Por qué el verano es terreno abonado para las adicciones
Los expertos recomiendan buscar alternativa a lo que tradicionalmente entendemos por "salir de fiesta". © LESZEKGLASNER
El verano es una época del año que normalmente se asocia a vacaciones, buen tiempo, disfrute y relax, pero, en ocasiones, este momento puede ser un contexto facilitador en el que se generen distintas situaciones de riesgo de realización de la conducta adictiva.
Los expertos de la Clínica López Ibor analizan por qué el verano puede ser un momento de riesgo para las adicciones:
- Factor facilitador. «Probablemente el verano no sea el motivo de que haya más o menos disposición a un problema de adicción, pero ese contexto, junto con otros muchos factores que pueden darse en ese periodo y constituyen variables de riesgo, hacen de alguna manera que las problemáticas de adicciones se vean afectadas», indican desde la clínica.
- Emociones encontradas y más tiempo libre. En verano las personas normalmente suelen tener emociones más agradables, pero en algunos casos se permiten cierta flexibilidad en sus comportamientos de autocuidados. En otros, se da un choque entre lo que nos gustaría que fuese nuestro verano y la realidad que estamos viviendo. Además, suele aumentar el tiempo libre y reducirse el tiempo de responsabilidades ocupacionales y personales. En muchos casos estos momentos de ocio se asocian con la fiesta y, esta, con la presencia de sustancias como el alcohol.
- Planes veraniegos “de riesgo” Según datos del Ministerio de Sanidad sobre consumo de alcohol y drogas, la iniciación en el consumo de drogas es significativamente más probable durante el verano. Específicamente, el 30,4 % en el caso del consumo del cannabis, 27,5% en el consumo de cocaína, 34 % en el caso del LSD y el 29,8% para el éxtasis. La intoxicación aguda por consumo de sustancias alcanza también su mayor frecuencia en el periodo estival. Factores como el aumento del tiempo de inactividad o menores responsabilidades u obligaciones, además del aumento de actividades sociales hacen que las personas se expongan a situaciones donde las sustancias están presentes y a su disposición a consumirlas también.
- Las pantallas, una adicción cada vez más común. Esta adicción es cada vez más común, sobre todo en la población más joven y el verano es una época crítica para su proliferación, ya que el tiempo libre, la reducción de actividades y la falta de rutinas en los más pequeños y adolescentes hacen que las horas de enganche a las pantallas, a los videojuegos y a las redes sociales, aumente en esta época. Según un estudio realizado por el Ministerio de Sanidad, el 53% de los progenitores reconoce la dificultad para controlar la utilización de dispositivos en sus familias y en verano esto se complica aún más.
Las adicciones conllevan un problema por el aprendizaje de ciertos comportamientos que se han fortalecido por la función que ha adquirido ese comportamiento para las personas. Por ello, se deben evitar situaciones de riesgo en las cuales se facilite la conducta adictiva
Frente a esto, desde la Clínica López Ibor también se incide en que el verano puede asociarse también a la protección frente adicciones y puede ser un buen momento, incluso, para iniciar un tratamiento terapéutico ante ese problema, al estar las obligaciones personales del paciente en pausa.
Por otra parte, se subraya la necesidad de buscar alternativas de ocio frente a la celebración más convencional asociada al verano, concentrándose en otras actividades, como las deportivas o de desarrollo personal, «opciones sanas que reducen considerablemente las probabilidades de consumo de sustancias adictivas o adicción a las pantallas». En este sentido, «intentar promover rutinas y hábitos saludables y planes en familia es clave».
Por otra parte, los padres han de ser ejemplo y poner límites: «En el caso de las adicciones a las pantallas y videojuegos, tienen un papel fundamental para frenar la evolución de la adicción, siendo ejemplo y realizando ellos mismos una desconexión digital, poniendo límites y sustituyendo los tiempos de conexión a dispositivos por momentos de disfrute en familia», subrayan desde la clínica López Ibor.