Javier Martínez: “La empleabilidad y estabilidad del sector es lo que nos diferencia”
La Formación Profesional parece que ha vuelto a formar parte del itinerario de los estudiantes, tras unos años en los que quedó “abandonada y estigmatizada”, según cuenta Javier Martínez. Pero gracias a ofertas formativas como la del Colegio de Huérfanos Ferroviarios, en un sector con un gran futuro laboral, jóvenes con hasta carreras universitarias vuelven a interesarse por opciones como esta.
¿Cuál es el origen del Colegio de Huérfanos Ferroviarios?
—El colegio nace en 1922 con el objetivo de dar cobertura a los hijos de los trabajadores ferroviarios fallecidos. Por entonces había mucha siniestralidad laboral, y había que dar cobertura a estas familias.
¿Cómo esta asociación ha logrado perdurar hasta el día de hoy?
—Concurren varios factores. En los inicios, era obligatorio ser socio del Colegio de Huérfanos por ser ferroviario, pero esa cuota se liberalizó más tarde. Pero el cambio más significativo fue pasar de acoger a los niños a dar prestaciones a estos huérfanos ferroviarios como ayuda a sus estudios. La sociedad cambió, entendiendo que era mejor mantener a los hijos en el ámbito familiar, y la asociación tuvo que adaptarse. A día de hoy, nos ha parecido oportuno volver a estos orígenes por el interés social de formar a trabajadores cualificados dentro del ámbito de la Formación Profesional, que estaba abandonada y estigmatizada en los últimos años, con el objetivo de que puedan alcanzar una estabilidad laboral.
¿Cuándo retomasteis vuestra actividad en la Educación?
—Comenzamos de nuevo en el curso 2016-17. Empezamos con el ciclo de Grado Medio de Técnico en mantenimiento de material rodante ferroviario, y este curso estamos ofertando los Grados Superiores de Comercio Internacional y de Transporte y Logística. Estos dos últimos también se ofertan a distancia, ampliando las posibilidades de la formación desde su lugar de residencia. Pero aún estamos creciendo.
Este 2022 cumplís 100 años, ¿cómo explicas este éxito?
—Los trabajadores ferroviarios y los socios son la razones por lo que todo esto continúa. Toda actividad social que ofertamos tiene una respuesta por su parte, respaldándonos. Además, al no tener un objetivo comercial, podemos desarrollar nuestras actividades con una calidad superior, y es bien recibido por los socios y el público en general.
Al no tener un objetivo comercial, podemos desarrollar nuestras actividades con una calidad superior
"Al no ser ya la cuota obligatoria, ¿eso quiere decir que vuestra oferta educativa se abre a todos los estudiantes?
—Exacto. Va dirigido fundamentalmente a los socios, porque es nuestro público natural, pero estamos abiertos a todo el mundo. Quien quiera, puede venir a formarse en el sector.
Ahora mismo ¿cuál es el volumen de estudiantes del colegio?
—Hemos tenido cursos con 80 alumnos, otros con 60… dependiendo de los primeros y los segundos cursos.
¿Cómo es una clase del Colegio de Huérfanos Ferroviarios por dentro? ¿Cuál es su metodología?
—Lo primero que tenemos claro es que no puede haber práctica sin teoría, aunque la primera sea muy importante. Las clases se dividen en una parte teórica inicial, y luego hay una simulación para que toda esa parte teórica la puedan reflejar. Después llega la práctica en los talleres y laboratorios, que están perfectamente equipados para simular lo mejor posible todos los sistemas ferroviarios. Pero la verdadera práctica es al final del segundo curso cuando van a visitar las empresas y ponen en práctica todo lo que saben.
¿Cuál es la posición laboral natural al terminar estos estudios?
—Los técnicos de mantenimiento de material rodante van a las empresas del sector, con convenios como el que tenemos con Talgo, que nos ofrece becas de colaboración financiando el segundo curso y las prácticas, e incluso pudiendo ofertarles un puesto de trabajo. También en Renfe con las ofertas públicas, Irvia, Cofema… empresas del sector.
Sabiendo que tenéis todos estos convenios con empresas ¿cuál es el índice de empleabilidad tras acabar los estudios?
—Es superior al 90%. Casi todos los alumnos que obtienen esta titulación y se quieren incorporar al mercado laboral lo pueden hacer.
¿Cuál es el perfil de los alumnos que acuden aquí a estudiar?
—Como en todas las FP, el perfil es muy variado. Tenemos al estudiante de 4º de ESO que termina y viene a un Grado Medio, que son la mayoría. También está el perfil de FP Básica, gente de Bachillerato e incluso algunos que provienen de la Universidad después de terminar su carrera que buscan empleabilidad. Gente más mayor y más joven, pero con un ambiente siempre colaborativo.
Y en el caso de las mujeres ¿cuál es su porcentaje en este ámbito?
—Sí que es verdad que las mujeres son menos que los hombres en este sector. Tenemos grupos de hasta 20 alumnos, para llevar una Educación más personalizada, de las cuales tenemos clases hasta con tres alumnas. Pero el número de mujeres sigue siendo escaso en este sector y está por trabajar, aunque cada vez son más las que se animan. Esperemos que este número siga creciendo.
Aparte de vuestra oferta educativa y de las ayudas con becas, también disponéis de una residencia.
—Sí, ya que completa la oferta formativa de la asociación, tanto para estudiantes universitarios, ya que cerca hay varias universidades como la Complutense y otras privadas, pero sobre todo también para nuestros alumnos que provienen fuera de Madrid puedan venir aquí a estudiar. El único requisito es que sean mayores de edad.
En el caso de las becas, ¿son públicas o también hay privadas?
—En su mayoría son públicas, como las de la Comunidad de Madrid o las del Ministerio de Educación, aunque también tenemos ayudas de la asociación cumpliendo una serie de requisitos de renta y de rendimiento escolar.
¿Qué crees que es lo que os diferencia de otras ofertas educativas de FP?
—Yo creo que la empleabilidad y la estabilidad del sector es lo que nos diferencia y hace que el sector del transporte esté en pleno cambio. La renovación de los trabajadores que está sucediendo, la cualificación que se necesita para desarrollar tareas en este trabajo y la posibilidad de crecer en un futuro con grados como el de Comercio Internacional y Logística en el contexto de globalización actual, son las claves de este auge.
¿Cómo ves el futuro de la asociación?
—El futuro pasa porque los asociados respondan a las actividades que generamos, y por tanto confío que esto siga, al menos, otros 100 años. Y a los alumnos, solo espero que recuerden las herramientas que les otorgaron otros asociados ferroviarios y no ferroviarios y que puedan devolver ese granito de arena generando socios para seguir manteniendo vivo el espíritu de la asociación.