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Unos alumnos muy capaces

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Todas las personas valen lo mismo. Ese el planteamiento de quienes trabajan en el Centro de Educación Especial Niño Jesús del Remedio de Madrid. Impulsados por esa idea educan a sus alumnos. Chicos con muchas posibilidades de ganarse la vida por sí mismos gracias a su potencial y a una educación adecuada a sus capacidades intelectuales.

En el Colegio privado concertado con la Comunidad de Madrid Niño Jesús del Remedio hay 170 chicos de entre 12 y 21 años. Este Centro de Educación Especial atiende principalmente a alumnos con discapacidad intelectual ligera o moderada.

El objetivo de sus maestros es que lleven una vida normal porque son capaces de conseguirlo. De hecho, en este centro, dependiente de la Asociación Niño Jesús del Remedio, los educadores están convencidos, tal como explica su director pedagógico, Juan Ramón Jiménez, de que “mientras un chaval pueda estar en integración en un colegio ordinario y esté bien no tiene por qué acudir a un centro de educación especial”. Ahora bien, continua Juan Ramón, “la integración deja de funcionar porque el chaval crece y se da cuenta de que algo pasa, de que en algunas situaciones el colegio ordinario no funciona”.

Para eso está el Centro Niño Jesús del Remedio. Aquí llegan chavales que han estado en integración y han ido más o menos bien, pero a partir de los 11, 12 ó 13 años esa integración se hace muy costosa.

LAS PERSONAS CUENTAN

Cuando a Juan Ramón se le pregunta sobre los métodos que se aplican en este centro para estimular el potencial de los alumnos responde que para ellos lo más importante son las personas y la relación educativa que se cree.

Juan Ramón explica que “el método educativo que se emplea es personalizado inevitablemente porque aquí los grupos son de 8 personas en educación básica y de 12 con 2 profesores con los mayores”. El hecho de ser educación especial ya implica esa personalización del método educativo. Siempre que se pueda, comenta, “nos gusta trabajar en grupo pero si se requiere que sólo sea con un alumno, así se hace”. Para educar a los chicos se utilizan tres bloques; uno de Instrumentales que incluye lecto-escritura, cálculo, historia, conocer la realidad social en la que viven, las tradiciones, nuestras costumbres, etcétera. Otro apartado sería el Pre taller o Taller, que consiste en todo lo que se puede pensar con la cabeza y realizar con las manos, y un tercer bloque englobaría todo lo Lúdico deportivo: deportes, juegos, música…

Dentro de estos tres grandes bloques o asignaturas cobran especial importancia las clases de religión, adecuadas a la manera de ser y entender de los alumnos, y las asambleas y las tutorías donde se tratan problemas de grupo, de relación, de noviazgo, de familia, de sentido de las cosas y donde se explica la marcha de cada día de la clase y lo que toca esa semana.

EN BUSCA DE FUTURO

Cuando un chaval acaba su aprendizaje en este colegio en torno a los 20 años las salidas son variadas. Muchos de los alumnos, con una discapacidad leve o que ni siquiera tienen un problema de discapacidad, consiguen un empleo en una empresa ordinaria. La inmensa mayoría puede perfectamente desempeñar un trabajo y hay muchos empleos para los que ellos están preparados.

Así lo demuestran, dice Juan Ramón, “los dos años que llevamos con prácticas laborales para alumnos de educación especial, algo que no existía en Centros de Educación Especial en España y que hemos empezado aquí gracias al nuevo programa PCPI (Programa de Cualificación Profesional Inicial).”

TRABAJADORES CUALIFICADOS

Junto al edificio del colegio Niño Jesús del Remedio se distribuyen distintos talleres de empleo, que pertenecen a la Fundación Pardo-Valcarce, y que pueden ser una de las salidas para los chicos que estudian en el centro, aunque, señala Juan Ramón Jiménez, “no la única porque las plazas de los talleres son limitadas”. En esos talleres, trabajan muchos chicos ya adultos que desarrollan las labores más variadas; desde clasificar cartas para Correos hasta ensobrar invitaciones de boda pasando por labores de carpintería, pintura decorativa, elaboración de complementos para el pelo, de tartas de golosinas, etc. Todas ellas labores típicas de cualquier trabajador cualificado.

UN POTENCIAL POR DESCUBRIR

En el Centro de Educación Especial Niño Jesús del Remedio consideran importante cada detalle del desarrollo de estos niños. Juan Ramón Jiménez subraya la relevancia de que estos chicos sean autónomos poco a poco. Que sean capaces de decidir primero cosas pequeñas y luego otras mayores. Que puedan moverse solos. Por ejemplo, detalla el director pedagógico del centro, “muchos padres acostumbrados a llevarles siempre de la mano al colegio no creían que sus hijos pudieran aprenderse una línea de metro o autobús. A veces nos para más el miedo que las posibilidades que estos chicos tienen y son muchas porque valen tanto como todo el mundo”.

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