Cataluña tiene más de 662 colegios considerados complejos
De acuerdo con los datos del curso escolar 2021-22, sobre los 2.193 centros públicos analizados un 27,9 por ciento se considera de alta o muy alta complejidad, mientras que de los 622 privados el 8 por ciento tiene esa consideración. Así lo ha afirmado este martes la directora de Profesorado y Personal de Centros Públicos, Dolors Collell, en su comparecencia ante la comisión de Educación del Parlament para informar sobre la clasificación de centros educativos en función de su complejidad y del procedimiento utilizado para actualizarla.
Dolors Collell se ha referido a datos del último estudio sobre la complejidad de los centros educativos, que ha elaborado el Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo con datos del Idescat de 2021. La clasificación de los centros se ha llevado a cabo según un índice numérico calculado en base al nivel de instrucción y el capital académico de los progenitores, su nivel de ocupación, la base de cotización familiar, la procedencia de países en desarrollo o de otras zonas de España, ha dicho Dolors Cullell.
Según la directora general, en los últimos estudios se han incorporado dos criterios nuevos para valorar la complejidad de los centros: el porcentaje de alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (ya sea por riesgo de abandono, discapacidad o altas capacidades) y la incorporación de nuevo alumnado a través de la matrícula viva, como ha sido el caso del procedente de Ucrania. «La complejidad va cambiando y es un concepto abstracto que no es sencillo de medir», aunque «con criterios objetivos se aplica una fórmula» y «surge un índice numérico con una horquilla situada entre 8,24 a -5,69» en la que «están reflejados todos los centros educativos catalanes públicos y concertados», ha dicho la directora.
Durante la pandemia, Educación decidió mantener los recursos adicionales destinados a los centros complejos, ha recordado la directora, que ha añadido que la consellería llevará a cabo un seguimiento «durante 3 o 4 años» de los centros educativos que pierdan situación de complejidad. «La pérdida de la complejidad se vive mal en el centro porque implica pérdida de recursos, cuando es positiva» por lo que «este es un aspecto que tenemos que trabajar», ha dicho Collell.
La clasificación de centros según su complejidad «favorece la objetividad y la transparencia», ha dicho la directora, que se ha mostrado favorable a que los datos sobre la complejidad sean confidenciales «para no favorecer la segregación escolar». El objetivo del estudio es poder aplicar criterios de discriminación positiva en los centros educativos complejos, ya sea aumentando los recursos humanos como docentes o personal de apoyo o aplicando los baremos de los programas de apoyo educativo, ha añadido Dolors Collell.
Collell ha reconocido asimismo la necesidad de que las plantillas de docentes sean estables en los centros complejos y en este sentido ha dicho que «en 2024, debido al macro proceso de estabilización, el porcentaje de interinos será muy bajo», por lo que «se podrá consolidar mejor los proyectos educativos en los centros complejos e incluso el decreto de plantillas perderá parte de su función».