Un cuarto del rendimiento académico depende de variables no intelectuales
«Un dato alentador pues, según diversos investigadores, estas variables personales son más maleables y educables que otras de carácter cognitivo, como la inteligencia. Variables cognitivas que, por otro lado, no demostraron tener una gran influencia en el nivel final de calificaciones», explica un comunicado de la UNED difundido este martes.
La investigación ha sido coordinada por Juan Carlos Pérez González, profesor y vicedecano de la Facultad de Educación de esta universidad, y ha consistido en evaluar una serie de factores psicológicos de estudiantes de la Universidad de Lleida al inicio de su titulación en Educación para, después, registrar el rendimiento académico medido a través de las calificaciones de asignaturas en los tres cursos de duración de sus estudios. “Aproximadamente, el 25% del nivel de calificaciones en la universidad estaba relacionado con las notas previas de acceso”, explica el profesor, “algo que era de esperar y que representa una confirmación de un hecho constatado. Sin embargo, entre los principales hallazgos de la investigación destaca que aproximadamente otro 25% del nivel de calificaciones estaba relacionado con variables psicológicas no intelectuales, también conocidas como no cognitivas o habilidades blandas».
Entre estas últimas están el rasgo de personalidad conocido como responsabilidad y, por otro lado, dos elementos que contribuyen a regular la motivación y el estado de ánimo, que son el «compromiso académico» y la «confianza en que soy capaz», así como otras dos que ayudan a regular aspectos del comportamiento y del contexto para facilitar el estudio: la regulación del esfuerzo, la gestión del tiempo y el entorno de estudio.
“Confirmar que un cuarto del rendimiento académico en la universidad puede depender de habilidades blandas es un hallazgo relevante”, señala Pérez González
“Confirmar que un cuarto del rendimiento académico en la universidad puede depender de habilidades blandas es un hallazgo relevante”, señala Pérez González, “pues, según diversos investigadores, estas variables personales son más maleables y educables que las de carácter cognitivo como la inteligencia general o el razonamiento inductivo, variables que, en esta investigación, no mostraron apenas relación con el nivel de calificaciones logrado”.
Este trabajo confirma la tesis del Premio Nobel James Heckman de que los factores no cognitivos o habilidades blandas constituyen recursos personales «poderosos» para la prosperidad académica y profesional. Además, gracias a la combinación a través de un modelo matemático de las notas de acceso a la universidad con las citadas variables no cognitivas, se logró predecir más de la mitad de las calificaciones a lo largo de los años de duración de la titulación de los estudiantes analizados.
«Un hecho significativo, ya que puede guiar la orientación futura a estudiantes universitarios ayudándoles en su autoconocimiento y autorregulación para, así, optimizar su desempeño a través, por ejemplo, de programas de orientación educativa y de enriquecimiento de habilidades blandas para el aprendizaje”.