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Los menores y los chats:Peligros desde la pantalla

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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«No hables con desconocidos», se suele aconsejar
a los chavales. Pero
hoy con la tecnología tan
accesible, no es necesario
salir de casa para comunicarse
con gran cantidad
de personas, conocidos
o desconocidos,
con las mejores o con las
peores intenciones.

Autor: ALEJANDRA CARRASCO

«Hola, me llamo Laura, ¿y tú? ¿Dónde vives? ¿Cuántos años tienes?… «¡Ah!, –yo
también tengo 13 años». ¿Me envías una foto?–.
¿Sabe usted si la chica con la
que su hijo se comunica vía chat en realidad se llama Laura y tiene 13 años?
¿Puede comprobar al menos que la foto que envía es de ella?
Éste es uno de
los peligros del chat, que aunque es un invento extraordinario acarrea muchos
peligros, sobre todo por no saber a ciencia cierta con quiénes está
interactuando el muchacho ni su nivel de protección.

 ¿QUÉ ES UN CHAT?

Un chat es un programa que permite conversar por medio de
frases escritas en tiempo real con otros usuarios. Los chats se dividen en
«canales», «habitaciones» o «rooms». Al entrar al chat se necesita un nick o
seudónimo. En un chat es posible intercambiar fotografías, archivos de texto,
canciones. También se puede ver a al intercoluctor vía webcam. «Es bueno
diferenciar dos modalidades: los chats que se mantienen entre amigos y
parientes, una forma de comunicación que es positiva. Otro tipo de chat es aquel
en el que se entra en comunicación con extraños, y dado que la persona que está
al otro lado no es conocida, el niño o adolescente crea un mundo irreal, donde
todo es posible, incluso cambiar de nombre, edad, apariencia y sexo», explica la
psicopedagoga Inmaculada Pérez.

 ENEMIGO ON LINE

Según el estudio de la Organización Protégeles, Acción
Contra la Pornografía Infantil y el Defensor del Menor, realizado en el 2002,
uno de cada tres de los menores que utilizan habitualmente internet, lo hacen
por diversión. Sin embargo, el peligro mayor se da en los chats donde se
interactúa con desconocidos. Según un estudio elaborado por la Universidad de
Pensilvania, dos tercios de los internautas facilita sus datos personales, «es
muy fácil obtener datos de los chavales y, de dar tus señas a concertar una cita
sólo hay un paso», explica Guillermo Cánovas, presidente de
Protégeles.

 SEXO,
MENTIRAS Y CINTAS
Hace unos tres meses se conoció el caso de
una chica que estaba sufriendo acoso y chantaje de un compañero virtual que la
amenazaba con difundir un vídeo de ella desnudándose. La grabación se la había
captado el desconocido en una sesión de chat con webcam.
«Es que muchos
chicos poseen la habilidad de usar las nuevas tecnologías pero no saben todo lo
que se puede hacer con el ordenador, como por ejemplo, grabar todas las imágenes
de la webcam y transmitirlas. Los adolescentes piensan que están protegidos
gracias a un supuesto anonimato, pero en realidad no están para nada seguros»,
destaca el presidente de Protégeles. Otra situación habitual que sucede en las
salas de conversación virtuales es el acoso y la presión para entregar
información íntima. Tan común es, que un 44% de los menores que navega con
cierta regularidad se ha sentido acosado sexualmente en internet en alguna
ocasión. El proceso funciona así: cuando una chica o chico entra a un chat, a
los pocos minutos le comienzan a llegar pequeñas ventanillas con mensajes
privados del tipo: ¿Tienes novio? ¿Eres virgen? ¿Por qué no me envías una
foto?… Y otras preguntas más subidas de tono. «Existen chicos bien aconsejados
por sus padres que, a la vista de estos mensajes, simplemente cierran la ventana
y se niegan a charlar, pero otros siguen el jueguecito, sin saber en qué puede
terminar», comenta Cánovas.
Pero no sólo acoso sexual pueden sufrir los
chavales, también existen otro tipo de agresiones a la que ellos están
expuestos. En este sentido y según el estudio de la Organización Protégeles, un
11% de los menores que habitualmente utiliza internet ha sido víctima de
insultos por parte de otros internautas, un 4% recibió correos no solicitados
con contenidos desagradables y otro 1,5% afirma haber sentido miedo en alguna
vez.

 MUNDOS IRREALES

Pero el peligro no sólo está en las charlas, hay otros aspectos
perjudiciales. «Chatear simulando que uno es otra persona no es malo, si es un
pasatiempo momentáneo. Pero un niño no puede vivir siempre en un mundo creado
por él», según la psicópedagoga. Por otro lado, para Pérez, «el aislamiento y la
huida de las relaciones interpersonales pueden afectar seriamente en su
desarrollo posterior».

LO QUE DEBEN
SABER

– No dar nunca información personal. No enviar
fotografías sin permiso.

– No responder nunca a mensajes o tablones de
anuncios en los que se incluyan mensajes agresivos, obscenos, amenazantes o que
los hagan sentir mal.

– Enseñarles a prestar mucha atención cuando
alguien ofrezca algo por nada en internet, y que exija una dirección a la que
acercarte a por un regalo.

– Inculcarles que nunca deben concertar citas
a ciegas, y en caso de fijarlas, el chico deberá acudir con sus padres.


Insistir en que la gente que navega por internet no siempre es lo que parece,
porque no se puede ver ni oír. Por ejemplo: cuando alguien te esta diciendo por
internet que es una niña de 12 años, puede ser un señor de 45.

– Hacer
que los chavales exijan respeto por parte de sus amigos cibernéticos, de la
misma forma en que lo harían con sus amigos reales.

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