¿Potenciar el ‘networking’ de nuestros hijos?
Vivimos en un mundo cada vez más conectado y que nos demanda estar en constante actualización y ser capaces de adaptarnos a una gran cantidad de retos, como la revolución tecnológica. Esta tendencia, además, se ha incrementado desde la pandemia. Pues, nos hemos visto obligados a acelerar ciertos cambios, aunque también nos ha servido para aprender a trabajar de forma colaborativa y telemática, entre otras cosas.
Esta fuerte evolución afecta a todos los ámbitos. Y, como no podría ser de otro modo, también al educativo, que debe acelerar su ritmo para ir un paso por delante y ser capaz de cubrir, por un lado, las necesidades de un mundo cada vez más conectado y, por otro, las de los nativos digitales, a los que debemos formar para hacer un uso inteligente de estas tecnologías y que sepan aprovecharlas al máximo.
Sin duda, este cambio de paradigma trae numerosos retos para el sistema educativo. Pero, si somos capaces de hacerles frente, tanto desde las aulas como desde los hogares, podremos aprovechar las numerosas ventajas que presenta. Para ello, en primer lugar, es necesario que guiemos a los niños y jóvenes hacia modelos formativos que piensen en su futuro personal y profesional, como el networking.
En este sentido, este enfoque integrado en la educación desde edades tempranas puede darnos numerosos beneficios, como una educación basada en las nuevas tecnologías más segura, el fomento de nuevas redes de relaciones y de una comunicación más fluida, el aprendizaje colaborativo o el manejo de nuevas herramientas y plataformas, entre otros. Cuestiones que, bien implementadas, crean aprendizaje para el futuro.
El desarrollo de proyectos más complejos que fomenten estas redes de trabajo es una tarea de los centros educativos. Ahora, ¿qué podemos hacer desde los hogares? Y, llegado este momento del año, ¿cómo podemos aprovechar las vacaciones para impulsar este aprendizaje para nuestros hijos? Para ayudar a nuestros hijos a desarrollar ciertas capacidades que, más adelante, les serán de gran utilidad, podemos segur algunos consejos como los siguientes:
- Usar correctamente y de forma controlada las tecnologías: la adecuada utilización de los dispositivos tecnológicos depende de multitud de factores, como la edad de los niños o el tiempo de uso, entre otros. En cualquier caso, es muy importante que les enseñemos su utilidad como herramientas de trabajo. De hecho, es importante que intentemos que desconecten de la tecnología en su tiempo libre y que la utilicen para realizar otras actividades didácticas y que supongan un aprendizaje, como juegos o aplicaciones para aprender idiomas.
- Mantener y crear nuevas amistades: durante el tiempo de vacaciones es muy importante que nuestros hijos mantengan contacto con su entorno. Para ello, podemos motivarles a escribirse con cierta frecuencia con aquellos amigos que verán menos o aprovechar para enviar postales desde destinos vacacionales. Así mismo, también es importante que les impulsemos a conocer gente nueva allá donde, y que nos aseguramos de que la relación con estos contactos podrá fluir y mantenerse.
- Buscar hobbies: Las vacaciones de verano son un momento ideal para experimentar con nuevas actividades de entretenimiento que puedan generar interés en nuestros hijos. Sin duda, tener un hobbie trae numerosos beneficios a largo plazo. Entre otros, les permitirá potenciar ciertas habilidades y hacer nuevos amigos.
- Practicar deportes y actividades en equipo: En verano, por norma general, solemos salir de nuestra zona de confort y emprendemos aventuras y experiencias que siempre recordaremos. Los niños viven estos momentos de forma muy intensa, por lo que, podemos aprovechar para juntarnos con familiares o amigos y organizar juegos que impliquen colaboración en grupo. De este modo, practicarán actividades que harán que las vivencias se conviertan en aprendizajes.
- Planificar sus propios juegos: Hay multitud de juegos que requieren de cierta preparación previa. Aunque ellos en muchas ocasiones no se den cuenta, en el momento que están montando el escenario para jugar o están pensando cómo van a organizar la actividad, ya están jugando mientras aprenden. Por ello, podemos motivarles a practicar con sus amigos juegos que requieran de cierta complejidad y preparación. Por ejemplo, pueden hacer mapas del tesoro entre unos y otros o montar escenarios para jugar a profesiones que les gustaría tener en un futuro.
Estas acciones nos ayudarán a generar intereses en nuestros hijos y a que desarrollen habilidades que les serán muy útiles en el fututo, tanto a nivel personal como profesional. Todo ello, mientas se divierten y pasan tiempo entretenido con sus seres queridos.
Es importante que, al principio, los acompañemos y les guiemos en todas las áreas, desde cuando están intentando hacer nuevos amigos hasta cuando están pensando en una nueva actividad que poder preparar. No obstante, poco a poco, tendrán que ser capaces de poner en práctica todas estas actividades por ellos mismos. Además, lo harán cada vez de forma más natural, lo que les enseñará a ser más sociales, disciplinados y responsables, entre otras cuestiones.