Trabajo no descarta aprobar el Estatuto del Becario sin el apoyo de la patronal
El secretario de Estado de Empleo y la Ministra de Trabajo defienden una reforma que acabe con la figura del 'falso becario', es decir, estudiantes en prácticas que desempeñan mismas labores que los trabajadores en plantilla.
El Estatuto del Becario se hace cuesta arriba. La que en abril fuera anunciada como una de las medidas estrella de la vicepresidenta Yolanda Díaz pospone su aplicación a falta de un consenso con los agentes implicados. Fuentes del Ministerio de Trabajo y Economía Social emplazan a septiembre las negociaciones, que se complican por la falta de entendimiento con los empresarios.
Así lo ha evidenciado el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, quien esta mañana ha advertido que «será difícil alcanzar un acuerdo si la patronal tan solo concibe la contratación de becarios como fórmula para abaratar costes». En este sentido, ha señalado que «el diálogo social tiene distintos escenarios y el Gobierno insistirá en sacar adelante esta medida».
El principal escollo entre Gobierno y empresarios gira en torno a qué se entiende por la figura de becario. Trabajo, en línea con las reivindicaciones sindicales, la equipara a la de estudiante en prácticas, es decir, un alumno que completa en una empresa las prácticas curriculares —obligatorias— de la titulación que cursa. Entiende, por tanto, que toda práctica que se salga de estos parámetros debería acogerse a un contrato formativo y, por tanto, a los derechos que ello implica, como la remuneración de salario.
La prioridad del Ministerio es poner fin a la práctica tan dañina del 'falso becario', por tanto, toda práctica extracurricular deberá canalizarse a través de contratos formativos
"La patronal, en cambio, no suscribe esta restricción y sostiene que los distintos modelos de prácticas no laborales, incluidas las no obligatorias o extracurriculares, «representan la vía de entrada de los jóvenes al mercado laboral en estos momentos». Pérez Rey rechaza esta postura y se muestra tajante: «La prioridad del Ministerio, de acuerdo con la reforma laboral pactada con los agentes sociales, es poner fin a esta práctica tan dañina del ‘falso becario’«, recuerda, y sostiene que toda práctica extracurricular o no obligatoria «debería canalizarse a través de un contrato formativo».
En abril la vicepresidenta Díaz anunciaba la aprobación del Estatuto de las Prácticas no Laborales (conocido comúnmente como Estatuto del Becario), considerándolo «una regulación clave contra la precariedad a la que se ven abocados miles de jóvenes en su incursión en el mercado laboral«. Lo cierto es que las cifras no dibujan un escenario muy distinto del que censura la ministra, con un 60% de becarios que desempeña mismas funciones que los trabajadores en plantilla, según datos de CCOO. La Inspección de Trabajo, por su parte, ha detectado en los últimos cinco años más de 5.000 puestos ocupados por «falsos becarios».
Aunque las negociaciones aún no se han dado por cerradas, el secretario de Estado ve «difícil el acuerdo entre empresarios y sindicatos», aunque, insiste, «persistiremos». La patronal, por su parte, asegura que seguirá negociando asuntos clave, como la cotización o los incentivos por la contratación de becarios. Por su parte, el Ministerio de Seguridad Social deberá agilizar también la incorporación de los derechos de cotización para todos los becarios.
Estatuto del Becario: las claves
El pasado mes de abril la Ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, anunciaba la aprobación de un Estatuto del Becario con el objetivo de «reconocer una serie de derechos mínimos a los estudiantes». A la espera de su aprobación definitiva, estos son algunos de los puntos clave que contempla la norma:
- Compensación de gastos durante el periodo de prácticas, como el trasporte o el uso del móvil.
- Refuerzo de la figura del tutor de empresa, que no podrá tener a su cargo más de cinco becarios.
- Limitación del número de becarios, que oscilará entre uno para empresas de hasta 10 trabajadores y tres para empresas de hasta 60 empleados.
- Derecho a la prestación por desempleo.
- Disfrute de vacaciones y días de descanso.
- Incremento de las sanciones a empresas por «falsos becarios».