Directores de institutos de La Rioja piden que los centros puedan expulsar a alumnos
Esta asociación, en un comunicado, ha aludido al Decreto de Convivencia publicado por la Consejería, que en uno de sus artículos «ponía en tela de juicio la buena conducta de los docentes». Sin embargo, consideran que «eso no puede eclipsar el verdadero problema subyacente de dicho decreto, que no es otro que la interpretación errónea que se lleva a cabo de la legislación vigente» con lo que «se impide a los centros educativos la expulsión de un alumno en aquellos casos en los que esta medida resulta absolutamente necesaria».
El decreto «tampoco permite que un alumno pueda ser sancionado con la inasistencia a actividades extraescolares por un comportamiento inadecuado”, explican los directores. Recalcan que «desde hace tiempo, en los centros educativos riojanos se están llevando a cabo medidas restaurativas con el alumnado». Pero «el hecho de que en ocasiones las medidas adoptadas no surtan el efecto deseado o los alumnos incurran en conductas gravemente perjudiciales, lleva consigo la necesidad de que a los centros se les proporcione la cobertura legal que les permita imponer medidas punitivas», afirman. Sin embargo, con la aplicación del decreto «la ausencia de cobertura está provocando que entre el alumnado se empiece a respirar un aire de impunidad y que los centros nos estemos sumiendo en un estado de absoluta indefensión», aseguran.
Los directores afirman, también, que «la buena convivencia de los centros se ha puesto en peligro por la excesiva demora en cubrir vacantes de profesorado, así como por la toma posterior de ciertas decisiones que no son sino parches derivados de una errónea planificación». «Se trata de un problema que demanda medidas excepcionales, como la contratación puntual de profesores sin el máster de profesorado, tal y como se lleva a cabo en otras comunidades», aseguran.
Finalmente, afirma la Asociación de Directores, «la implantación de la plataforma GAUSS desde una visión particular de la normativa, está causando, con independencia de la intención con la que fue creada, un malestar generalizado entre los docentes, malestar que, en poco tiempo, puede invadir también a alumnado y familias».