Siete recomendaciones para evitar los peligros de exponer la imagen de los hijos en internet
Es importante que los progenitores tengan responsabilidad digital y conozcan los peligros de compartir imágenes de sus hijos en la red. | ©QUSTODIO
La forma de compartir las fotos ha cambiado mucho en los últimos años. Antes se guardaban las fotos en álbumes que solo podían ver los más allegados, ahora las fotos se comparten a través de las redes sociales y cualquiera puede verlas. La práctica de los padres de usar las redes sociales para mostrar detalladamente la vida social de sus hijos a través de fotografías o vídeos se denomina sobreexposición filial y en inglés se conoce con el término sharenting.
En la mayoría de los casos, los progenitores no son conscientes de los peligros que conlleva esta práctica: ciberacoso, robo de datos, acoso y abuso sexual online o la suplantación de identidad. Esto se debe a que una vez se publica el contenido en las redes sociales, se deja de tener control sobre su alcance.
De hecho, el estudio EU Kids Online señala que el 89% de las familias españolas comparte al menos una vez al mes imágenes o vídeos de sus hijos y únicamente el 24% de los padres pregunta a sus hijos si están de acuerdo en que se compartan esas fotos, cuando -según ese mismo estudio-, el 42% de los menores siente vergüenza de los contenidos que sus padres suben a Internet.
La práctica de los padres de usar las redes sociales para mostrar detalladamente la vida social de sus hijos a través de fotografías o vídeos se denomina sobreexposición filial y en inglés se conoce con el término sharenting
Para fomentar la responsabilidad digital entre los padres, la plataforma Qustodio (especialista en seguridad online y bienestar digital para familias) ha elaborado una lista con 7 recomendaciones:
- Proteger la intimidad de los menores: los contenidos que se publican en internet crean una huella digital, dejan rastro en las webs por donde se navega. Por eso es importante no publicar datos personales, así como pixelar la cara de los menores.
- Elección de las diferentes redes sociales: hay plataformas que cuentan con millones de usuarios como Instagram y Facebook. Es importante elegir en qué redes sociales se comparte, pero también el nivel de privacidad con el que se hace.
- Información encubierta: «una imagen vale más que mil palabras». Al subir una imagen a una plataforma estás mostrando detalles de tu vida personal de forma inconsciente, como, por ejemplo, la ubicación: dónde vives, el parque que frecuentan tus hijos, etc.
- Elegir bien el contenido a publicar de los menores: es una buena forma de evitar que nuestros hijos en un futuro sean objeto de bullying o ciberbullying en el colegio. Una imagen inocente de tu hijo que ahora te parece divertida, le podría arruinar la infancia e incluso su carrera laboral.
- Comunicación con los menores: en el caso de que el menor sea suficientemente mayor, es ideal mantener una conversación con él y consensuar juntos cuándo publicar o enviar una imagen.
- Aprender sobre internet y la privacidad de las redes sociales: es importante familiarizarse con las políticas de privacidad de las redes sociales para saber si las publicaciones son visibles para todo el público o solo para familiares y amigos.
- Ojo con los perfiles falsos: es de vital importancia tener conciencia de aquellas personas que tenemos agregadas en nuestros perfiles de redes sociales. Hoy en día la existencia de perfiles falsos abunda en cada una de las plataformas, por lo que es importante hacer un repaso de todas y cada una de las personas que nos siguen, antes de publicar cualquier imagen personal de un menor.
“Lo más importante es tratar de hacer ver a los padres el riesgo que puede llegar a tener un mal uso de las redes sociales”, declara Eduardo Cruz, CEO de Qustodio. “Educar de una forma sana a los menores en el ámbito digital, pasa primero porque los progenitores conozcan bien los riesgos y peligros que existen y actúen con el ejemplo. Y, así, no caer en el manido ‘Haz lo que digo, no lo que hago’”.