Rocío Lucas: "En los currículos Lomloe, cuando se hablaba de terrorismo, no se mencionaba ni a ETA ni al Grapo"

Castilla y León sigue luciendo sus buenos resultados en PISA, tasa de abandono, clima escolar… que la ha situado como referente educativo hasta el punto de ser considerada por muchos como la «finlandia española». Tal vez por eso, Rocío Lucas habla con el aplomo de quien se sabe «referente educativo», con la visión política de quien está ya en su segunda legislatura y con el realismo de quien estuvo durante años al frente del Ecyl (el SEPE de Castilla y León) y mantuvo una obligada relación intensa con el sector empresarial.

El aplomo con el que defiende, frente a Madrid [Ayuso creo al poco de llegar al Gobierno la Oficina del Español y colocó a Toni Cantó al frente. Parece que aquel golpe de efecto ha quedado en eso, un golpe de efecto], el título de referente nacional en la defensa y promoción del español en el mundo.

La visión política que le lleva a criticar con dureza el sesgo ideológico –más por lo que callaban que por lo que decían, explica– con el que vinieron los nuevos currículos Lomloe y que tuvieron que corregir.

El realismo con la que exige al Ministerio una FP que no sea toda dual y que sea capaz de adaptarse a las características de una región con un tejido industrial muy disperso y con mucha Pyme. «La Ley de FP parece más pensada para ciudades como Madrid o Barcelona», dice.

¿Por qué ahora la apuesta por el español?

–Nuestra comunidad tiene que seguir siendo un referente educativo. Y Salamanca, en concreto, es un referente en la certificación de los cursos de español para extranjeros. Por eso, hemos rehabilitado el Centro Internacional del Español, que se inauguró hace poco aprovechando las instalaciones del antiguo Banco de España, con una inversión de nueve millones de euros, lo que ha permitido que queramos integrar a Salamanca dentro del PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) del español.

¿Qué pasa si no llegan recursos de este PERTE? Pues que la Junta de Castilla y León va a seguir colaborando para que la Universidad de Salamanca sea un referente en la certificación del español, porque es un valor en alza.

Tengo entendido que Madrid también quiere ser ese referente…

–Bueno, nosotros ya somos un referente desde hace años en certificar el conocimiento del español. La Universidad de Salamanca ha hecho una labor magnífica durante décadas. Por supuesto, creo que todos tenemos muchas oportunidades pero, en este caso, parece que tiene más sentido que el referente del español en el mundo sea Castilla y León y, en concreto, una universidad histórica por excelencia, como es la Universidad de Salamanca.

Hay quien ha pedido que los comedores escolares sirvan comida más sana, basada en productos locales… ¿qué está pasando?

–Que los productos sean fundamentalmente viene recogido en los pliegos por los que se adjudican los contratos a las distintas empresas que participan. Por otra parte, tenga en cuenta que aproximadamente la mitad de los comedores escolares tienen cocina propia. Por otra parte, no hemos tenido ninguna queja en cuanto a la calidad, ya que los menús los hacen nutricionistas y expertos en la materia. Sinceramente, no lo he visto cómo polémica. Además, pese al aumento de precios, hemos hecho el esfuerzo para que las familias sigan pagando el mismo precio de comedor.

Además, de los 40.000 comensales, 30.000 tienen algún tipo de bonificación. Es un servicio bien acogido por las familias y en el que hemos procurado que no hubiese ningún incremento de precios.

Hablando de gasto escolar, ¿han tomado alguna otra medida para aliviar a las familias en el que ha sido el inicio de curso más caro de la historia?

–Si, aparte de todas las medidas fiscales, en el ámbito educativo hemos instaurado la gratuidad total para escolarizar a niños de 2 a 3 años. Anteriormente esas familias tenían que abonar el correspondiente precio público.

Como consecuencia de los nuevos currículos ha habido mucho cambio de libros de texto. Sin embargo, nosotros seguimos manteniendo el banco de libro y el precio de adquisición. Somos la Comunidad que más ayudas ofrece para adquirir libros: 280€ en Primaria y 320€ en Secundaria.

Además, somos de las pocas comunidades que complementamos la beca del Estado la a enseñanza no obligatoria. Le puedo asegurar que desde la Junta hemos hecho esfuerzos para que las familias no tuviesen que cargar con toda la subida de precios.

Tras la polémica por el cambio de currículos de la Lomloe, ¿han cambiado los libros o han mantenido los que había?

–Eso depende de los colegios, han decidido ellos porque es su competencia. Los cambios curriculares del Ministerio llegaron en abril y después nosotros hemos tenido que complementar el 40% de los currículos, entre otras cosas para reforzar las carencias con las que venían. Esto ha hecho que las editoriales hayan trabajado con nuestros borradores y como toda situación generaba cierta inquietud en los centros, una parte de ellos se ha mantenido con los libros había.

¿Han tenido que reforzar algunas carencias, dice?

–En efecto, identificamos una parte importante de ideología en los currículos del Ministerio. Y no me refiero tanto a lo que se incluía como a lo que se excluía. Por ejemplo, la historia en Bachillerato comenzaba en 1812, ¿por qué lo anterior no? O, cuando se hablaba de la violencia del terrorismo, no se mencionaba ni a ETA ni al Grapo. ¿Dónde queda el pensamiento crítico del que tanto se habla? Es un currículo que obvia muchas cuestiones y esa ocultación marcaba una clara tendencia ideológica.

¿Qué hemos hecho en la comunidad? Con ese 40% hemos complementado las enseñanzas que no estaban y que entendemos que dan una visión más ajustada a la realidad. Para Castilla y León la educación siempre ha sido y va ser un valor muy importante. Si somos un referente educativo es porque cuidamos mucho los contenidos, la formación de los profesores y la relación de los centros con las familias.

Dice que cuidan los contenidos… ¿no tiene la sensación de que las humanidades se ningunean en pro de las asignaturas de ciencias y de tecnología?

–Tal vez. Sin embargo, nosotros entendemos que la Filosofía, por ejemplo, es una asignatura que te permite tener una visión crítica y que, por tanto, es fundamental mantenerla en todo proceso formativo. En nuestra Comunidad por supuesto que apostamos por las Humanidades, faltaría más.

Es cierto que el desarrollo curricular de la Lomloe ha carecido de una visión global de la Educación. Cuando desde el Ministerio organizó grupos de trabajo independientes, les decíamos que era muy descabezado trabajar por separado, sin tener una visión global de todo el sistema, al menos de cada etapa educativa porque al final todo es una progresión. Y esa labor que hemos hecho desde Castilla y León: darle una visión global al sistema educativo.

¿Cómo ve la Ley de FP? Parece que ha tenido menos críticas que la Lomloe…

–Bueno, es que la Lomloe es una norma que se ha hizo en pleno Estado de Alarma y sin contar con nadie. Con la FP no es que haya habido mucha mayor participación política, pero al menos han estado presente otros actores, como las asociaciones de empresarios y otro tipo de entidades, que han recogido el sentir de lo que queríamos hacer en la Formación Profesional.

Aún así, tienen que hacerse leyes en las que se cuente con las comunidades autónomas. Lo digo porque el que la Formación Profesional pueda ser dual es muy bueno en la medida que nos permite hacer formación dual, pero que todo sea dual en un territorio en el que tenemos una dispersión enorme de nuestro tejido industrial, con mucha presencia de Pymes y en el que los alumnos se tienen que mover para realizar sus prácticas… va a ser un problema. Aquí vamos a tener muy complicado avanzar al mismo ritmo que otras comunidades autónomas que tienen las empresas muchos más concentradas territorialmente.

Por eso, le pedimos al Ministerio que en las comunidades con una dispersión geográfica grande tuviéramos un modelo propio. Estamos luchando por ello: que la FP sea dual pero que se pueda adaptar. Por nuestra parte, vamos a facilitar que esos alumnos que forzosamente tengan que trasladarse para hacer prácticas reciban una beca.

Quizá es una ley de FP pensada para ciudades como Madrid o Barcelona, con un tejido industrial muy concentrado.

¿Es cierto que faltan plazas públicas en determinadas familias de FP?

–Nosotros hemos ofertado más de 40 ciclos nuevos y el anterior, 38. Ha sido el mayor incremento de la historia. Hemos aumentado la oferta de plaza de la rama sanitaria, donde se ha registrado una mayor demanda, con turnos de mañana y de tarde.

Hay que distinguir entre el solicitante y las solicitudes, porque un mismo solicitante te hace cinco solicitudes… no es que falten tantas plazas como solicitudes se presentan.

Desde el punto de vista de la empleabilidad, estamos cubriendo lo que el mercado laboral nos está pidiendo. Por ejemplo, me consta que estamos cubriendo toda las demandas del sector privado en la rama sanitaria.

No podemos terminar sin mencionar el acuerdo de Gobierno con Vox. ¿Qué tal en Educación?

–La verdad es que no tenemos problemas en cuestiones educativas. Nosotros tenemos un pacto sobre ciertos principios coincidentes con lo que proponen ellos, como que no exista adoctrinamiento en las aulas, que los profesores den la formación con libertad de cátedra, que se garantice que las familias puedan elegir el centro de sus hijos o la gratuidad de 0-3 años. Estos principios los seguimos manteniendo. Evidentemente somos dos partidos diferentes pero en materia educativa atendemos a las familias buscando lo mejor para los alumnos.