Más de 6.500 alumnos charlan con 150 científicas desde el cole
11 de febrero: Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia
Eva R. Soler
Las investigadoras de la ASEICA (Asociación Española de Investigación sobre el cáncer) se hacen llamar a sí mismas “detectives del cáncer”. Con bata (de científica detective), corona (porque son reinas de sí mismas), un tatuaje, rostro juvenil e inspirado como demuestra la palabra “eureka” que le acompaña. “Esa es la imagen que desde nuestra Asociación pretendemos transmitir a las alumnas y alumnos de lo que es una científica de hoy, alejada de esa otra imagen tradicional de hombre con bata blanca y pelos locos, tipo Einstein”, explica Verónica Torrano, miembro de la junta directiva de la mencionada asociación e investigadora del Ramón y Cajal en la Universidad del País Vasco. Verónica, además, es una de las 150 científicas que ha charlado de tú a tú con escolares para acercar la ciencia a los más jóvenes, romper mitos e incentivar vocaciones entre ambos sexos por igual.
Esta iniciativa impulsada por la asociación ASEICA con el nombre de #Conócelas ha llegado a más de 100 colegios, institutos y universidades españolas. Más de 6500 estudiantes de, prácticamente, todas las Comunidades Autónomas han podido descubrir cómo se desarrolla la carrera profesional y cómo es la vida personal de una investigadora en España. Conectados de forma virtual y en directo, los alumnos han conversado con investigadoras punteras en el ámbito del cáncer. De esta forma, Verónica ha trasladado su experiencia a más de 45 alumnos, de cuatro aulas de 5ª de Primaria y 4ª de la ESO de dos colegios situados en Laredo, localidad donde reside. De la experiencia resalta la capacidad de asombro de los más pequeños cuando les explica que nuestra cadena de ADN tiene una longitud igual que siete viajes a la luna.
“En los cursos de Primaria se muestran muy participativos, más las niñas que los niños. Durante 35 minutos, me acribillaron a preguntas tales cómo cuántas células tiene un tumor o dudas relacionadas con el cáncer infantil”, cuenta la investigadora. ¿Quién mejor que ella para responderles? Porque entre los hitos profesionales de Verónica destaca el haber descifrado cómo, a través de cambios de expresión en los genes, las células tumorales cambian su metabolismo para hacerse más agresivas. Sin embargo, la investigadora reconoce que no ha sido sencillo responder las dudas de los alumnos. “Me he enfrentado al reto de adaptar el lenguaje científico a niños y niñas de estas edades. Ante sus dudas me decía a mi misma: ¡A ver como les explico esto!”. En el caso de los alumnos de la ESO, la charla se enfoca más a conseguir la igualdad en las carreras científicas y potenciar las vocaciones femeninas. “Hay que romper estereotipos y que las alumnas no se sientan cohibidas por elegir una carrera de ámbito científico que, a día de hoy, muchas veces se sigue considerando de hombres”, resalta Verónica. Alerta también de que a esta edad, las chicas se muestran menos participativas por ese miedo a hablar en público, más propio de mujeres, según Torrano. Aún así, su mensaje es optimista y asegura que ella no se ha encontrado con grandes obstáculos en el desarrollo de su carrera profesional por ser mujer. Lo que sí ha echado en falta ha sido la ausencia de referentes femeninos en los que inspirarse o a los que pedir ayuda o consejo. Opina también que hay que concienciar a los jóvenes en lo necesaria que es la inversión en I+D+i. En este sentido, comenta que una de los efectos positivos de la pandemia, es que no sólo ha acercado, de alguna manera, la ciencia a los más jóvenes (que ya saben perfectamente lo que es un virus o una vacuna) sino que, además, han comprendido que, de esta situación vamos a salir gracias a la Ciencia, por lo que es fundamental destinar recursos.
Para hacer las asignaturas científicas más atractivas a los alumnos y alumnas aconseja a los profesores ir más allá de los contenidos curriculares y explicar qué objetivos prácticos persiguen las actividades en el laboratorio. “Explicar las citopondrias puede ser muy aburrido, pero si te explican que pueden llegar a ser muy importantes para el tratamiento de algunas enfermedades, ya es otra cosa”. A los padres les recomienda que alienten la curiosidad innata que tienen todos los niños y las niñas y que nunca les transmitan miedo o mensajes tipo “Uff, eso es muy difícil”, cuando sus hijas les comentan que quieren estudiar una carrera científica.