fbpx

Los piojos ya no se van de vacaciones

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
0

Hasta hace unos años, los piojos apenas se mostraban activos durante los meses de verano. Hoy en día esta situación ha cambiado, los últimos estudios muestran un importante incremento de infestaciones, hasta el punto que las cifras están alcanzando niveles propios de los meses de septiembre y octubre, que es cuando se producía la máxima incidencia.

Las familias con niños entre 3-12 años se muestran desconcertadas ante el incremento de casos de pediculosis que sus hijos padecen durante los meses de verano. Este aumento, que confirman en las oficinas de farmacia, ya ha merecido también la reflexión médica. Así, los pediatras lo atribuyen al mayor número de actividades infantiles (talleres, campamentos, cursos) que se realizan durante el verano, aunque añaden que no debemos alarmarnos.
Xavier Jeremías, dermatólogo y entomólogo, afirma que “lo importante para solucionar el problema es actuar con naturalidad y, ante el primer síntoma, que suele ser el rascado de la cabeza, revisar el cabello y en caso de localizar piojos realizar el tratamiento de inmediato, así conseguiremos que los niños sigan disfrutando de esos días maravillosos de vacaciones”.

¿Conocemos al enemigo?
Entender el problema de la pediculosis pasa necesariamente por saber algo más sobre estos pequeños “bichitos” de apenas 2 mm. Los piojos de la cabeza son insectos pero no tienen alas ni pueden saltar, se alimentan de sangre y viven exclusivamente en el cabello humano.
Su ciclo de vida es corto, apenas un mes, pasando por tres etapas: liendre, ninfa y adulto, periodo en el que las hembras ponen de 4 a 8 huevos/día, sobre el pelo, a 1 o 2 mm del cuero cabelludo.
El principal síntoma de la pediculosis son los picores y pequeñas lesiones rojizas. El contagio ocurre principalmente por contacto directo, “cabeza con cabeza”, o por compartir bufandas, gorras, peines, etc. De ahí que sea la población escolar la más susceptible, aunque pueden afectar a personas de cualquier edad.
La mejor prevención es revisar a menudo la cabeza de los niños con una lendrera (peine de púas estrechas), así podremos apreciar si hay o no piojos y, en caso afirmativo, afrontar el problema con rapidez. Y, por supuesto, es fundamental utilizar también un repelente para prevenir el contagio cuando en el entorno más próximo (escuela o casa) se detecta infestación. También evita la reinfestación después de realizar el tratamiento.

La solución pasa por un tratamiento eficaz
Cuando detectamos piojos o liendres lo ideal es hacer un tratamiento completo para garantizar una mayor eficacia. Las sustancias pediculicidas se clasifican por químicas o físicas, según su mecanismo de acción, veamos ambas opciones.

1º Paso. Elimina los piojos.
Mecanismo de acción química
Las piretrinas son unas sustancias naturales que se obtienen de extractos de flores. En España, se utilizan las denominadas sintéticas o piretroides, especialmente la permetrina. Su aplicación es absorbida rápidamente a través de la cutícula del insecto, provocando su parálisis y muerte.

La permetrina al 1% es el activo pediculicida de primera elección según la Organización Mundial de la Salud (OMS), habiendo demostrado una gran eficacia (cercana al 100%) y mínima toxicidad. En una concentración del 1,5% garantiza máxima eficacia antipiojos y liendres con una gran seguridad.

Todos los pediculicidas son más activos frente a las formas adultas, que frente a los huevos de parásitos (menor capacidad ovicida). Y dado que ningún producto alcanza el 100% de actividad ovicida, se recomienda repetir el tratamiento a los 7-10 días.

Formas de aplicación: aplicar la loción de permetrina al 1,5% directamente sobre el cabello seco durante 15-30 minutos. A continuación, lavar el cabello con champú y secar como de costumbre.

Mecanismo de acción física, loción sin insecticida
Los más populares son los productos a base de siliconas. Las formulaciones generalmente incluyen una silicona no volátil activa (dimeticona 4%) vehiculizada en una silicona volátil que se evapora tras su aplicación, dejando sólo la silicona activa.
Su aplicación tiene una doble acción pediculicida: paraliza y asfixia a los piojos, provocándoles un colapso intestinal que les ocasiona la muerte (el componente activo encapsula totalmente al parásito, bloquea sus espiráculos y, por efecto osmótico, deshidrata y colapsa sus órganos vitales).
Formas de aplicación: aplicar la loción sin insecticida directamente sobre el cabello seco durante 30–60 minutos. A continuación, lavar el cabello con champú y secar como de costumbre. Al igual que con la permetrina, se aconseja repetir la aplicación tras 7-10 días.

2º paso. Retira las liendres
Se recomienda utilizar un bálsamo capilar de efecto antiadherente para liberar liendres y piojos depositados en el cabello, y así retirarlos fácilmente con la ayuda de una lendrera.
Una opción completa sería ‘OTC Antipiojos Acondicionador desprende liendres’, acompañado de la Lendrera.

3º paso. Protege del contagio
Los repelentes de piojos ayudan a evitar la formación de “epidemias” en entornos de riesgo. También es recomendable su uso después del tratamiento de la pediculosis en población con riesgo de reinfestación.
Siempre es importante comprobar, antes de la aplicación, que el niño no tiene piojos. Su componente activo, IR 3535, es un repelente de insectos con mecanismo de acción no tóxico, que ha demostrado alta seguridad para su aplicación en niños.
Formas de aplicación: comprobar la ausencia de piojos y pulverizar sobre el pelo seco, asegurándonos de cubrir correctamente la superficie. Además de su uso sobre el cuero cabelludo, es útil su aplicación en tejidos (gorros, bufandas, diademas, gomas, etc.), peines o cepillos para prevenir nuevos contagios.
Estos tres pasos expuestos son fundamentales para solucionar el problema de la pediculosis y evitar las habituales reinfestaciones que tanto desconciertan a los padres y que provocan infinidad de molestias entre los niños.

0
Comentarios