Castilla y León amplía los currículos académicos para cumplir con la Lomloe
El Gobierno de Castilla y León ha optado por esta vía para compensar y contrarrestar los criterios que no comparte en vez de recurrir el borrador ministerial como ha hecho, en lo relativo a Historia de España en Bachillerato, la Comunidad de Madrid, «Siempre hemos dicho que no nos gustaban los currículos de la Lomloe, pero mientras esta ley orgánica siga en vigor la cumpliremos», ha apuntado la consejera de Educación en este punto.
El alumnado de Castilla y León, por tanto, seguirá estudiando Filosofía en cuarto curso de ESO, materia que el Ministerio ha dejado a la libre elección de las comunidades autónomas, y los de Bachillerato afrontarán la Historia de España de manera cronológica, desde la Romanización, y no a partir de 1812 como ha establecido el Gobierno.
«En Castilla y León hemos hecho en dos meses lo que el Gobierno de España en más de un año, porque hemos recibido en abril los borradores (de los currículos) en los que habíamos estado trabajando durante meses dentro de las conferencias sectoriales, que además no se parecen en nada: más rápido no hemos podido ir», ha explicado la consejera de Educación, Rocío Lucas.
Entre el 6 de abril, fecha del envío de los borradores, y el 30 de mayo, día de la publicación de los elaborados por Castilla y León con las prescripciones del Ministerio y la aplicación del 40 por ciento autonómico, han transcurrido menos de dos meses entre las quejas públicas y continuadas de los sindicatos de la Mesa Sectorial de Educación (CSIF, ANBPE, STECyL, UGT y CCOO), ya que el próximo curso comienza en menos de tres meses (9 de septiembre).
Entre el 6 de abril, fecha del envío de los borradores, y el 30 de mayo, día de la publicación de los elaborados por Castilla y León con las prescripciones del Ministerio y la aplicación del 40 por ciento autonómico, han transcurrido menos de dos meses entre las quejas públicas y continuadas de los sindicatos
Hasta que los currículos de Infantil, Primaria, ESO, FP y Bachillerato sean definitivos deben superar un procedimiento interno con estaciones en la Mesa Sectorial de Educación, Consejo Escolar y Gobierno Abierto, «pero el borrador ya está hecho y las editoriales pueden confeccionar los libros de texto», ha tranquilizado la consejera no sin recordar cómo en su momento «ya dijimos que había que demorar la aplicación de la Lomloe al menos en un curso».
Carga burocrática y falta de tiempo
«Es verdad que los borradores ministeriales han llegado excesivamente tarde pero eso no es excusa ni tampoco que se haya pedido en tres ocasiones una moratoria en su aplicación, porque la realidad es que los alumnos se van a tener que matricular de algo que no conocen del todo», ha explicado a Efe la portavoz del Educación del CSIF en Castilla y León, Isabel Madruga. Su aplicación, en tan poco tiempo, «es un despropósito, un agobio y una carga burocrática», ha añadido Madruga antes de referirse a la «desigualdad» de oportunidades del alumnado de Castilla y León frente al de otras comunidades, ya que éste «va a ir a una misma prueba con un temario más amplio».
La representante de CSIF no ha observado «grandes cambios» en el borrador autonómico respecto al estatal, pero sí se ha referido a la complejidad de «poner en marcha una ley en diferentes cursos» porque «se carga a los docentes toda la responsabilidad».
En la misma línea, Christina Fulconis (STECyL-i) ha reprochado la «excesiva amplitud» de algunas asignaturas como Historia de España, pero en general no ha observado «un sesgo de ideología específica» en el contenido de las materias que se van a impartir.
«Ha cambiado muy poquito el currículo», ha señalado a Efe Pilar Gredilla (ANPE) respecto al borrador autonómico, «es muy similar al de la Lomloe» y, sin embargo, su aplicación con esta premura de tiempo va a exigir «un gran trabajo de los docentes» que deberán compatibilizar los exámenes de este final de curso con la organización y carga horaria del siguiente.
Menos comprensivo ha sido Juan Ignacio Vargas, responsable autonómico de UGT en Enseñanza Pública, quien ha rechazado el argumento de la tardanza en recibir los borradores estatales y definido como «un reto» al Gobierno de España la decisión de la Junta de ampliar el contenido de la asignatura de Historia de España. En cualquier caso, ha resumido a Efe, el resultado final va a ser el de «un verano poco apacible para el profesorado y sus familias», algo «inasumible» y «un despropósito», en palabras ahora de Elena Calderón (CCOO).
Por otro lado, la Junta de Castilla y León estará «vigilante» ante el contenido que puedan tener los libros de texto en los diferentes colegios de esta autonomía, para analizar si «casan» con el currículo que ofrece la Comunidad. La consejera de Educación, Rocío Lucas, ha asegurado este viernes, en declaraciones a los periodistas antes de entregar en Salamanca los ‘Premios del Plan de Transferencia de Conocimiento Universidad Empresa’, que la intención de su departamento es implantar esta labor de vigilancia «a la llegada de los libros a los centros».
Rocío Lucas ha explicado que esta labor de vigilancia se realizará en los propios centros escolares, pues la decisión «de si se adquieren o no los libros de texto compete a cada uno de los colegios», aunque ha recordado que, por norma autonómica, los libros «deben implantarse en el plan educativo durante los siguientes cuatro años».
Por su parte, y ante las preguntas de los medios de comunicación sobre la implantación de cuatro nuevos bachilleratos en Castilla y León, la consejera de Educación ha asegurado que «la ley es la ley» y que desde la Junta «siempre» cumplen las normativas vigentes, porque «hay uno que es potestativo y los otros tres son de obligado cumplimiento».