Tiranos de un metro
Por su interés, presentamos a nuestros lectores un extracto del libro Víctimas y matones, del doctor Paulino Castells (Ediciones CEAC, 2007).
Autor: JML
Por su interés, presentamos a nuestros lectores un extracto del libro Víctimas y matones, del doctor Paulino Castells (Ediciones CEAC, 2007).
“Ya tenemos instalado al verdugo en ciernes, el pequeño matón doméstico que atemoriza a toda la familia, el hijo tirano, preñado de poder. Bien podrá ser producto del maltrato que ha visto a su alrededor o que ha sufrido él mismo y que ahora quiere tomarse la revancha (como hemos ido viendo en el anterior capítulo), o ser hijo de unos padres que se sientes culpables (con razón o sin razón) de lo que han hecho con él y quieren remediarlo consintiéndole en todo, o por el contrario, ser el resultado del excesivo buen trato que le han dispensado siempre sus complacientes progenitores (que es lo más frecuente).
Sea como sea, la realidad es que ahora se ha convertido en el depositario del poder de la jerarquía familiar. Él o ella es quien manda en su hogar, el déspota es el que decide lo que hay que hacer en el día a día en casa y que administra la dosis de violencia que debe repartir entre sus prójimos si no acceden a sus caprichos. Sus educadores se han transformado en sus humildes servidores, sus pobres eslavos, sus queridas víctimas.
‘Son niños caprichosos, sin límites, que dan órdenes a los padres, organizan la vida familiar y chantajean a todo aquel que intenta frenarlos. Quieren ser constantemente el centro de atención, son niños desobedientes, desafiantes, que no aceptan la frustración’, especifica el amigo Javier Urra, psicólogo especializado en cuestiones legales de los menores, en las primeras páginas de su último libro, El pequeño dictador, auténtico best-seller, sobre niños tiranos.
CREAR UN NIÑO TIRANO
Le aseguro que es muy fácil que un menor se convierta en un tirano. Las líneas maestras para crear un niño tirano son las siguientes, tome nota: tiene que consentirle en todo, no decirle nunca ‘no’ a ninguna de sus demandas y doblegarse siempre a sus caprichos”.
CÓMO CREARLO
Un niño tirano no nace tirano: la familia también tiene una serie de características:
Desde los primeros años los padres claudican continuamente ante sus peticiones y caprichos.
Incapaces de ver al niño “sufrir”, acceden a todos sus deseos.
Para no ver al niño “con ansiedad”, ante la primera señal de malestar le retiran de la situación.
Tienen diferencias (importantes) en el estilo educativo que practican ambos progenitores.
Está uno de los progenitores en alianza con el hijo tirano en contra del otro.
Ausencia de límites educativos y de figuras que representen mínima autoridad.
Padres con miedo a mantener una actitud educativa firme por malas experiencias durante su propia educación (“A mi me educaron a golpes y no quiero que pase lo mismo con mi hijo”, argumentan.)
Educación sólo en manos de los abuelos o de otras personas (por ejemplo, servicio doméstico, canguros, etc.), más laxos en imponer disciplina.
Consideración del niño como especial.
Características
-Es muy caprichoso.
-Sabe molestar a los demás, pero no soporta que lo molesten a él.
-Muestra una baja tolerancia a la frustración: no acepta los fracasos.
-Es egocéntrico, egoísta, con necesidad de llamar la atención, exigiendo siempre sus derechos, pero no le importan los de los demás.
-Atemoriza a sus padres mediante pataletas (si es pequeño) y amenazas de fuga y/o autolesionarse (si es mayor).
-Hace sentir culpables a los padres mediante comparaciones con otros niños y con constantes quejas de no ser querido lo suficiente (“¡Todos lo tienen menos yo!”, grita y gime cuando quiere algo).
-Hijo único (en el 35% de los casos), también puede ser el hijo mayor o el pequeños cuando hay diferencia en años con los mayores.
-Varón en la mayoría de los casos: se calcula que hay una niña tirana por cada cinco niños tiranos.