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Madres de día

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Cuando la mamá y el papá trabajan buscan que su hijo esté en las mejores manos mientras ellos tienen que estar fuera del hogar. La “tagesmutter” (vocablo de origen alemán que significa mamá de día,) es una figura extendida ya en muchos países europeos como Suiza, Alemania, Reino Unido y Francia, donde están subvencionadas por el Estado. Esta solución suena cada vez con más fuerza también en otros países como el nuestro, que aún es de los pocos que no cuentan con una regulación específica sobre ello.

Se trata de una profesional que cuida, en su propia casa, los niños del vecindario. Y hablamos de una “figura profesional” porque es más que una canguro o una babysitter ya que cuenta con la adecuada formación para convertirse en algo más, en una especie de segunda madre. De hecho, suele estar vinculada a los servicios públicos del vecindario como una opción o una alternativa a la hora de ofrecer sus servicios para la conciliación familiar y laboral del entorno. Esto es, en los países de nuestro entorno donde está regulada esta profesión las casas de las tagermutter también cuentas como puesto escolar con el consiguiente ahorro para la administración pública.

Las tagesmutter ponen así al servicio de la comunidad su propia casa, dedicando un espacio específico para atender a un máximo de 5 pequeños, incluidos los suyos. Toda una alternativa válida para montarse por su cuenta para aquellas personas que cuenten con formación en Educación infantil y se encuentren ahora mismo en situación de desempleo, por ejemplo. En la mayoría de países se regula que si los niños son menores de un año, el máximo es de tres por tagesmutter.

Su experiencia como madres y su cercanía son otros de sus beneficios. “Llevaba años haciendo malabarismos, dependiendo de mis padres, o suegros o incluso de otros familiares y amigos. Estaba harta de estar todo el día pidiendo favores…”. Esta es una de las razones principales por las que explica Natalia y Maria Jesús que se decidieron a contratar tagesmutter. Y ambas afirman “estar encantadas”.

Estas “mamás de día” ofrecen otras muchas ventajas como la flexibilidad de horario o la cercanía al domicilio, “además de la confianza que supone que la mamá con niños de corta edad y que normalmente ya conoces, se encargue de los tuyos”, señala Natalia.

La idea de “mamás de día” se basa en la pedagogía Waldorf, que defiende el entorno hogareño como el mejor ambiente en el que pueden desarrollarse los niños menores de tres años. “En esta primera etapa de la vida es importante que el niño sea tratado de forma totalmente individualizada, con un contacto íntimo y de protección, donde su experiencia y vivencias se basen sobre todo en el amor incondicional”, señala.

En la otra cara de la moneda, Luisa, madre de dos niños de corta edad, decidió formarse y convertirse en tagesmutter porque “me encantan los niños” y porque además “conozco el estrés que sentimos las madres al tener que dejar a nuestros hijos en brazos de extraños”. A partir de entrar a colaborar en una asociación se involucró tanto en el proyecto que acabó por convertirse en una de ellas. “Tuve que ponerme al día con una titulación en la universidad pero creo que en otros países es más fácil porque basta con un curso básico de formación que no requiere tanto dinero, tiempo y esfuerzo aunque para mí haya merecido la pena”confirma.

Desde otra asociación www.madresdedia.org se explica que entre los fines de las mamás de día está la de crear un entorno hogareño para los menores que atiendan las verdaderas necesidades de atención, cuidado y cariño que requieren los bebés. No obstante, la responsable de esta entidad, Inés Gómez de Rus expone también otros objetivos como:

  • Defender el derecho del menor a permanecer en un hogar al menos los tres primeros años de su vida.
  • Ofrecer espacios tranquilos para el juego libre y personalizado con estímulos auténticos y naturales que permitan al niño participar en experiencias signigicativas y ser protagonista de su propio desarrollo.
  • Ayudar a los adultos que forman el entorno del niño a crear por si mismos las condiciones necesarias y saludables para el desarrollo integral del niño.
  • Fomentar el conocimiento del niño pequeño a partir de la antroposofía y del acercamiento a otras disciplinas científicas actuales que se ocupan del conocimiento del ser humano. La antroposofía es básicamente un camino de conocimiento del lado espiritual de la realidad mediante el uso de facultades que duermen dentro de cada ser humano.

Optar así por las tagesmutter, en Alemania, las mamans de jour (en Suiza) las asisstante maternalle, en Francia, o las childminders, en Reino Unido es optar así por toda una filosofía de vida. Una solución donde la clave es la atención personalizada en un ambiente acogedor y hogareño.” Se cambia de casa, pero se mantienen el ritmo y pautas que los niños necesitan a esa edad, en un ambiente similar al hogar, bajo la orientación y supervisión de "una persona formada con una titulación relacionada con la educación de los niños, que desarrolla un proyecto educativo con unos principios pedagógicos y un programa definido", matiza Luisa

En otra línea para las mamas que trabajan en zonas industriales empiezan a aparecer proyectos como el de Mercabarna. Mercabarna y el Puerto de Barcelona son dos ejemplos de zonas industriales que ya cuentan con centros educativos para trabajadores con hijos menores de tres años. Así, flexibilidad horaria y proximidad junto con calidad educativa son los pilares que ofrece el modelo Simphonie, según su directora académica, Monica Hermoso, que nos invita a imaginarnos trabajar cenca de nuestros hijos. Aunque en España es una experiencia pionera la idea de integrar centros educativos en recintos industriales es una práctica habitual en otros países europeos e incluso en Estados Unidos. De momento el proyecto está resultando todo un éxito y los dos centros de esta empresa tienen unos 60 alumnos entre 4 meses y 3 años.

Al no ser una actividad regulada por una normativa, ni respaldada por un organismo oficial, los precios de este recurso no son homogéneos, sino que cada "madre" marca sus propias tarifas en función de los servicios que preste. El coste orientativo oscila entre 350 y 500 euros según las horas de atención proporcionadas.

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