El acompañamiento familiar, vital para los niños hospitalizados
Cada año se diagnostica de cáncer en el mundo a casi 280.000 niños de una edad comprendida entre los 0 y los 19 años y según la Organización Mundial de la Salud, la supervivencia en estos casos supera el 80%. En España se detectan alrededor de mil casos anualmente con cáncer infantil. Según la AECC, en 2021 se apuntó una incidencia de 970 casos de cáncer en niños de entre 0 y 14 años, y casi 300 de ellos fueron de leucemia Infantil. Siendo el cáncer una enfermedad tan agresiva que requiere largos periodos de medicación, la hospitalización temprana de los niños para su tratamiento y recuperación es un paso indispensable en la lucha contra la enfermedad.
Estos largos ingresos implican el compromiso de personal sanitario y familiares como factores clave en el cuidado y tratamiento del niño. Son los padres los encargados de proteger, acoger y atender a las necesidades no médicas que los pequeños necesitan más que nunca en esos días extraños para ellos. Este hecho está comprobado científicamente: desde los años 60, las evidencias comenzaron a aparecer por estudios como el de Bowlby (1953) y el informe de Flatt (1959) en el que recalcaban el trastorno que suponía para los niños la separación forzosa de sus progenitores.
Desde entonces, los cuidados de los niños hospitalizados se ha convertido en un concepto básico de la atención hospitalaria pediátrica y un elemento fundamental de los denominados “cuidados centrados en la familia”. De hecho, los expertos aseguran que la estancia del niño se acorta en los hospitales cuando estos están acompañados por sus padres y no solo actúan como espectadores en el proceso de recuperación, sino como colaboradores.
Las necesidades de desplazamiento a los hospitales para poder recibir atención, los cambios en los horarios de sueño o de comidas, la incapacidad para poder seguir una escolarización, son sólo una pequeña parte de todos los cambios diarios a los que las familias deben enfrentarse durante la hospitalización y los tratamientos complejos de un hijo.
Es por ello que, por el Día Nacional del Niño Hospitalizado, entidades como la Fundación Infantil Ronald McDonald, pone el foco en la necesidad de mantener a la unidad familiar lo más libre de preocupaciones posibles durante un momento en el que su única inquietud debe ser los cuidados y la cercanía al hijo hospitalizado.
Para ello, dispone de programas que mejoran de forma directa la salud y el bienestar de los niños y sus familias a través de las Casas y Salas Familiares Ronald McDonald. Estas Casas, situadas cerca de los hospitales de referencia, alojan gratuitamente a las familias que acuden derivadas por los propios hospitales donde sus hijos reciben los tratamientos, y que deben desplazarse desde sus residencias habituales, a menudo localizadas a mucha distancia.