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¿Tu hijo sabe leer?

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Tu hijo va al colegio desde hace años, no tiene problemas
con las notas, ¿cómo vas a dudar si sabe leer? Pues
a lo mejor deberías. Al menos dos evaluaciones internacionales,
PISA y PIRLS, nos dicen que uno de cada cuatro
alumnos tiene dificultades para entender lo que lee.

Autor: JOSÉ M. LACASA

Entendámonos. Si consideramos leer el juntar letras, prácticamente todos los niños leen a los seis o siete años. El problema es que leer, tal y como lo entendemos –y lo necesitamos– los adultos, es un proceso mucho más complejo. Cuando usted lee un texto, por ejemplo este artículo, no está formando palabras, sino comprendiendo la información, relacionándola con otras ideas dentro de su cabeza, contrastando todo a la luz de sus conocimientos y su experiencia. Y, todo ello, de manera simultánea.
Este proceso, denominado lectura comprensiva, debe ser adquirido por los niños durante la Primaria. Si no es así, serán incapaces de estudiar y, consecuentemente, no superarán la siguiente etapa, la ESO y, finalmente, fracasarán en los estudios. Además, es difícil adquirirlo una vez superados los diez u once años.

UNO DE CADA CUATRO

Las alarmas saltan cuando PISA 2006, una evaluación realizada a alumnos de 15 años en 58 países en tres áreas de conocimiento –Ciencias, Matemáticas y Lectura– nos dice que uno de cada cuatro alumnos españoles no comprende bien lo que lee –y eso que la lectura era un folleto sobre zapatillas, no un texto científico sobre la teoría de las integrales.
¿Sigue estando tan seguro de que su hijo no será uno de ellos? Si le ocurre a uno de cada tres chicos y una de cada cinco chicas, aunque sólo sea por la ley de probabilidades, quizás no debiera estar tan tranquilo.
Si no lo ha comprobado ya, quizás vaya siendo hora. Muchos padres conocieron una escuela en la que se utilizaban técnicas que evitaban que hubiera alumnos de los que se pudiera decir que, tras diez años de escolarización, “entienden poco lo que leen y apenas retienen nada un rato después de la lectura”, como los describe un veterano profesor de Lengua en la ESO. Pero muchas de esas prácticas ya han desaparecido o han sido sustituidas por otras de cuya eficacia nos hablan los datos.

¿CÓMO COMPROBARLO?

Hay una serie de técnicas sencillas que permiten comprobar si un alumno de ocho, diez o doce años sabe leer, es decir, entiende lo que lee. Una de ellas consiste en que el niño lea en silencio durante un minuto un texto –que no debe ser complejo, pero que tiene que tener cierta riqueza de vocabulario– y luego preguntarle sobre lo leído.
Compruebe también el número de palabras que ha sido capaz de leer: si son menos de 120, comience a preocuparse. Si no sabe qué texto ponerle, piense en algo que le pueda gustar. La vida de los animales o los temas de historia para niños suelen ser muy populares (hay revistas especializadas en temas para niños muy útiles). Si el niño tiene diez años o más, puede escoger una página de Julio Verne, por ejemplo.
No se contente con ello: también puede hacerle leer en voz alta unos minutos, y comprobar después que entiende lo que ha leído. O dejarle leer un texto largo en silencio durante unos minutos y preguntarle sobre lo leído al cabo de media hora para comprobar que lo retiene.
Pero, ¿qué preguntar? Pues cuestiones muy concretas sobre lugares, personas, acciones, tiempos, orden de los hechos o temas tratados; o permitirle contarlo con sus propias palabras o que escriba sobre lo leído.

LOS DATOS

> España es el país con peor evolución en los resultados de lectura en PISA, una evaluación realizada a alumnos de 15 años. En 2006, nada menos que un 26% (uno de cada cuatro) de los alumnos españoles se sitúan por debajo del nivel mínimo admisible en comprensión lectora.
> PIRLS 2006, otra evaluación internacional que mide la competencia lectora de los alumnos de nueve años, dice que el 28% de los niños está por debajo del nivel intermedio.
> Aunque a los nueve años no se detectan diferencias entre chicos y chicas, a los 15 el 32% de los chicos (sí, uno de cada tres) está por debajo del mínimo en competencia lectora, mientras que “sólo” un 19% de las chicas está en esa situación.
> Por comunidades, Andalucía destaca negativamente entre las presentadas al dejar a un 30% de los alumnos de 15 años sin las competencias mínimas en lectura, pero ocurre más o menos lo mismo en la mitad sur de España.

CONSEJOS

Desdichadamente, no se puede decir que un sistema educativo que deja a un tercio de los alumnos en la cuneta –el fracaso escolar en España es del 30%– sea confiable. Hoy, un padre responsable debe compensar los fallos de la enseñanza que tenemos. Puede comenzar por algunos puntos básicos.
1 – Muchos padres confían en que la escuela eduque a sus hijos. Sin embargo, hay demasiadas escuelas en España que ni siquiera enseñan bien. Busque una buena, y no deje de comprobar que lo es mientras su hijo esté escolarizado.
2 – Haga los deberes con sus hijos en la medida de lo posible, sobre todo en Primaria. Si el trabajo no le deja tiempo entre semana, dedique los sábados o domingos por la mañana a repasar con ellos, a confirmar sus progresos.
3 – Si su hijo muestra más capacidad que lo que le exigen en la escuela, evite que se aburra: ábrale los ojos a muchos de los temas que ya no le enseñarán, llévele a museos, encuentre los temas que le gusten y anímele a profundizar en ellos.
4 – Establezca sus prioridades. Si a su hijo le dan un yogurt en mal estado en el colegio no dudará en quejarse. Si a su hijo no le enseñan a leer en el colegio, probablemente ni se entere. Un yogurt en mal estado supone dos días en cama. No saber leer le perseguirá durante el resto de su vida.
5 – Si no sabe qué darle a leer a cada edad, consúltelo a sus profesores, mire en internet, lea PADRES, cómprese una guía de lectura (por ejemplo, Bienvenidos a la fiesta, de Luis Daniel González). También puede suscribir a su hijo a revistas de lectura adaptada a cada edad, como LeoLeo (Bayard).

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