El rey ensalza al IES "Ramón y Cajal" de Zaragoza, emblema de innovación e igualdad

Así lo ha destacado tras entregar este galardón a dos de sus 450 alumnos, Fatumata Sillah y Roy Bustillo, junto al director de este centro del Casco Antiguo de la capital aragonesa, Guillermo Sánchez, tras recorrer las instalaciones y conocer algunos de los proyectos por los que la fundación ha concedido al instituto este galardón, en su cuarta edición, acompañado por el presidente de Aragón, Javier Lambán, la ministra de Educación, Pilar Alegría, y el alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, entre otros. Un emblema, ha dicho el rey, que, más que una declaración de intenciones, es «un alegato» que la comunidad educativa del centro logra con la práctica del día a día, transfiriéndolo a la sociedad de Zaragoza, de Aragón y también de toda España.

Para Felipe VI, las cifras hablan por sí solas. «450 alumnos, más de 30 nacionalidades y 58 profesores sois todos la esencia de un proyecto muy ambicioso», cuya meta, ha enfatizado, es promover una educación de calidad para todos y en la que el la difusión de cultura y de ciencia ocupan un papel central, al igual que la enseñanza de los valores democráticos, que son «la base de nuestra sociedad». El rey ha destacado además que en cada una de las aulas que ha visitado ha podido ver la pasión de los docentes y a alumnos «felices», por lo que les ha animado a trabajar día a día para que el instituto siga siendo un referente.

En el acto también ha intervenido el presidente de la Fundación Princesa de Girona, Francisco Belil, quien ha ensalzado igualmente los valores que representa este instituto, al que ha animado a poner el listón «más alto», especialmente su aspiración a la excelencia y una personalidad que lo hace único, el denominador que comparte con los otros tres centros que recibieron este galardón en las ediciones anteriores. Además, ha hecho un llamamiento al compromiso de todos en la aspiración como país de ser el primero en educación, con independencia del color político del Gobierno. «Está muy bien aspirar a medallas de oro en Olimpiadas, pero a lo que de verdad deberíamos aspirar todos como sociedad es a ganar la medalla de oro de la educación», ha subrayado.

Educación, ha aseverado por su parte el director del instituto, Guillermo Sánchez, es acción, transformación y evolución, incluso «revolución», porque puede y debe ser «motor de progreso, vehículo de consolidación de los valores democráticos, instrumento de justicia social, crisol del pensamiento crítico y del debate respetuoso».

La educación debe adaptarse a las necesidades de cada generación de estudiantes y proporcionarles, mediante la excelencia pedagógica, preparación científica, autonomía personal y bienestar emocional, ha añadido Sánchez, quien ha insistido en que los docentes deben amoldarse a la individualidad de cada estudiante y fomentar su desarrollo y talentos y necesitan el reconocimiento social y el apoyo «incondicional «de las administraciones. «La educación debe ser hija favorita de la sociedad», ha remachado.

Previamente, en declaraciones a los medios, ha reconocido que este premio no es una meta en sí misma, sino «un espaldarazo» a la labor del centro y un motivo para seguir trabajando «más y mejor cada día» al ver recompensada su singularidad, principios y filosofía, que persiguen que cada alumno que sale del centro esté tan preparado como cualquiera de otro lugar de España, atendiendo la diversidad y individualidad, las capacidades y el talento.

Un propósito que han corroborado cuatro de los alumnos de 1º de Bachillerato que han formado ante el rey el «Coliseo» de Roma, una acrobacia que se inscribe en el proyecto ‘acrosport’ diseñado para descubrir a los estudiantes la historia del arte y de las civilizaciones. Uno de ellos Bachar Abou, procedente de Venezuela, que lleva tres años en el IES y asegura que todos los alumnos son acogidos por igual. «Eso es lo que amo de este instituto», ha confesado, además de haber podido conocer la nieve, algo «inolvidable y único» para él gracias a una excursión.

Una percepción sobre el centro que comparte Leonardo Noriega, también procedente de Venezuela, quien ha destacado lo agradable que ha sido conocer al rey. «Ha estado bien, la verdad», ha asegurado, mientras que Eloy Sherriff, con nacionalidad española y neozelandesa, y Daniel Sánchez, ambos nuevos en el centro, han destacado el número de actividades que organiza el centro y la acogida. «Se fomenta mucho la comunidad» y la clase, ha asegurado Sánchez, es «una familia».

El IES «Ramón y Cajal» es el cuarto galardonado como Escuela del Año por la Fundación Princesa de Girona, que del 20 al 26 de febrero volverá a Zaragoza para celebrar la primera parada del «Tour del Talento» que organiza cada año para impulsar y conectar el talento de los jóvenes.