Cómo afrontar el cáncer en familia

El cáncer es una enfermedad que llega, en muchas ocasiones, sin previo aviso. Un simple análisis o cualquier otra revisión en el que haya alguna anomalía puede ser determinante a la hora de detectarlo lo antes posible. Porque no se está mencionando a una enfermedad cualquiera. Es ni más ni menos que la segunda causa de muerte en nuestro país, con más de 112.000 personas fallecidas en el 2020 según el INE, tan solo por detrás de fallos circulatorios.

Para poner en contexto, actualmente en España se han registrado más de 10 millones de casos de Covid-19, con un total de 94.040 fallecidos. El cáncer registra cada año aproximadamente 270.000 casos de media, y como ya hemos mencionado, 112.000 perdieron la vida. Casi un 42%.

Por ello, lo primero y más importante para el paciente debe ser su propia comodidad. Y esta no será sin una normalización de la enfermedad, incluyendo por tanto a todo el entorno de la persona afectada. A veces, y por desgracia, son los padres y madres con hijos a su cargo, los que padecen cáncer. Pero según afirma Marta de la Fuente, responsable de la Unidad de Psicooncología de MD Anderson Cancer Center Madrid, lo importante es “la normalización”.

Una de las reacciones más comunes de los padres cuando padecen cáncer es evitar hablar sobre el tema, ocultarlo. Pero nada más lejos de la realidad, según de la Fuente, “lo importante es estar abiertos a cualquier pregunta de nuestros hijos y resolverles las dudas”. Esto ayudará a liberar la estigmatización a la que se ven expuestos estos pacientes al intentar mantener una vida que, en ese momento, no es la suya.

La relación entre padres e hijos es fundamental para el bienestar de ambos, y por ello, si se quiere mantener una relación sana, son los padres los que “tienen que hablar de ello con naturalidad”, cree la psicooncóloga. El decir “hoy estoy un poco más cansada” u “hoy estoy preocupado porque estoy esperando unos resultados” ayudará a que el niño vea estas situaciones como normales.

De la Fuente aboga porque padres e hijos hagan una “promesa” para no ocultar información entre ambos, a pesar de que ya se haya escondido antes.

Serán pocos los que no hayan buscado alguna vez en la red acerca de su enfermedad, sus consecuencias, los síntomas, etc. Esto es algo que no recomiendan desde los cuerpos médicos, sobre todo por el bienestar de nuestra salud mental: “es mejor no buscar en Google porque nos va a agobiar, de quien nos tenemos que fiar es del médico” dice de la Fuente.

Al igual que esta tentación es frecuente en los adultos, también se pueden dar en los niños. Es justo esto lo que hay que evitar, y para lo que de la Fuente hace tanto hincapié en la comunicación con ellos. “La información alivia mucho la ansiedad, ayuda a no tener desinformación ni incertidumbre”, explica la psicooncóloga. Aun así, la experta recalca sobre la importancia de si el niño quiere saber qué es el cáncer o no.

Desde el momento del diagnóstico, el cáncer formará parte de la rutina familiar. Por ello, durante esa temporada, es recomendable que los niños sean conscientes. Un ejemplo muy vistoso es la caída del pelo. Al ser algo que se puede apreciar a simple vista, a los niños también les impacta más, de ahí que sean los padres los que pregunten a los hijos acerca de estos detalles. “¿Cómo te gustaría que estuviera en casa, con pañuelo o con peluca?”. O, “¿y para ir a recogerte al colegio, te importa que vaya con sombrero?”, declara de la Fuente.

Aun así, la especialista asegura que cada núcleo familiar es distinto, y por supuesto puede haber excepciones a la hora de comportarse. También es importante la edad, sobre todo cuando se habla de la consciencia de los hijos. Así, recalca de la Fuente que estos recurrirán menos a la web si son los padres quienes toman la iniciativa y van de cara con ellos.