Otras formas de evaluar: ¿Adiós a las notas?
La forma de evaluar a los alumnos se está transformando a gran velocidad: las notas como única forma de evaluar pueden tener los días contados.
Por Olga Fernández
La reciente pandemia de coronavirus ha conseguido reconvertir la enseñanza a marchas forzadas, pasando el testigo a otras formas de enseñar y de evaluar. Por una parte, las nuevas tecnologías han conseguido mantener un ritmo aceptable de trabajo a distancia entre alumnos y profesores a través de videollamadas grupales tipo Skype, o mediante el envío de tareas a través del correo electrónico. Y por otra, se ha dado más protagonismo a la evaluación continua del alumno, es decir, a los trabajos, deberes y participación en las clases grupales on line. Ceñirse solo a las notas de los exámenes no es viable cuando no hay clases presenciales. Sin embargo, antes de esta situación de emergencia, muchos expertos consideraban ya a las notas numéricas de los exámenes como una forma de evaluar al alumno con menos peso.
Distintas iniciativas han apostado por otra forma de evaluar en el último año: el docente Toni Solano, director del IES “Bovalar” de Castellón, describía en Twitter cómo era su primer trimestre sin exámenes, eso sí, matizando que era posible gracias a que impartía solo a tres grupos de un centro; o el Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, que califica a los estudiantes de Primaria no con notas numéricas, sino a través de cuatro niveles.
En la práctica, algunos colegios han puesto en marcha otras maneras de evaluar. Este es el caso del Colegio “Alkor”, en Madrid, donde, por ejemplo, utilizan instrumentos como el “portfolio”, es decir, deben investigar sobre un tema en casa y plasmarlo en un trabajo muy visual. O los “posters parlanchines”, una práctica realizada en Primaria mediante la que deben entender el contenido y plasmarlo en un poster incluyendo solo dibujos y palabras clave para después evaluarse dentro del grupo cooperativo.
Experiencias de centros
“Para que una evaluación sea auténtica, en primer lugar debemos de asegurarnos de que está integrada en el proceso de enseñanzaaprendizaje. Nuestro sistema de evaluación apuesta por utilizar múltiples técnicas e instrumentos para poder evaluar diferentes capacidades y competencias. Así se podrá apreciar la evolución progresiva del alumnado, no solo se evaluarán los resultados finales sino también la calidad del proceso. A través de esta evaluación el alumnado es consciente de cómo aprende y de lo que tiene que hacer para seguir aprendiendo”, explica Silvia Rodríguez, profesora de Educación Primaria en el Colegio Alkor. ¿Esto quiere decir que se eliminan los exámenes? “Los exámenes forman parte de la evaluación pero no son el único instrumento que utilizamos para evaluar. Se habla de evaluación formativa, debido a que es una evaluación que genera procesos sistemáticos de autorreflexión sobre el propio aprendizaje, de forma que poco a poco es el alumnado el que desarrolla un mayor control sobre sus propios procesos de aprendizaje”, matiza esta profesora.
Hay que recordar que Finlandia, el país con mayor calidad en Educación, no realiza exámenes, el alumno aprende con proyectos temáticos que debe resolver con un autoaprendizaje. Pero también hay que decir que los profesores cuentan con una exigente formación. Este último punto parece clave en el éxito de los nuevos métodos de enseñanza y evaluación: “El requisito indispensable es la formación de la plantilla docente, un proyecto educativo ambicioso, claro y coherente (así como una dirección del centro comprometida con el mismo). En mi opinión, no es una cuestión de dinero, sino de voluntad y ganas de aprender un poco más cada día”, expone Saúl Martín, profesor de Secundaria y responsable del Departamento de Innovación en Alkor. Este docente también explica que en Secundaria se puede aplicar igualmente, “aunque las herramientas de evaluación no pueden ser las mismas, puesto que cada ciclo educativo tiene sus circunstancias y sus necesidades. Ahora bien, el objetivo a alcanzar sí es el mismo, esto es, evaluar mediante estándares de aprendizaje, sin olvidar, por otro lado, las competencias clave”.
Los estándares de aprendizaje evaluables son los indicadores de logro de los criterios de evaluación de cada asignatura. Se aplican tanto en Primaria como en Secundaria y vienen impuestos por el currículo oficial de la LOMCE. En principio, son de obligado cumplimiento para todos los colegios de la misma comunidad autónoma.
Entonces, ¿es realmente necesaria la nota numérica? Según argumenta Martín, la nota numérica es necesaria para la evaluación sumativa o final del alumno, sin embargo, es de escaso valor para la evaluación formativa del mismo. “Un alumno puede tener un 6 en la asignatura de Lengua, pero eso no nos da mucha información cualitativa del alumno. Por ejemplo, con qué conocimientos previos partía, cuáles son sus fortalezas, cuáles son su oportunidades de mejora o sus expectativas de éxito para las siguientes fases. Los nuevos métodos de evaluación aportan esa información tan necesaria para personalizar los itinerarios formativos de los alumnos. En conclusión, los resultados no son iguales ni distintos, son complementarios, y ambos necesarios”, concluye este experto.