Uno de cada cuatro jóvenes españoles muestra actitudes racistas y xenófobas
Un 75% de los jóvenes menores de 30 años rechaza de forma general postulados racistas y valora la multiculturalidad, afirma un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación Fad Juventud. La atención a los menores no acompañados y la cobertura universal del sistema sanitario destacan como los apoyos mejor valorados por los encuestados. No obstante, es preocupante el 25% restante.
Solo el 57,2% de los jóvenes verían correcto que una persona de cualquier minoría llegase a una posición social de responsabilidad como la alcaldía. Hasta un 40,3% considera que la culpa de los discursos racistas es de los propios inmigrantes y su falta de adaptación.
El estudio se ha realizado consultando a 1.200 jóvenes de 15 a 29 años y su objetivo ha sido detectar la existencia de estereotipos, actitudes racistas o xenófobas entre la juventud de 15 a 29 años.
La etnia más rechazada como vecina es la gitana. Los encuestados no desean tener un vecino gitano en un 24%, al igual que los rechazan para ocupar puestos de responsabilidad en el trabajo o docencia, 24% también y para desempeñar un puesto de alcaldía son rechazados por el 30%.
Además, un 16,3% de los encuestados afirma que preferiría no tener una relación personal con personas de esta etnia, siendo la peor valorada a la hora de comenzar una amistas o relación íntima. Al contrario que con las personas de etnia gitana, los marroquíes y personas de religión musulmana, existe una alta aceptación por el resto de grupos minoritarios.
Por un lado nos encontramos con que a mayor diversidad en el entorno educativo y barrio, mayores serán las actitudes racistas. Por el lado contrario, cuanto mayor sea la diversidad en el grupo de amigos, menos actitudes racistas existirán. De este modo, se entiende que establecer relaciones de tipo afectivo con personas pertenecientes a minorías discriminadas facilita o promueve el desarrollo de opiniones antirracistas.
El porcentaje de jóvenes que afirman haber presenciado distintas formas de comportamientos racistas se sitúa en 32,6% para agresiones físicas y 48,8% para burlas en redes sociales. En cambio, el porcentaje que las ha sufrido está en el 14,4% en el caso de las agresiones físicas y 24,3% referente a burlas en espacios públicos. Un 5,7% afirma haber ejercido agresiones físicas y un 15,1% admite desplegar actitudes de desconfianza ante las minorías.
Además, existe una fuerte asociación entre haber sufrido comportamientos discriminatorios y el hecho de realizarlos. De este modo, quienes han sufrido discriminación tienden a realizarla más que los que no. Estos datos dejan manifiesta una clara espiral de discriminación.