los niños a la hora de entrar al centro. El 52% tienen los pasos de peatones alejados y sin elevar; en el 70% no existen resaltos ni bandas sonoras que reduzcan la velocidad de los coches; y apenas 2 de cada 10 centros cuenta con un regulador de tráfico.
En el colegio de Álvaro, el conserje hace las veces de policía y ordena el paso de los coches. Sin embargo, en los otros dos casos, los pequeños sólo cuentan con un policía local de vez en cuando, sin orden ni concierto. De hecho, es en el centro de Boadilla del Monte donde el caos está más ‘ordenado’. Muchos alumnos llegan al colegio en los autobuses de ruta y la carretera es más ancha, por lo que se puede aparcar mejor sin cortar el tráfico.
Rubén va caminando al colegio con su madre y no tiene el problema del aparcamiento, pero sufre la falta de señalización –como en la mitad de los colegios de España, puntualiza el informe–. Las señales son provisionales y escasas desde 2008 por las obras del tranvía y los semáforos están continuamente en ámbar. Aunque las aceras son anchas, las vallas que la separan del asfalto sólo están en frente de la puerta del colegio y cuando se juntan los 400 alumnos y sus padres, la protección es insuficiente.
Salida
Las vallas de separación y la anchura de las aceras son básicas para la seguridad de los niños a la hora de salir del colegio. La aglomeración de la mañana se repite no con tanta intensidad pero sí con más alboroto. A pesar de esto, el 60% de los centros no cuentan con ningún tipo de valla y el 40% tienen aceras estrechas.
Irati y Nahia salen diez minutos antes que Urko y su madre debe de ir primero a recoger al pequeño. Las hermanas no tienen más remedio que esperar en la calle a que llegue Susana y las condiciones no son las mejores: no hay separación, los pasos de peatones no están elevados y el tráfico, aunque lento, es denso.
A pesar del peligro aparente, las tres familias coinciden en señalar que es difícil que haya un accidente. “Los coches están atascados. Así es imposible que pase nada”, dice Susana.
En ninguno de los tres colegios se recuerdan accidentes. Puede parecer que los datos son alarmantes y la realidad, poco peligrosa. Sin embargo, en este mes de octubre una niña de 12 años ha fallecido atropellada al bajarse del autobús de ruta cuando llegaba a casa. El estudio avisa de la importancia de la prevención basada en la educación vial de padres y alumnos, en fomentar las buenas prácticas entre los conductores y en mejorar progresivamente las condiciones físicas de acceso a los centros para evitar casos como éste.
Las familias demandan más formación
El estudio elaborado por Línea Directa pone la clave en la necesidad de formar en educación vial no solo a los niños, sino también a los padres. El 86% de las familias reconocen que nunca han recibido información del centro y que les gustaría tenerla.
Lo mismo señala otro informe sobre seguridad vial en el entorno escolar elaborado por el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre. Las campañas informativas dirigidas a las familias para dar a conocer opciones alternativas al uso del vehículo privado y la formación de los pequeños desde los tres años son las clave para la aseguradora.
En esta línea de información y formación, ambas empresas han desarrollado portales web centrados en la problemática de los centros escolares. Línea Directa ha presentado la nueva página www.seguridadvialencolegios.com para articular la participación ciudadana en torno a los datos de su estudio.
Por su parte, la Fundación Mapfre continúa un año más con el desarrollo del programa ‘Circulando: Educando en Valores por la Seguridad Vial’ (www.circulando.es). En esta ocasión, la página web se convierte en una plataforma de contenidos para trabajar la materia en el aula y en casa por padres, profesores y alumnos.