Carmen Magro: "Un buen desarrollo socioemocional es lo más eficaz para prevenir la violencia"
Hablamos con Carmen Magro, responsable de Orientación del grupo Educare, quien hace un análisis general del acoso escolar en el sistema educativo español y destaca el papel de familiares y docentes en la prevención de este tipo de actos.
¿Cuál es, a día de hoy, la realidad del acoso escolar en la enseñanza española?
–Los problemas de convivencia y acoso escolar son una de las principales preocupaciones dentro del contexto escolar en España. Es un fenómeno general cuya incidencia es independiente de la clase social y del tipo de centro. Es una realidad social que sigue un patrón de comportamiento que se muestra estable en cualquier espacio educativo.
¿Considera que desde el colegio se trata adecuadamente este problema? ¿Qué destacaría y qué mejoraría?
–Los colegios del grupo Educare estamos muy concienciados con el tema de acoso escolar, pero siempre se puede dar un paso más. El conocimiento que tenemos de nuestros alumnos nos ayuda a detectar pequeños cambios que pueden ser significativos y nos alerta de su peso en el día a día. En nuestros colegios, más allá de impartir las clases con una excelencia académica que les permita elegir su camino el día de mañana, entramos en las aulas siempre con un “radar”, atentos a las dinámicas que surgen, los comentarios, las miradas, intentando no dejar pasar las pequeñas cosas. Es en los detalles más sutiles donde pueden ocultarse situaciones más complejas. Nuestro objetivo es seguir trabajando el bienestar emocional de nuestros profesores, dotándoles de más conocimientos, herramientas y en definitiva de más sensibilidad.
¿Qué hacen y deben hacer los padres para que el propósito de tolerancia cero al acoso no se quede en las aulas? (Muchos declaran que no conocían ese aspecto de su hijo… cómo solucionar este tipo de cosas)
–La familia es la primera escuela, donde el niño desarrolla su personalidad, donde aprende a relacionarse con sus iguales y cómo funciona el mundo. Con ella aprende a identificar e interpretar la realidad. Los padres somos modelos insaciables de todo, con nuestras miradas, manías, bondades, nuestro lenguaje, nuestra manera de expresarnos y hacer las cosas, etc. De muchas de estas acciones somos conscientes, pero de otras muchas, no.
Es en la adolescencia donde las influencias externas empiezan a chocar con todo lo inculcado en la familia. Por ello, debemos aprovechar los años previos para forjar un carácter donde el “no” esté presente, sean consecuentes a sus actos, los fracasos se conviertan en oportunidades de éxito y sean capaces de ponerse en el lugar del otro.
Es labor de los padres hacer un análisis de nuestro estilo educativo y ver si estamos contribuyendo al desarrollo de una persona que aporte valor a su entorno.
Entramos en las aulas siempre con un “radar”, atentos a las dinámicas que surgen, intentando no dejar pasar las pequeñas cosas. Es en los detalles más sutiles donde pueden ocultarse situaciones más complejas
"¿Cómo se enfrentan los colegios a este problema, cuáles son las vías que se utilizan para prevenir, tratar y solucionar este tipo de casos?
–En Educare nos enfrentamos con sensibilización. Tenemos en marcha proyectos de prevención desde la etapa de Infantil hasta Bachillerato donde ponemos especial énfasis en el desarrollo emocional del niño. Las emociones juegan un papel fundamental en nuestras vidas. La promoción de un buen desarrollo socio-emocional y afectivo en los niños es la acción más eficaz para la prevención primaria de la violencia.
En el tratamiento y la solución de los casos está implicada toda la comunidad educativa, ya que requiere de la colaboración de todo el personal docente y no docente del centro. Cualquier miembro que tenga conocimiento de una situación de acoso entre alumnos o considere que hay indicios razonables, tiene la obligación de comunicarlo inmediatamente al equipo directivo.
¿Qué metodología emplean en este sentido los centros Educare? ¿Cuál es su valor añadido con respecto a otros colegios?
–El valor añadido de Educare es poner el foco de atención en el cuidado del bienestar emocional de sus trabajadores, ofreciéndoles la posibilidad de mejorar sus competencias emocionales, lo que contribuye a un mejor bienestar personal y social. Así hacemos de nuestros profesores y del personal no docente mejores personas y modelos a seguir.
¿Qué personas forman parte de la maquinaria puesta en marcha para combatir el acoso escolar? ¿Qué peso tienen?
–Los equipos directivos, junto a los departamentos de orientación, tienen un gran peso. Son los que deben trazar los planes de acción para disminuir la violencia entre iguales. El papel de los docentes y profesores también es de vital importancia a la hora de evitar posibles situaciones de acoso escolar en el aula. Una actitud pasiva al respecto dejará vía libre a los agresores para coger el control, dominar y agredir a cualquier compañero y puede implicar responsabilidades de tipo penal si las consecuencias del acoso son graves.
La promoción de un buen desarrollo socio-emocional y afectivo en los niños es la acción más eficaz para la prevención primaria de la violencia
"¿Cómo funciona la figura del tutor en los centros Educare?
–En Educare la figura del tutor es fundamental. Se convierte en un modelo a seguir por sus alumnos, con los que debe crear un ambiente cercano en el que sepan que pueden contar con él si tienen cualquier problema para encontrar una solución lo antes posible. Otra de sus labores es tratar de identificar las primeras señales de agresión antes de que se conviertan en un conflicto mayor, haciéndoles saber a los alumnos que pueden acudir a él siempre que lo necesiten.
¿Cuál es el papel de los departamentos de orientación en este proceso?
–Son tres sus líneas de acción en el ámbito del acoso escolar: familiar, metodológico y docente, y con el alumnado. A nivel familiar ofrecen asesoramiento de forma individual. A nivel grupal y en materia de formación y sensibilización, el año pasado pusimos en marcha el “Proyecto de Salud Emocional Educare” en colaboración con HM Hospitales, dentro del cual se engloba la Escuela de Padres.
A nivel metodológico, lideran cada año la propuesta de intervención dentro del Plan de Acción Tutorial, priorizando las necesidades diagnosticadas y diseñando formatos, actividades y estrategias que permitan la intervención con los alumnos en materia de sensibilización, resolución de conflictos y formación de modelos adecuados de convivencia.
También revisan cada año el Plan de Atención a la Diversidad para actualizar y ordenar la puesta en marcha de medidas, tanto ordinarias como extraordinarias, que hagan que se valoren y respeten las diferencias. Igualmente asesoran pedagógicamente en los agrupamientos de aulas, en los proyectos de mejora de patios y recreos, y en la coordinación y cooperación del profesorado para intervenir en situaciones de acoso.
Con el alumnado trabajan activamente en la prevención y detección de conflictos en el aula mediante dinámicas de grupo planificadas acorde a la problemática presente en cada aula.
Una de las labores importantes de los tutores es identificar las primeras señales de agresión antes de que se conviertan en un conflicto mayor
"¿Qué tipo de acciones llevan a cabo para concienciar a los alumnos sobre la importancia de esta problemática? ¿Cómo funcionan las dinámicas de grupo?
–La acción más importante es que lo comuniquen cuanto antes, para lo que les ofrecemos diferentes vías de comunicación: cuestionarios anónimos, un buzón de sugerencias en un lugar estratégico, solicitar una tutoría… Parte de las dinámicas grupales diseñadas en el Plan de Acción Tutorial están dirigidas a la sensibilización de ‘los testigos’, que ocupan un papel clave en la prevención del acoso escolar. Estas dinámicas grupales están diseñadas en un formato exponencial, a lo largo de la etapa de Secundaria, de forma que adquieran los contenidos de manera secuenciada.
¿Cuál es el feedback que reciben tanto de alumnos como de familiares en este terreno? ¿Realmente están funcionando estas acciones?
–En nuestras encuestas de satisfacción de familias y alumnos, el resultado promedio en los bloques de Atención a la Diversidad, Formación Humana y Labor Tutorial es de 85 sobre 100. Esto nos indica que se encuentran en un clima de convivencia y respeto donde prima la formación en valores y que hace que el alumno venga contento al colegio.
¿Quién tiene más peso a la hora de prevenir y combatir el acoso: los colegios, los familiares o las instituciones? ¿Se debería hacer más a nivel institucional?
–Todos tenemos un gran peso y responsabilidad a la hora de prevenir el acoso escolar. Tanto el colegio como la familia son espacios de convivencia. Hoy en día, los miembros que forman parte de la familia son cada vez menores, por lo que se pone en riesgo el aprendizaje de patrones y modos de convivencia, que en muchos casos será suplido en los escenarios del colegio.
En poco tiempo estamos asistiendo a situaciones en las que los niños y adolescentes priorizan estar solos en lugares donde la mayoría tiene ubicado un dispositivo que les da acceso a un mundo virtual lúdico y donde se dan otro tipo de relaciones sociales.
Padres, colegios e Instituciones tienen un gran reto entre manos. Los espacios de convivencia se están resintiendo y por lo tanto también su aprendizaje. La clave está en que rememos todos juntos.
La Sociedad actual es cambiante a los ritmos de vida humana, con ello el docente, debe estar preparado para ello, en todos sus ámbitos, lo socioemocional forma parte con sus valores, en adecuar los momentos con mayor énfasis uno de ellos crear ambientes resillentes.
Saludos, gracias.