Tania García: "La autoestima saludable es necesaria para tener un desarrollo pleno"

Tania García es educadora sociofamiliar e investigadora social, escritora, y una de las mayores especialistas en Educación, a partir de la evidencia científica, basada en el respeto, la empatía, la ética, la amabilidad y el acompañamiento emocional, el amor incondicional, y la lógica, en el ámbito español y la precursora de la Educación Real ®.

¿Cuánto tiempo llevas implicada en dar apoyo a familias y profesionales?
–Desde los 14 años la Educación y el respeto por los Derechos Humanos de los niños y niñas ha sido mi pasión y mi vocación. Pasé de voluntariado en voluntariado hasta que empecé a trabajar en comedores escolares, campamentos, y luego subiendo de rango en escuelas como docente y directora, centros psicopedagógicos, centros de Educación adulta, teniendo mi propio centro presencial, mi propia escuela infantil, etc. Enfocando mi formación universitaria en este propósito, convirtiéndome, entre otras cosas, en educadora social e investigadora socioeducativa, mis vocaciones.

Desde entonces, me planteé qué tenía que hacer para poder lograrlo en el plano académico y profesional desde la base, y esos pasos me han llevado hasta hoy, donde ya son más de 10 años dedicándome en exclusiva a ayudar a transformar la mirada hacia la infancia y adolescencia desde mi propia organización educativa, www.edurespeta.com, y a formar a profesionales a través de la Escuela Superior de Educación (ESDE), de la que soy fundadora y directora. He ayudado a más de 40.000 personas de todo el mundo.

¿Qué es para ti la autoestima?
–La autoestima, tal y como se ha evidenciado con la neurociencia, es el valor que nos otorgamos a nosotros mismos, pudiendo ser negativo o positivo. La autoestima es la piedra angular de nuestra salud psicológica.

¿Por qué consideras imprescindible que los niños tengan buena autoestima?
–Básicamente, porque la autoestima saludable es necesaria para tener un desarrollo pleno, algo que además, es un Derecho Humano Universal. La aceptación por ellos mismos ejerce de guía en las decisiones que toman, en sus intereses, en la forma de relacionarse con los demás y, por supuesto, en el equilibrio emocional que logran en todas las áreas de su vida.

 ¿Crees que en los centros educativos se presta atención a la autoestima infantil?
–No se presta atención a la necesidad de autoestima saludable infantil desde ninguna área, ni dentro de las familias está asumido ni tampoco en las escuelas y otros contextos. ¿Por qué? porque comprendemos la autoestima desde una perspectiva «adultocentrista» *, en la que no llegamos a la profundidad de la autoestima, la cual, tiene su base en la infancia y adolescencia y se modela en función de cómo eres tratado.

¿Cómo se podría mejorar este hecho en las escuelas?
–Realmente no es un problema de las escuelas en sí, creo que sería un error señalarlas como únicas responsables. De hecho, el 80% del peso de la autoestima reside en los hogares, y el otro 20% en el resto del entorno.

Por ende, lo que es necesario es un cambio social profundo que haga dejar atrás de una vez por todas los numerosos prejuicios adulto centristas sobre la infancia y la forma en la que se trata, haciendo caso de esta manera a los estudios científicos y socioeducativos de las últimas décadas que demuestran que la única manera de acompañar correctamente a niñas, niños y adolescentes, es mediante el respeto. Jamás enseñaremos el valor de respetarse a sí mismos, si no les respetamos.

Cuando la sociedad sea consciente de la importancia que tiene esto para su presente y futuro, será el momento en el que las escuelas aporten una Educación Real® a niñas y niños, y también en los hogares.

¿De qué forma pueden los padres fomentar la autoestima de sus hijos?
–En primer lugar, mejorando la suya propia. Es imposible que niñas y niños conozcan la verdadera importancia de la autoestima si sus madres y padres no se lo demuestran en primer lugar.

Si ven que lo normal es recriminarse cosas de forma constante, no sentir ningún tipo de respeto por sí mismos, por lo que hacen o mantenerse en una actitud completamente sumisa a otras personas; ellos lo acabarán integrando como lo correcto. En este sentido, como en otros muchos, las madres y padres somos ejemplo.

Y después, a través del trato afectuoso, respetuoso, cariñoso, amable, tolerante, ético, mediante el acompañamiento emocional y el contacto físico, sostén, libertad segura, sentido de la pertenencia, etc.

¿Consideras que el acoso escolar viene fomentado por una mala autoestima de los niños que lo ejercen sobre otros?
–Un niño que ejerce acoso escolar tiene baja autoestima, desde luego, y el que recibe el acoso escolar genera baja autoestima. Pero el acoso escolar no es cosa de autoestima, sino que es un problema social grave y profundo que tiene que ver, una vez, con el «adultocentrismo», es decir, si tratamos a un hijo y/o alumno mediante: comparaciones, chantajes, amenazas, gritos, castigos, ignorando sus emociones, burlas, ironizando… esas habilidades comunicativas y sociales integran, y por tanto, normalizan estas formas, tanto para llevarlas a cabo como para recibirlas.

¿Qué ha supuesto para ti escribir este libro?
–Revelador. Es un libro en el que me he abierto en canal, acompañando al lector en la realización de los ejercicios. Puesto que es un libro práctico en el que aprendes a analizar tu propia autoestima para poder acompañar óptimamente la de los niños y niñas.

¿Cómo resumirías las claves para una buena autoestima que brindas en Quiérete mucho?
–No se puede. Son muchas y muy profundas. Lo ideal es leerlo y experimentar el cambio de perspectiva que genera en nuestro interior y nuestra forma de educar y tratar a los niños y niñas.

(*) Entendiendo el «adultocentrismo» como una violencia estructural en la que el poder reside en el adulto, ejerciendo una discriminación por edad, creyendo que las cosas deben ser como él dice o hace por el mero hecho de tener más edad o ser su madre/padre y/o profesor/a, dejando de lado las necesidades cerebrales reales de los niños y niñas.