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“Tener una base en cocina, tan valioso como las Matemáticas­”

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Tras el rotundo éxito de la primera edición de MasterChef y sus premios obtenidos, como el reciente Ondas al mejor programa de entretenimiento, la cadena pública vuelve por Navidad, con una edición infantil del concurso: MasterChef Júnior. Alejandra Vallejo-Nájera forma parte de un jurado que, aunque exigente, conseguirá que los concursantes “se diviertan e incluso se marchen contentos del programa”, asegura Vallejo-Nájera. Ella, madre de cuatro hijos, chef profesional, empresaria y escritora, revela a los lectores de PADRES sus truquillos para que los más pequeños aprendan a cocinar y a alimentarse bien de una forma divertida.

¿Gran parte del éxito de MasterChef radica en su componente didáctico?
Creo que, al final, es una mezcla de todo. Tiene la parte didáctica, de formación culinaria, pero también sobre cultura española, productos gastronómicos, lugares… A la gente le gusta mucho aprender, y aprender jugando.
Diversión y aprendizaje. Ese binomio que suele funcionar bien.
MasterChef es una forma de aprender muy divertida. Sucede como con los niños, como cuando intentas hacerles juegos para que aprendan. Aunque lo más fácil es enchufarles a la tele o a una maquinita, cuando me pongo a jugar con mis hijos eso les engancha mucho más que cualquier ordenador o serie de la tele.
Los concursantes de MasterChef Júnior tienen entre 8 y 12 años. ¿Va dirigido a un público infantil?
El programa está hecho para que lo vea la familia entera, pero también lo pueden ver sólo los padres. Tiene el mismo interés que cuando concursaban los mayores, porque ellos cocinan de verdad. Hacen unos tartares, escabeches, humus… Utilizan las legumbre en platos totalmente originales. ¡Divertidísimo! Es cocina  yo diría  que incluso superior a la que hicieron los mayores de la primera edición del programa.
¿Desde qué edad se puede iniciar a un niño en la cocina?
La cocina tiene una parte de manualidad, de psicomotricidad fina, y desde los cuatro años pueden hacer cosas. Por ejemplo, las bolitas de las albóndigas, romper los huevos para hacer un bizcocho… También pueden picar cosas con un cuchillito que no corte demasiado, verduras, pelar fruta con un pelador. Pueden aprender a usar los utensilios de cocina. Toda la parte mecánica que tiene la cocina es muy bonita para hacerla con los hijos.
¿Cómo hacer para que coman sano?
Yo estoy insistiendo mucho en mi casa con el tema de la fruta. En la merienda les he quitado el bollo y están encantados. Mi hija tenía un poco de tendencia al bollo, y empecé a decirle: ¡Venga vamos a intentar comer un poquito más de esto…! En vez de decirle: “Que no quiero que te eches un culo que ‘paqué’”. Le das formación, sin regañar jamás y sin hablar de régimen, y de repente les vas metiendo mucha fruta y verdura. El tema es cambiar de hábitos y que lo entiendan desde pequeños.
¿Cree que nos hace falta más formación culinaria?
Sí. Es mucho tema de formación. Hay gente mayor que no sabe la materia prima que tenemos en España, y una buena base de cocina es tan importante como las Matemática. Saber lo que te comes es esencial, y hay gente que no le da ninguna importancia a eso.
¿También nos falta algo de innovación?
A nivel de casa queda mucho por aprender en España. Nos hemos quedado un poco anclados en la cocina tradicional española y olvidamos otras cosas como la casquería  que a mí me encanta , carne de cordero, las aves… En MasterChef queremos incentivar el uso de todo esta materia prima que  queda un poco olvidada.
¿Cómo hacer que una manzana sea apetecible a un niño?
A mis hijos le encantan las manzanas. Cada día les compro una distinta: un día la verde, otro la Fuji, otro la amarilla… La manzana tiene un montón de usos en repostería: crepes con manzana salteada, manzana caliente con canela, compota de manzana… La cuestión es variar para que los niños vean que la manzana es muy versátil. Y todo eso al final les formar.
¿La versión junior surgió al ver potencial de los más jóvenes, como Fabián?
Fabián fue una lección para todos. Su nivel de cocina era bastante bajo pero tenía unas ganas de lucha y de trabajar, por eso le fuimos premiando. Es importante que, en lo que hagas  bien o mal  tengas una buena actitud, ganas de aprender y competitividad positiva y buena.
¿Qué más valores inculca?
La constancia, el amor, la tranquilidad. Siempre digo que cuando haces algo es muy importante el amor, el tiempo, la tranquilidad y el disfrutar haciéndolo. Eso se nota muchísimo en el sabor. El amor es un ingrediente más en la cocina.
¿Pondría una extraescolar de cocina en los colegios?
Me encantaría que estuviera en los colegios, sería divertido. Ahora hay muchos niños con pasión por la cocina. Aunque el problema es que requiere una gran infraestructura: tener una cocina para cada niños, cuchillos… Sería costoso, pero sí que resultaría interesante.

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