¿Qué papel juegan las redes sociales en los jóvenes para divulgar la Educación ambiental?
Actualmente vemos que las redes sociales juegan un papel fundamental a la hora de divulgar y recoger información. Es más, el estudio anual de redes sociales, realizado por IAB Spain en 2021, nos expone que la población española que utiliza las redes sociales está formada por unos 26,6 millones de usuarios, siendo los potenciales consumidores los jóvenes menores de 30 años.
Esto, a priori, puede suponer un problema de adicción o de mala información como se propaga por otros medios de comunicación, tales como la televisión o la radio; los cuales, hoy en día, podemos decir que están en declive, debido al gran auge de las redes sociales en la vida de las personas.
Actualmente, vivimos en un mundo muy tecnológico e informatizado, lleno de información y con la posibilidad de llegar a cualquier sitio del mundo con una mera publicación en alguna red social. Y, es por ello por lo que los jóvenes usan tanto estas aplicaciones, porque desean llegar y llegar a más gente, que los conozca más y más gente, con el único fin de ser “influencer” o famoso.
Por tanto, es aquí, en los jóvenes, donde se debe actuar, ya que son ellos los que están creciendo y desarrollándose profesionalmente rodeados de las redes sociales y de multitud de aplicaciones tecnológicas que les facilitan la vida diaria.
Por ende, si le diésemos a las redes sociales un uso “educativo”, donde se propagasen soluciones a problemas actuales, podríamos sacar un gran beneficio de ellas, ya que los grandes usuarios de las redes sociales son los jóvenes. Al mismo tiempo, este uso educativo que le damos a las redes sociales también puede servir para educar y enseñar a los jóvenes, el buen uso de éstas y cómo llegar a más gente con las publicaciones.
Hoy en día, el tema que está en todos los medios de comunicación es el cambio climático y, con ello, la educación ambiental que se le debe dar a los más jóvenes para obrar el milagro de revertir la situación climática en la que vivimos donde se encuentran los problemas del cambio climático, la desertificación, la extinción de especies, etc.
Para revertir esta situación hace falta que cambiemos la mentalidad de los jóvenes, ya que éstos, según Callejo Gallego y Gutiérrez Brito (2014), dedican, de media, una hora y media al día conectados en las redes sociales charlando con sus amigos y familiares, o mirando información que le aparece al azar; aunque esto se puede ver como una nueva forma de relacionarse, resolviendo algunos problemas de socialización juvenil, no deja de ser un problema para la mayoría de ellos. Por tanto, debemos reducir el consumo de internet en los jóvenes drásticamente.
Una solución y para mí la única es aplicar nuevas metodologías en los centros educativos para que sean ellos los que se den cuenta del gran uso que hacen de las redes sociales, además, de encaminarnos en divulgar y publicar noticias y problemas locales de interés con el único fin de solucionar lo que nos incomoda a nuestro alrededor.
En primer lugar, hay que entender las redes sociales como un lugar parecido al “ágora griega”, donde cada uno expresa sus opiniones sobre el tema en cuestión y difunde sus propios conocimientos o experiencias acerca del tema. Además, los jóvenes deben saber que lo que se publica en las redes sociales se queda para siempre y lo puede ver todo el mundo, por tanto, hay que contrastar las ideas y las noticias antes de difundir nada.
Asimismo, hay que tener en cuenta que los jóvenes tienen más “amigos sociales”, lo que nos lleva a afirmar que ellos son el motor de las relaciones sociales, siendo un perfecto contexto para enfocar nuestro trabajo de divulgación de educación ambiental: preguntándonos cómo podríamos hacer llegar los problemas y las posibles soluciones ambientales por las redes sociales para frenar esta vorágine de destrucción hacia nuestro planeta.
En segundo lugar, están los profesores, quienes tienen la obligación de educar a los jóvenes para que sean capaces de comunicar la situación ambiental que viven a las personas adecuadas alcanzando un mayor público con un esfuerzo menor.
Ahora bien, para poder comunicar bien alguna información, de la cual no eres experto, lo primero es estar de acuerdo con ella e interiorizarla, ya que si no compartes las ideas que comunicas en las redes sociales como joven no vas a intentar solucionar nada de las problemáticas que se dan en la educación ambiental. Por ende, se necesita una educación ambiental previa en los jóvenes para que, todo lo que divulguen, sea para crear conciencia ambiental y revertir la situación del planeta con cada gesto que haga cada usuario.
Conjuntamente, como he mencionado anteriormente, para que las publicaciones lleguen a más gente, deben estar contrastadas y aprobadas por autores con renombre, aportándole legitimidad a la publicación, generando comunidades virtuales que retroalimenten la preocupación y la conciencia social colectiva sobre el medio ambiente.
Todo esto se puede llevar a cabo con el uso de acciones ambientales en los centros educativos, como pueden ser: el reciclaje de la basura, el ahorro tanto energético como de agua, o el uso del huerto escolar ecológico.
Así, los jóvenes pueden volcar todas estas acciones más su propia experiencia en las redes sociales, en sus publicaciones para que el resto de la sociedad se de cuenta de cómo pueden solucionarse los problemas ambientales que nos golpean hoy en día, tanto a nivel local como global.
Por tanto, para que los jóvenes tengan éxito a la hora de compartir y comunicar las acciones ambientales, es necesario que los centros educativos enseñan a realizar una buena difusión con técnicas como son fotografía, la realización de vídeos, y la redacción de documentos escritos.
Para difundir con este tipo de técnicas, los jóvenes necesitarán que su publicación tenga atracción e interés por el resto de la sociedad, es decir, que impacte al lector y al usuario de la red social, el cual ve la noticia o la información. Para ello, ésta debe ser corta y de forma muy visual para que la sociedad quede impactada al primer vistazo, o, si es en forma de fotografía, deberá retratar el problema lo mejor posible llegando, así, con un mayor impacto; todo esto se podría resumir en un manual al cual lo jóvenes podrían acudir para consultar el uso y la divulgación en las redes, y su impacto en la sociedad porque cada acción, cuenta.
A mi parecer, vemos que los jóvenes son el futuro del planeta Tierra, y con el uso de las redes sociales podemos aprovechar todo el potencial que tienen, tanto éstas como los jóvenes. Los centros educativos están apostando por una educación tecnológica, llenando las aulas de gadgets y de cientos de recursos informáticos en forma de juegos para que los jóvenes puedan aprender a usar la tecnología de una forma responsable y sin adicción a ella; pero nos estamos olvidando de los problemas reales del planeta Tierra; la situación ambiental crítica.
Con el nacimiento de las redes sociales, ha cambiado la forma de relacionarse y de utilizar el tiempo libre de los jóvenes. Además, ha acarreado que la información sea de carácter instantáneo y accesible, desembocando en que todos los medios de comunicación usen las redes sociales. Por tanto, podemos acercarnos a ellas y traérnoslas al aula para que los jóvenes conozcan cómo trabajar con ellas, ya que éstas son un papel fundamental en sus vidas y tenemos la posibilidad de educar a los jóvenes para que las utilicen correctamente.
Además, como se busca el fin de la situación ambiental en la que vivimos, podemos darle la temática ambiental a nuestro objetivo de que los jóvenes aprendan a usar las redes sociales, obteniendo así un nuevo objetivo común tanto de la educación como de la sociedad, que los jóvenes aprendan a vivir sosteniblemente y divulguen correctamente la educación ambiental, gracias a sus experiencias en clase y en su comunidad, a través de las redes sociales.
Bibliografía consultada
Callejo Gallego, J., y Guitiérrez Brito, J. (2014). Communication of young adolescents in social networks. Doxa.comunicación, 19, 11-29.
IAB Spain. (2021). Estudio de Redes Sociales 2021. Interactive Advertising Bureau.
Pérez-Wiesner, M., Fernández-Martín, M. P., y López-Muñoz, F. (2014). The Social Networks Phenomenon: Evolution anda User Profile. eduPsykhé, 13(1), 93-118.
Stornaiuolo, A., DiZio, J., y Hellmich, E. (2013). Desarrollando la comunidad : jóvenes, redes sociales y escuelas. Comunicar : revista científica iberoamericana de comunicación y educación, 40, 79-88.
Ignacio García Álvarez. Maestro de Educación Primaria con Mención de Matemáticas y Ciencias Experimentales.