Pedro Cifuentes: "La lucha contra el cambio climático debería entrar en el aula y ser significativa en el currículum"
Pedro Cifuentes es profesor y divulgador utilizando el cómic como herramienta didáctica. | ©PEDROCIFUENTES
Pedro Cifuentes es profesor de Ciencias Sociales en ESO desde 2008 y miembro del Comité Coordinador de la Red de Docentes para el Desarrollo. Además, se encarga de divulgar el cómic con finalidad didáctica a través de sus libros. Recientemente ha publicado su último libro: ¡Planeta a la fuga!, el segundo volumen de su colección Instrucciones para salvar el mundo, que se centra en el cambio climático desde un enfoque esperanzador. Es una propuesta de lectura interesante para este 26 de marzo, que se celebra el Día Mundial del Clima.
¿En qué nos afecta en nuestro día a día el cambio climático?
— Uno de los principales problemas que tiene el cambio climático son, precisamente, sus efectos. Aunque es muy sencillo tratarlos en clase y concienciar al alumnado con todo tipo de actividades, al tratarse de efectos a largo plazo que pretendes explicar a personitas que se van a comer el mundo a bocados pero apenas llevan unos cuantos años en él, que tienen un físico y una potencia propia de su edad y que llenan días enteros con miles de actividades, resulta muy complicado hacerles frenar y reflexionar sobre lo que está sucediendo, cuyas evidencias están allí pero actúan a una escala temporal diferente a la de los adolescentes.
¿Qué consecuencias tiene a largo plazo el cambio climático?
— En el primer libro visitábamos el archipiélago de Tuvalú, un país donde debido al aumento del nivel de los mares, seguramente no habrá suelo emergido a finales del XXI. Un verdadero drama: tu país, el de tus padres, deja de existir porque se lo traga el agua.
Cambio en el ciclo de las lluvias, acidificación de los mares, contaminación, aumento de la temperatura del planeta… Los ODS referidos al planeta Tierra nos hablan de problemas que están allí. Son un buen punto de partida para entender lo que está pasando y dirigir esfuerzos de forma coordinada.
Los ODS referidos al planeta Tierra nos hablan de problemas que están allí. Son un buen punto de partida para entender lo que está pasando y dirigir esfuerzos de forma coordinada
"¿Qué podemos hacer para reducir el impacto de nuestro consumo y los desechos que generamos? ¿Podrías poner algún ejemplo de pequeños gestos?
— Yo creo que desde el lugar del mundo en que vivimos todo empieza por la Educación. Por este motivo, es fundamental educar en un consumo responsable, explicar bien las consecuencias de los pequeños actos cotidianos (como realizar la lista de la compra) en la vida de muchas personas que comparten suelo con nosotros en estos mismos momentos: mirar etiquetas, realizar trazabilidades de productos en el aula, colocar en un mapa los componentes de las cosas más cotidianas y las injusticias que se han realizado para obtenerlos… Necesitamos un buen punto de partida, y desde luego, el alumnado no es todavía ni científico, ni activista, ni ingeniero, ni técnico en medio ambiente. Sin embargo, todos ellos son consumidores, son gente normal y corriente que ha de protagonizar un cambio.
¿Crees que las nuevas generaciones están concienciadas con la crisis climática con la que convivimos?
— Por supuesto. Desde el cole se están haciendo las cosas bien, pero cuesta verlas porque como sucede con el cambio climático, los efectos de nuestros actos se hacen ver a otra escala temporal. Ya en Educación Infantil es prácticamente imposible no abordar estos temas en múltiples actividades y proyectos. Las nuevas generaciones saben perfectamente que hay una crisis climática y cuáles son las consecuencias que puede traerles. Lamentablemente, entre el conocimiento y su puesta en práctica hay un pequeño salto que en ocasiones se torna bastante complicado. Creo que a nuestro alumnado le falta reflexión. Muchas veces tendemos a infravalorar sus capacidades mediante excesos de didactismo, de tal forma que no les permitimos expresarse ni les atribuimos la inteligencia necesaria para comprender las cosas.
En estas temáticas los docentes hemos de acompañar, promover el descubrimiento, confiar en ellos más allá de realizar la típica pancartita del Día del Planeta que finalmente acaba en una fotografía de las RRSS del centro educativo porque hay que cumplir con el calendario y pare usted de contar.
La lucha contra el cambio climático debería entrar en el aula y ser significativa en el currículum, básicamente porque implica resolver problemáticas que a quien nos mira desde el otro lado del pupitre le van a afectar de lleno y necesitará recursos para resolverlas.
La lucha contra el cambio climático debería entrar en el aula y ser significativa en el currículum, básicamente porque implica resolver problemáticas que a quien nos mira desde el otro lado del pupitre le van a afectar de lleno y necesitará recursos para resolverlas
"¿Cómo surge la idea de la colección Instrucciones para salvar el mundo?
— Algunos de los protagonistas que aparecen en el cómic surgieron primero en la pizarra de mis clases: el Planeta Tierra nihilista, la Palomita de la Paz pesimista… Para mí, la tiza es un lápiz estupendo con la que puedo dibujar las viñetas más grandes del mundo. De hecho, en el año 2008, la primera vez que entré en un aula, me presenté y comencé a explicar mi temario, lo hice ante chavales de 3º de ESO (en la asignatura Geografía) y les presenté al Planetita y sus problemas mediante un divertido mapa mental.
El germen del proyecto ya estaba allí, entonces nuestro horizonte eran los Objetivos del Milenio, ocho indicadores que servían para aunar esfuerzos y poner orden en la vorágine que nos rodea, como si de un punto de partida se tratara. A partir de ahí, la experiencia, los diferentes cursos académicos, el conocimiento de la materia y de su forma de hacerla atractiva, fueron cristalizando un proyecto que presenté a mi editor y le pareció genial.
¿Por qué el formato cómic?
— La narrativa gráfica es una de las herramientas pedagógicas más potentes y desconocidas. Tiene muchísimo recorrido por delante dentro del aula y me siento como un pionero utilizando todo su potencial para explicar procesos complejos mediante viñetas sencillas y universales. Si comenzase a glosar todos los beneficios que proporciona la formación audiovisual, la maquetación de textos e imágenes, el reparto de tareas en proyectos para realizar cómics en el aula, tendríamos para cinco o seis entrevistas más, así que me quedaré únicamente con el que considero más importante: los cómics son divertidos.
No estoy hablando de que solo sirvan para evadirse, para realizar humor gráfico o historietas de género condicionadas por un formato. Los cómics son divertidos porque ponen las neuronas de los lectores a trabajar. Combinan de forma aparentemente sencilla la apreciación estética y artística con la transmisión de conocimiento. A diferencia de un documental, permiten rebobinar, volver la página hacia atrás y tomar notas. Apelan al lado artístico del STEAM, que desde mi experiencia constituye un elemento a reivindicar que, por desgracia, muchas veces queda relegado.
Los cómics son divertidos porque ponen las neuronas de los lectores a trabajar. Combinan de forma aparentemente sencilla la apreciación estética y artística con la transmisión de conocimiento
"¿Cómo consigues transmitir a tus alumnos el papel tan importante que tienen en el futuro del planeta?
— Intento confiar en ellos. Por muy mal que estén las cosas, por muy horribles que sean algunos de los ejemplos a escala global que aparecen en las páginas de estas Instrucciones para salvar el mundo, apelo a ellos con inteligencia y sentido del humor. Es importante transmitir esperanza.
El mundo puede irse al traste a pasos cada vez más acelerados, se pueden acumular los problemas por doquier, tu vida personal puede ser un auténtico desastre y tú, como adulto, puedes estar hundido en la miseria y el pesimismo más absoluto, pero dentro del aula has de cambiar el chip. Básicamente porque tú eres un adulto en capa caída, pero ellos todavía han de zamparse el mundo y plantarle cara. No tiene sentido hundirles en pesimismo y resignación sólo porque tú veas mal la situación mundial. Has de proporcionar recursos, poner las cartas sobre el tapete, proporcionar herramientas y pensar que, seguramente, la solución a muchos de los problemas que te agobian cuando hablas de ellos en clase todavía no se ha producido porque las personas que darán con ella están sentadas escuchándote. No tendría sentido entrar en el aula con un “el mundo se va al garete, no hace falta que os esforcéis”. Por desgracia este tipo de actitudes son más habituales de lo que nos gustaría.
¿Qué herramientas han conseguido enganchar a tus alumnos a la asignatura de sociales?
— Evidentemente he de mencionar el cómic como recurso didáctico de primer orden, pero claro, a estas alturas, más allá del uso o no de las viñetas en el aula, yo creo que resultan fundamentales dos conceptos.
Por un lado hemos de armar de recursos a los chavales y dejar que se expresen con ellos, por otro, hemos de intentar que estos recursos se gestionen de forma creativa. Últimamente la palabra “creatividad” parece anatema en algunos foros, pero yo la considero parte fundamental de la Educación. Hemos de luchar por ella desde el aula, desde las herramientas que tengamos disponible a nuestro alcance. Muchas veces se nos olvida que nuestro público objetivo, las personas que nos escuchan, son niños, adolescentes, con la cabeza llena de pajaritos, unicornios, aventuras y cucamongas. Los inundamos con excesos de didactismos, pero les extirpamos el gusto por la experimentación y la fantasía, y en el camino se queda la creatividad.
Por un lado hemos de armar de recursos a los chavales y dejar que se expresen con ellos, por otro, hemos de intentar que estos recursos se gestionen de forma creativa
"¿Por qué es importante trasladar a las aulas los ODS?
— Porque son un ideal regulativo al cual aferrarse para poner orden, para orientar esfuerzos y coordinar actuaciones. Si realizáramos en el aula una lluvia de ideas acerca de los problemas que afectan a nuestro planeta y los múltiples ejemplos cotidianos que nos rodean podríamos llenar fácilmente una o dos pizarras. Los alumnos se marean ante tantos indicadores. Y nosotros también.
De esta forma, los ODS proporcionan un buen punto de partida, un índice con el que puedes poner orden al caos y tratar de entenderlo. No se trata de reducirlo todo a 17 puntos esenciales, más bien hemos de trabajar en consonancia con ellos para que resulte todo más sencillo.
¿Estamos a tiempo de hacer algo para evitar el desastre?
— Por supuesto. No podría entrar en el aula y dedicarme a lo que me dedico si pensara lo contrario.
Aún estamos a tiempo de hacer algo para evitar el desastre, no podría entrar en el aula y dedicarme a lo que me dedico si pensara lo contrario
"