Recomendaciones para la apertura de los colegios antes de septiembre y pautas para una vuelta segura
Tras las declaraciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá, anunciando el regreso en septiembre a la educación presencial para la totalidad del alumnado, Save the Children y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) han animado al Gobierno central y a las Comunidades Autónomas a adelantar al verano la apertura de los centros educativos y escuelas infantiles con precaución y teniendo en cuenta medidas de seguridad e higiene. Junto a los colegios piden también la apertura de parques infantiles y el acceso a la naturaleza y las actividades físicas.
La organización especializada en infancia y los profesionales de la pediatría representados por la AEPap han elaborado un informe, La nueva normalidad educativa y de ocio, en el que ofrecen las pautas y requisitos necesarios para que los niños y niñas vuelvan con todas las garantías de seguridad a la educación presencial y participen en las actividades de verano para compensar el cierre de aulas.
“El cierre de los centros educativos ha supuesto para los niños y niñas una merma en su aprendizaje, en su desarrollo y su bienestar social y emocional y tendrá un impacto mayor en los más vulnerables, ahondando la brecha social y las desigualdades ya existentes antes de esta crisis. Por ello, es necesario facilitar la vuelta a las aulas antes de septiembre”, sostiene Andrés Conde, director general de Save the Children. Ambas organizaciones piden que se permita que los centros educativos hagan un cierre del curso 2019-2020, ya sea en formato evento o encuentros de despedida en grupos reducidos; que los centros escolares puedan ofrecer actividades presenciales de apoyo y refuerzo educativo desde la fase 2, priorizando a los niños y niñas en situación de mayor vulnerabilidad; y que se posibilite a las escuelas infantiles iniciar la actividad a partir de la fase 2 en grupos de hasta cinco niños y niñas y espacios de interacción separados.
Respecto a las actividades de verano, consideran esencial que se pongan en marcha con el objetivo de compensar las carencias que el cierre de escuelas haya producido. Para ello proponen que las comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos y entidades sociales amplíen la oferta educativa y de ocio de verano, que prioricen el acceso gratuito de familias con bajo nivel socioeconómico, y que incluyan una alimentación saludable y suficiente. Estas actividades, sostienen, deberán incluir refuerzo educativo, ocio, trabajo psicosocial, y actividades para compensar el sedentarismo de los meses pasados, entre otros.
Cinco medidas higiénico-sanitarias básicas
“Ahora bien, aunque los niños, las niñas y adolescentes se infectan menos y sus síntomas suelen ser más leves, tienen también riesgo de contagiar y ser contagiados por el SARS-CoV-2. Por ello, en todas las propuestas de vuelta a las aulas se deben equilibrar el derecho a la salud y a la educación”, añade Concepción Sánchez Pina, presidenta de AEPap.
En ese sentido, AEPap y Save the Children plantean cinco medidas higiénico-sanitarias básicas. La primera es relativa al distanciamiento físico y el uso de mascarillas. Además de limitar los alumnos por clase (no más de cinco o seis en la etapa de 0 a 3 años de Educación Infantil), y reducir el aforo a las actividades de verano al 50% (con un máximo de 200 personas entre alumnado y profesionales), recomiendan que se realicen planes escalonados de entrada y salida, se alternen los periodos de descanso y de comida o se amplíe la jornada.
La segunda medida es relativa al lavado de manos, que deberá hacerse al menos al entrar y salir de clase o de cada actividad, antes y después de cada comida o de usar el baño o después de sonarse la nariz, estornudar o toser. La tercera medida tiene que ver con las instalaciones de agua, saneamiento, ventilación y gestión de residuos de los centros, que han de limpiarse y desinfectarse al menos una vez al día, así como el material escolar, deportivo y de juegos. La cuarta medida implica contar con planes para el aislamiento ante casos de infección o sospechosos y habilitar un espacio específico que garantice la privacidad y esté provisto de equipos de protección adecuados para el aislamiento inmediato de la persona sintomática. En este ámbito, consideran necesario reforzar los planes de prevención de acoso escolar para evitar la estigmatización del caso confirmado a su vuelta a las actividades. El quinto conjunto de medidas guarda relación con la necesidad de informar y formar a la plantilla del centro, familias y alumnado acerca de la responsabilidad que tiene cada parte para limitar la propagación del virus.
Por último, recuerdan que una vuelta a las aulas segura no será posible si no se incrementan las plantillas de personal docente y otros profesionales para cubrir el aumento de número de grupos de niños y niñas, si no se ponen en marcha medidas que permitan a las familias conciliar y si no se dota a los profesionales sanitarios de Atención Primaria, especialmente pediatras y enfermeras, de medios (tiempo, equipos de protección y acceso a pruebas diagnósticas) para realizar un diagnóstico precoz de infección por Covid-19 de las personas con síntomas y el seguimiento de los contactos.