Una dieta saludable puede ayudar a prevenir la desnutrición y las enfermedades
La alimentación saludable es uno de los temas más tratados en el presente siglo debido a los cambios de hábitos que hemos sufrido en la sociedad en los últimos años. Hemos abandonado la dieta mediterránea basada en el consumo de proteínas de calidad, fruta y verduras y cereales por una alimentación perjudicial que se sustenta con alimentos ultraprocesados y rápidos de consumir a causa del estilo de vida actual.
Dichos alimentos han pasado a ser de consumo habitual debido a su rapidez de ingesta, sus altas dosis en grasas, azúcares y sales, y sus precios asequibles. Además, mantenemos ingestas excesivas de hidratos de carbono (alimentos altos en energía) como si tuviéramos el estilo de vida de hace 50 años, cuando la mayoría de la población trabajaba en el campo, con una actividad física elevada.
Mantenemos ingestas excesivas de hidratos de carbono como si tuviéramos el estilo de vida de hace 50 años, cuando la mayoría de la población trabajaba en el campo, con una actividad física elevada
Por suerte, las personas adultas tenemos acceso a la información necesaria para poder desarrollar un hábito alimenticio saludable que mantenga un buen estado nutricional. No pasa lo mismo con los niños y niñas, ya que ellos están limitados en ese acceso a la información y, por tanto, somos los profesionales de la salud, las familias y los centros educativos los encargados de promover los hábitos alimentarios necesarios para garantizar un estado nutricional correcto.
Para adaptarnos a este grupo de población tenemos que procesar toda la información que queremos transmitirles y presentársela de una forma lúdica y divertida, ya que el aprendizaje significativo y vivencial permitirá que puedan recordarlo y ponerlo en práctica. Así pues, es importante explicar la importancia de los diferentes grupos de alimentos (frutas, verduras, proteínas, hidratos de carbono y grasas, entre otros) y mediante juegos clasificar diferentes comidas en dichas categorías.
Además, no solo eso, sino que es importante que conozcan la función principal de estos grupos de alimentos en nuestro organismo (hidratos de carbono, proteínas, frutos secos…). Otra forma interesante de concienciarles acerca de la importancia de la alimentación saludable es involucrar a los pequeños en realizar recetas con alimentos sanos, para que así puedan ver el proceso de transformación de alimentos en platos elaborados de comida.
Otra forma interesante de concienciarles es involucrar a los pequeños es realizar recetas con alimentos sanos, para que así puedan ver el proceso de transformación de alimentos en platos elaborados de comida
Es una forma atractiva y divertida de explorar, tocar y probar nuevos alimentos y así comprender cómo es una alimentación saludable. Por tanto, es interesante realizar este tipo de actividades dentro de los centros educativos para así poder compartir con sus iguales el aprendizaje y convertirlo en retos divertidos. Así mismo, en este tipo de jornadas se pueden explicar curiosidades acerca de los alimentos, y convertir el aprendizaje de las principales características de los alimentos en actividades divertidas que supongan un desafío para los pequeños y por tanto abandonar la mala percepción sobre los alimentos saludables, principalmente de las verduras.
Gracias al acceso a la información cada vez hay más educación sobre la alimentación y es conocido que una dieta saludable desde pequeños es determinante para tener un buen estado de nutrición y para un correcto desarrollo cognitivo, físico y emocional.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, una dieta saludable puede ayudar a prevenir la desnutrición y las enfermedades no transmisibles como la diabetes, las cardiopatías o los accidentes cerebrovasculares, entre otros. Por tanto, es labor de las familias, los centros educativos y los profesionales de la salud educar a nuestros pequeños en una alimentación saludable.
La realidad actual es otra, como hemos visto. Algunos de los últimos estudios sobre qué comen los niños y niñas de España, arroja la friolera de que menos de la mitad de ellos consume fruta fresca a diario y que menos de un tercio toma verduras cada día. Este hecho evidencia la falta de educación nutricional de toda la sociedad, ya que al final, los niños asumen las decisiones de los adultos. Según la OMS, tanto niños como adultos tienen que tomar al menos cinco piezas de fruta y verduras cada día para así, como hemos comentado, reducir el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles. Respecto al uso de grasas, se aconseja reducir las grasas saturadas y utilizar principalmente el aceite de oliva. Además, es aconsejable reducir los azúcares añadidos al máximo, y limitarlos a un consumo ocasional. Por otro lado, la Fundación Española de Nutrición de manera conjunta con la Fundación Iberoamericana de Nutrición desarrolló en 2019 el estudio EsNuPi en el cual se concluye que cuando se desarrollan programas de educación nutricional en la infancia mejora la calidad de la alimentación.
Menos de la mitad de los niños y niñas consume fruta fresca a diario, y menos de un tercio toma verduras cada día
Por nuestra parte, con el título Emma y Oliver contra el hechizo de Aquomiun, de la colección de cuentos de Fundación Casaverde, tratamos de acercar a los niños y niñas el mundo de la educación nutricional. No pretendemos con el libro enseñarles todos los hábitos beneficiosos de la alimentación saludable pero sí, de una forma divertida, que conozcan los principales grupos de alimentos que nos permiten tener un buen desarrollo físico y cognitivo.
Mario Leal Pérez es terapeuta ocupacional de la Clínica Ambulatoria Casaverde Alicante. Miembro del equipo de redacción de la colección de libros Casita Verde.