Rafael Santandreu: “Tenemos una pandemia de necesititis”
Rafael Santandreu ha revolucionado la postpandemia con su libro Sin miedo, y es que este psicólogo se ha empeñado en demostrarnos que la vida no es tan complicada como en ocasiones nos parece.
Por Eva Carrasco
Fotografía de Xavier Torres-Bachetta
Santandreu detecta dos grandes trabas en el correcto desarrollo emocional de nuestros hijos, que él ha acuñado con nombres muy descriptivos. Por un lado, la necesititis que para el psicólogo es la madre de la enfermedad emocional y, por otro, la terribilitis que es el padre. Él aboga por una filosofía estoica desarrollada con métodos de psicología cognitiva que nos haga ver que la perfección no existe en la naturaleza y nos permita armonizarnos con ella.
Necesititis
La pandemia ha podido cambiar en algo este problema de nuestra sociedad actual. “Los padres ahora se han dado cuenta de que se necesita muy poco para ser felices, pero pasará rápido y volveremos a las andadas” vaticina Santandreu. “Muchos progenitores de ahora no entienden que no pueden decirle que no hay móvil a un hijo de 12 años, en ese caso el problema lo tienen los padres no el hijo”.
Santandreu nos cuenta cómo él creció en una familia muy pobre de Barcelona, pero fue muy feliz. Él interpreta que esto fue así porque sus padres no sentían la necesidad de cosas superfluas. Ya lo decía el filósofo griego Epicteto “no nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede”.
Esa tendencia a la necesititis nos dice que necesitamos muchas cosas para estar bien como estar delgados, una casa grande, ser elegantes, viajar, estar en forma, tener muchos amigos… y si se falla en una sola, ya no vales nada. Curiosamente, explica el psicólogo, las personas más fuertes son las que menos necesitan.
Pero, por qué llegamos a agobiarnos con esas necesidades no necesarias. “La sociedad de consumo lo propulsa y el ser humano cae en el error de convertir deseos en necesidades absolutas. Es un fallo que hay que controlar mediante la filosofía y la educación en valores.” Concluye Santandreu.
Terribilitis
Nos amargamos la vida dependiendo de nuestro dialogo interno. Tenemos que aprender a hablarnos a nosotros mismos en otro tono porque lo que uno se dice a si mismo se acaba convirtiendo en realidad. Santandreu define la terribilitis como “la tendencia a decirte que cualquier adversidad es terrible ya haya pasado o esté por pasar. Todo trastorno emocional es una terribilitis. Cuando tienes ese hábito todo te asusta. Las personas más felices no terribilizan jamás, cuidan mucho su dialogo interno.”
Si que hay adversidades, pero no son tan terribles. Es importante darse cuenta de que la mayor parte de las adversidades no van a impedirnos ser felices. No hay nada terrible en este mundo. No hay que exagerar, se trata de convencernos en función de nuestro sistema de valores, que es muy importante. “Tienes que convencerte de una serie de puntos a lo largo de la vida en la que te das cuenta de que hay muy pocas cosas importantes y necesitas muy poco” reflexiona el psicólogo.
Si estás convencido de que siempre puedes hacer cosas valiosas, seguro que las encontrarás. Ahora mismo con lo que estamos viviendo, es más importante que nunca no terribilizar. Siempre ha habido pandemias, hay que apreciar el momento presente y cuidarnos.
¿Como combatir la terribilitis? Santandreu nos da pistas. “Cuando nos pase una adversidad y empecemos a quejarnos nos podemos preguntar en qué medida eso que me está pasando (o me puede pasar) me impide hacer cosas valiosas por mí y por los demás”. Stephen Hawking lo aplicó durante toda su vida.
Demasiada sensación de seguridad no es buena, porque no es real y porque sería muy aburrido ya que el hecho de no saber qué va a pasar hace que la vida sea interesante y que se disfrute el momento.