Vista al oeste
Una de las cadenas más interesadas en cuidar la programación, de cinco a ocho de la tarde, es Telemadrid. Lo constatan los informes de seguimiento efectuados por la Agrupación de Telespectadores y Radioyentes. Tiene, sin embargo, una duda: si el cine que programa, entre las cuatro y las nueve de la noche, es adecuado al esquema protector del público infantil y juvenil.
Mi opinión es que, salvoalgunas excepciones, las películas emitidas de lunes a viernes, una de cuatro a seis de la tarde y otra de siete a nueve de la noche, son de lo más aceptable.
Se trata de películas de los años cincuenta a los ochenta. ¡Uf, del siglo pasado!, dirán los quinceañeros. Bien, pero el buen cine clásico tiene inocencia, diálogos inteligibles, pasión, análisis profundo de la convivencia entre las personas y admiración a la familia. ¿Todas las películas de ese tramo horario? No, pero sí buena parte.
La proyección de las cuatro es siempre un western, un género con tiros, sangre y puñetazos. Pero casi nunca como estilo de vida. Al menos en las buenas cintas. En «Sin perdón», no emitida por la cadena autonómica, probablemente por su temática inadecuada, Clint Eastwood, un pistolero, afirma: «Cuando matas a un hombre, no solo le quitas lo que tiene, también le quitas todo lo que podría llegar a tener». ¿Es esto violencia? En el Oeste, la fuerza está al servicio de la justicia y la libertad.
El segundo tramo es de cine bélico. Vuelvo a la anterior reflexión. Son historias que no alardean del moderno efectismo violento, lenguaje soez y personajes desarraigados, cuando no pervertidos. La mayor parte tienen un fondo humano: el capitán del submarino detiene la mirada en la foto de sus hijos, antes de ir a la sala de torpedos para atacar al barco enemigo. El joven piloto alemán recibe un impacto de bala junto al bolsillo de la cazadora donde guarda la foto de su novia. Muchas tramas de espionaje, mueven a pensar con lógica para comprender.
Aquí hay cine, si no para menores de 12 años (decidirán los padres), sí para mayores de esa edad, cuando quieran distraerse al salir del colegio.