Cómo inculcar el hábito lector en la era digital
Pero ¿qué significa realmente ser un gran lector? Por supuesto, un gran lector es aquel que elige la lectura como parte de su tiempo de ocio y que, además, lo hace con frecuencia. Pero, también, es una persona que tiene la capacidad de leer diferentes tipos de libros: narrativa, ensayo, poesía, novela gráfica, etc. Un gran lector es también aquel que no usa la lectura únicamente para disfrutar, sino que la utiliza como herramienta para cumplir sus objetivos: aprender más sobre un determinado tema, aprobar un examen… Esto tiene que ver con el hecho de que la lectura es una materia instrumental, una vía de acceso a la información.
En la era digital, ¿sigue siendo tan importante la lectura? Es innegable que, hoy en día, leer no es la única vía de acceso a la información. Existen muchas otras vías para aprender sobre algo, por ejemplo, los vídeos, lo que nos puede llevar a preguntarnos si la lectura sigue siendo tan relevante como podía serlo antes de Internet.
Del mismo modo que lo hacía antes, la lectura sigue reportando múltiples beneficios: incentiva el aprendizaje autodidacta, estimula la concentración, desarrolla la creatividad, mejora la expresión oral y escrita y ejercita la mente, entre otros muchos. Pero, además de todo esto, puede jugar un papel fundamental a la hora de lidiar con los 4 grandes retos que nos plantea la era digital en la que estamos inmersos:
- Sobreestimulación: a todos nos preocupa, en mayor o menor medida, el tiempo que pasan nuestros hijos delante de una pantalla debido a la sobreestimulación que esto supone para su cerebro y el impacto negativo que tiene esta sobreestimulación en su capacidad de concentración.
Cuando la pantalla con la que están trabajando o jugando tiene una gran cantidad de luces, sonidos, colores y cambios de imagen constantes, su atención permanece secuestrada por esta gran cantidad de estímulos y su capacidad de concentración no se desarrolla. Por este motivo, los niños que más horas han pasado delante de pantallas con actividades de estas características tienen más dificultades a la hora de concentrarse en una tarea como leer un libro, escuchar a la profesora atentamente en clase o simplemente participar una conversación. La lectura puede jugar un papel fundamental reforzando y construyendo esa capacidad de concentración. Cuando leemos, solo estamos nosotros con el libro.
- Necesidad de aprobación social: los likes y la búsqueda de seguidores en redes sociales han llevado a nuestros hijos a necesitar una aprobación externa constante. En este momento cobra más importancia que nunca que eduquemos a nuestros hijos fortaleciendo el concepto que ellos tienen de sí mismos. Que su autoestima no dependa de lo que otros piensan de ellos, sino su propio autoconcepto. Para ello tenemos que hacer que se sientan seguros y capaces. El hecho de que la lectura sea una materia instrumental presente en todas las demás hace que cobre especial importancia el desarrollo de su capacidad lectora.
Saber leer, comprender los textos en profundidad, no solo va a repercutir en sus resultados académicos, también en su autoconcepto
Saber leer, comprender los textos en profundidad, no solo va a repercutir en sus resultados académicos, también en su autoconcepto. Un niño seguro de sí mismo que no dependa de la aprobación externa será un niño feliz y un adulto dueño de su propia vida.
- Exceso de información: hace algunas décadas, una de las claves de la educación era garantizar el acceso a la información. Sin embargo, actualmente, gracias a Internet, la información está por todos lados y nos encontramos en la situación opuesta: el exceso de información puede resultar abrumador. Entre tanto conocimiento, nos encontramos con que no toda la información es válida, ni toda es relevante para lo que necesitamos en cada momento. Por tanto, nuestros hijos necesitan desarrollar la capacidad, en primer lugar, de comprender muy bien qué información necesitan en cada momento, y en segundo lugar, de seleccionar exactamente esa información que necesitan. Para llegar esto, desarrollar una buena competencia lectora es clave.
- Estrés: vivimos en una sociedad frenética que provoca que todos suframos altas dosis de estrés, situación que ya empieza a ser considerada por los expertos como la principal enfermedad del siglo XXI. Es fundamental que diariamente nos reservemos espacios de calma que nos permitan parar, bajar el ritmo, reducir la sobreestimulación. Y como ya decía Julio Cortazar: “los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo”.
Y no olvidemos que el punto de partida de todo aprendizaje es la lectura. Como defendemos en Kumon Lectura, el desarrollo de la motivación por leer, la concentración y la comprensión lectora deben ser graduales para que los niños aprendan a disfrutar del placer de leer y siempre comprendan todo lo que leen, habilidad que les será de gran ayuda en todas las materias escolares.
Por tanto, podemos afirmar con rotundidad que no es que leer siga siendo necesario, sino que es más necesario que nunca. Solo nos queda recordar que todos llevamos un gran lector dentro; a todos, sin excepción, nos gusta disfrutar de una gran historia o aprender algo nuevo. Pero es fundamental que vivamos experiencias de lecturas positivas, que se ajusten a nuestra capacidad actual y que la eleven manteniendo nuestra motivación por leer. Todos tenemos el potencial de ser grandes lectores, aunque aún no lo hayamos desarrollado.
Lucía Alonso es coordinadora de Kumon Lectura