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Música para amansar a mi pequeña fiera

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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“Muchos padres preguntan el porqué de la música en la etapa de infantil si no quieren que sea músico. Pero no se dan cuenta de que no formamos músicos sino melómanos con criterio a los que además intentamos transmitirles valores como capacidad de escucha y atención, solidaridad, comprensión de las emociones, respeto por los demás y conocimiento de los propios límites”, comenta Pep Alsina, escritor del libro “La música en la escuela infantil”. Pero, ¿a qué tipo de ritmos nos referimos? ¿A cualquiera o sólo a las piezas especialmente creadas para ellos?

El especialista en la etapa infantil, Pep Alsina, no se muestra partidario de exponer a los niños únicamente a música diseñada para ellos porque “al final es música hecha por adultos para adultos; creo que debemos darles la oportunidad a los pequeños de asistir a conciertos de mayores y dar lugar a sus preguntas y opiniones”. Las audiciones previas y las explicaciones les permitirán asimilar el concierto sin necesidad de que esté diseñado expresamente para ellos.

Sin embargo, la pedagoga musical Alicia Wechsler valora la importancia de las canciones infantiles en el día a día, pues permiten elaborar “unas rutinas en las que estas piezas ayudan a los pequeños a identificar momentos como la hora de recoger o de dormir”. Además, añade la relevancia de estas actividades en el área del movimiento y el desarrollo de la psicomotricidad, tan importante en estas edades. Alsina, por su parte, matiza que el hecho de apoyar la música de adultos para niños no significa dejar de lado la infantil, ya que en ésta es el mensaje verbal está especialmente dirigido a su madurez, pudiendo ser, por ejemplo, sencillas lecciones logopédicas, por lo que el contenido de las canciones prevalece sobre su musicalidad y de ahí su importancia para los más pequeños.

Los beneficios

• Desarrollo de la sensibilidad. Aunque crear nuevos artistas no es el principal objetivo, se pone al alcance de los pequeños la posibilidad de realizarse también en ese aspecto. “Todos tenemos una parte creativa innata. Lo que intentamos al introducir la música en clase es darles a los niños la posibilidad de desarrollarla”, aclara Wechsler.

• Relajación y estimulación. “No suele haber rechazo por parte de los bebés y los padres suelen ser conscientes de las propiedades relajantes de la música aunque lo que no saben es que no siempre es positivo calmarlos, a veces se necesitan ritmos más rápidos para estimular su movimiento”. Así pues, abandonamos la fe ciega en lo clásico para adentrar en sus oídos los sonidos más modernos.

• Reforzar vínculos. “Si los padres no disfrutan de las audiciones clásicas no deben escucharlas con el niño porque no transmitirán la paz que pretenden sino el aburrimiento y la falta de interés. Deben ofrecer al pequeño aquello que les guste, aunque sea rock”. Y es que no existe una música buena y otra mala, sino que depende de la reacción del niño, que en gran parte procederá del estado que le transmitan los padres.

• Motivación en el aprendizaje. Los números, los colores, las letras… Todo se aprende mejor cantando, por lo que padres y maestros recurren constantemente a las canciones como herramienta para estimular en habla, captar la atención del bebé o enseñarle nuevas lecciones como lavarse las manos antes de comer.

La musicalidad del útero

Algunos especialistas hablan del ‘efecto Mozart’, teoría que afirma que dicho compositor emula con sus notas los sonidos percibidos en el útero y que, por tanto, se postula como la mejor opción para la relajación del niño. No obstante, no todos se muestran muy convencidos del éxito de la misma. “La música barroca suele dar buen resultado aunque creo que Mozart es un mito; de hecho, me ha funcionado mejor Vivaldi”, comenta Alsina. “Las escuchas de música no sólo deben empezar nueve meses antes del nacimiento del bebé sino nueve meses antes del nacimiento de la madre…” aunque muchos todavía no son conscientes de su importancia.

A partir de 6 meses

Musicaparatodos es una iniciativa que surgió hace dos años con el objetivo de aportar otro enfoque a la educación musical. Una de sus creadoras, Marta Alfaro, afirma que “en España hay un problema en esta disciplina con los niños porque o se imparte de una forma muy sesuda en un conservatorio o no se le da importancia… pero debería verse como una parte importante del desarrollo no sólo musical sino emocional”. Con este espíritu de juego pedagógico se crea Musicaparatodos, que forma profesores para extender su visión en ocho colegios y tres escuelas infantiles –a las que se sumarán próximamente dos más- para niños a partir de seis meses.

“Pensamos en crear un centro propio pero nos parecía más útil la función de extensión de nuestro espíritu, en vez de limitarlo a un solo local; así disponemos de capacidad multiplicadora”, comenta Alfaro que resalta: “Lo fundamental es que los pequeños lo ven como algo entretenido pero detrás hay una estructura pedagógica y una gran profesionalidad”. La iniciativa se basa en una sesión semanal con padres –o abuelos- con bebés de seis meses a tres años con los que se realizan actividades de estimulación musical temprana, además de socialización e interrelación con los progenitores.

Más información en:
www.musicaparatodos.eu

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