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Luces y muchas sombras

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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UNICEF ha presentado hace unas semanas su primer estudio sobre la situación de la Infancia en España, informe que analiza desde diferentes perspectivas cómo se encuentra la infancia en nuestro país y qué medidas deben adoptarse para mejorar las cosas y eliminar las circunstancias de riesgo en las que, más de lo que parece, se encuentran muchos niños españoles. Concluye UNICEF que la infancia no es ninguna prioridad en la agenda política del Gobierno ni de las Comunidades Autónomas. Por eso hay dos millones de niños en riesgo de pobreza.

Fuera estereoptipos

Nos puede costar entender estos datos si tenemos como referencia en nuestra mente la desesperada, y a menudo trágica, situación en la que se encuentra la infancia en otros países, en los más pobres. En España es difícil que ningún niño muera de hambre, que esté explotado laboralmente o que padezca, aunque los hay, abusos sexuales de manera comercial. Lo primero que tenemos que hacer al enfrentarnos a este panorama es olvidarnos de los estereotipos que tenemos sobre la pobreza y comprender las desigualdades que se siguen dando en España. Es cierto que en las últimas décadas ha habido avances espectaculares en lo que se refiere al acceso a la educación y a la salud. En este sentido, España es hasta un modelo, como especifica también este Informe.

Escasa inversión

Afirma este Informe que uno de cada cuatro niños, un 24,1%, ahí es nada, se encuentra en riesgo de pobreza relativa, es decir, viven en hogares que tienen unos ingresos inferiores al 60% de la media nacional. Este preocupante dato sitúa a España en el furgón de cola de los 27 países de la UE: sólo superamos a Rumanía, Bulgaria, Letonia e Italia. Ciertamente, el dato es un serio aviso de lo que se avecina, pues todavía en las estadísticas no aparecen los efectos de la crisis económica, que ya sabemos a quiénes afectan de ello.

Eso sí, las cosas se veían venir, pues desde 2005 la tendencia es ascendente. Nada se ha hecho, o muy poco, para modificar las cosas, pues la inversión en familia y en infancia en España es patética (y, repito, los recortes en políticas sociales van a pasar todavía más factura a determinados colectivos). Con datos de 2008, España y Grecia ocupan los últimos lugares de la UE en gasto público en familia e infancia, con un 0,7% del PIB. En este caso sí es bueno subrayar la media de la Unión Europea, que es del 2,3%. Es decir, que ni duplicando la ayuda conseguiremos salir bien parados.

Las tasas de pobreza se disparan en los hogares monoparentales (que han crecido mucho en los últimos años) y en las familias numerosas con tres o más hijos. También hay más problemas para los niños en aquellas familias donde ninguno de los adultos trabaja.

El peligro de la autocomplacencia

El capítulo 2 está dedicado a los avances que se han dado desde que España ratificase en 1990 la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado jurídicamente vinculante, y se destaca, por ejemplo, la reforma positiva de gran parte de la legislación nacional y autonómica relacionada con la infancia, los importantes cambios que se han dado en los sistemas de protección de la infancia y la ampliación sustancial de los periodos de educación obligatoria (hasta los 16 años) y gratuita (de 3 a 6 años).

Pero hay más avances: se aprecia en la sociedad una mejora “en el conocimiento público y la capacitación y formación de los derechos de la infancia”, además del aumento de organismos (públicos y privados) “que tienen a los niños y sus derechos en el centro de atención”. Sin embargo, la autocomplacencia es peligrosa, como demuestra el Informe de UNICEF, que advierte de las consecuencias que tiene ser pobre en un país desarrollado. Como afirmaba la UNICEF en un Informe del año 2000, “la persistencia de la pobreza infantil en los países ricos representa una amenaza tanto para la igualdad de oportunidades como para el respeto de los valores compartidos por todos”. Esta pobreza, distinta, tiene implicaciones negativas por ejemplo en la educación, pues estos niños pueden tener más posibilidades de abandonar los estudios, además de que la pobreza afecta gravemente a las relaciones familiares y sociales.

Sentido común en las recomendaciones de unicef

El Informe aborda al principio una serie de consideraciones generales para pasar después a concretar determinados aspectos sobre “los que es necesario avanzar”. Así, por ejemplo, reconoce los avances en educación, como los que se han dado “en el refuerzo de la atención a los niños y niñas con necesidades educativas especiales y alumnos extranjeros”. Pero el Comité de UNICEF recomienda “incrementar los esfuerzos para reducir el abandono escolar prematuro, abordando mediante acciones concretas las causas que están detrás de este abandono”.

En relación con la salud se destaca positivamente “la decisión de crear la especialidad de psiquiatría infantil y adolescente”. Eso sí, también se recomienda “dar continuidad a los esfuerzos realizados respecto a los niños con discapacidades y elaborar un estudio específico sobre la violencia experimentada por estos niños”. Sobre la protección de menores se recomienda que el traslado a los centros especializados (medida polémica, como ha reconocido hasta el Defensor del Pueblo) “sea una media excepcional de último recurso”.

Una radiografía incómoda

Interesante e incómoda radiografía, pues, que supone un importante toque de atención tanto a las Administraciones públicas como a toda la sociedad en su conjunto. Si bajamos la guardia, muchos niños, millones, pueden entrar en un territorio pantanoso, de dramáticas consecuencias si no se toman las medidas apropiadas. De ahí que el Comité destaque que “la infancia constituye el gran reto pendiente de la agenda social española”, pues los niños necesitan de nuestra atención y lo hacen con carácter urgente.

Advertencia a los medios de comunicación

Otro asunto por el que UNICEF muestra su preocupación es por los niños extranjeros que llegan a nuestro país sin la compañía de sus familiares. Las estimaciones del Ministerio del Interior hablan de 6.475 niños en esta situación. El Comité manifiesta su preocupación por la “falta de garantías en los procesos de repatriación (ausencia de abogado, de servicios de interpretación o no haber escuchado al menor en el proceso), deficiente trato en algunos casos y entrega de los niños a los cuerpos policiales del país de origen en vez de a los servicios sociales”. Se propone, entre otras cosas, “mejorar los centros de acogida de emergencia” y “tomar las medidas necesarias para prevenir las expulsiones irregulares”.

Sobre las adopciones internacionales, el Comité recomienda “realizar adopciones sólo en los países que son parte del Convenio de la Haya sobre Adopción Internacional. Y sobre los medios de comunicación y las TIC destaca que son las televisiones públicas las que deben liderar “una programación responsable en los horarios de protección infantil” y recomienda algo que, por desgracia, suena a chino hoy día: &#82
20;que las empresas adopten códigos de conducta relativos a la infancia en el ámbito de Internet y las nuevas tecnologías”.

Datos para reflexionar

  • Viven en España casi 8,2 millones de niños, cifra que representa el 17’5% de la población total.
  • El total de niños extranjeros que ya viven en España es de 971.479. De Marruecos son el 18,7%, de Rumanía el 14% y de Ecuador el 10,2%.
  • En 2008, el 20% de los nacidos en España era de madre extranjera.
  • El 24% de los niños entre 0 y 17 años están en riesgo de pobreza en España.
  • Con datos del curso 2008/2009, hay 6,3 millones de alumnos que cursan la enseñanza obligatoria. Un 11% son extranjeros.
  • El 27’6% de niños de 2 a 17 años tiene problemas de obesidad o sobrepeso.
  • En 2008 hubo en España 3.156 adopciones internacionales (uno de los niveles más altos del mundo).
  • El 20% de los adolescentes españoles ven la televisión más de 4 horas al día durante el día de semana.
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