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Antonio Roura: "La asignatura de Religión puede y debe estar en la escuela"

La revista "Religión y Escuela" celebró ayer en Madrid su 40 aniversario con un conversatorio sobre educación y comunicación en el que participaron Antonio Roura, Carmen Pellicer y José María de Moya, director de MAGISTERIO.
RedacciónViernes, 17 de febrero de 2023
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El coloquio estuvo moderado por Carlos Esteban (izquierda) e intervinieron Carmen Pellicer, José Mª de Moya y Antonio Roura | Foto: Jesús G. Feria

La revista Religión y Escuela, editada por la editorial PPC y referente entre el profesorado de Religión, celebró ayer su 40 aniversario en el espacio O_Lumen de Madrid. La cita acogió un conversatorio que, bajo el título «Educación y Comunicación», abordó el papel clave que ha desempeñado la prensa educativa en la asignatura de Religión y su comunidad docente. En él intervinieron Antonio Roura, director de Religión y Escuela; Carmen Pellicer, pedagoga y directora de Cuadernos de Pedagogía; y José María de Moya, director de MAGISTERIO.

El coloquio estuvo moderado por Carlos Esteban, director del Observatorio de la Religión en la Escuela de Fundación SM, quien recordó «el importante papel que ha cumplido Religión y Escuela en el desarrollo de la asignatura; han convertido a los profesores de Religión en protagonistas y han mantenido vivo este proyecto de servicio a la sociedad». En este sentido, Roura recordó los inicios de la revista: «Nacimos con una vocación de servicio y, sobre todo, de acompañamiento al profesorado y la materia de Religión, a la que hemos ayudado a definir su estatus académico como una asignatura que puede y debe estar en la escuela».

El coloquio versó en torno a cinco cuestiones principales. En primer término, se habló sobre las conquistas y debilidades del sistema educativo. Pellicer se refirió a la tradición humanista como una de las fortalezas de la educación española, aunque lamentó que «aún esté muy politizada, lo que impide, junto al conformismo y la crisis de gobernanza, que se produzcan los cambios necesarios». De Moya alertó de que «esa tradición humanista está amenazada por el martilleo que viene produciéndose en los últimos años con la digitalización y el enfoque ultracompetencial». Roura, por su parte, se sumó a un «llamamiento por el pacto y el diálogo»: «Estamos atravesando un enorme cambio y existe un enorme desconcierto tanto personal como espiritual».

José María de Moya: "

La tradición humanista de la escuela está amenazada por el martilleo que viene produciéndose en los últimos años con la digitalización y el enfoque ultracompetencial

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En esta línea, se planteó si la educación debe ser un fin o un medio. Pellicer recordó que «educar es muy complejo», mientras que lamentó la carencia de medios y formación docente: «Hay que cuestionar continuamente los medios de los que disponemos para alcanzar los fines». De Moya matizó que «no todo es cuestión de medios o metodologías milagro» y abogó por «volver a la raíz de lo que es educar, que no es tan difícil y que a veces pasa por simplificar». Roura denunció, en este sentido, que la Lomloe se esté aplicando sin la adecuada orientación: «El modelo que propone puede funcionar, pero para ello se necesita un modelo de orientación y articulación».

Ya en tercer término, se profundizó en el lugar que ocupa lo religioso en la escuela. Roura argumentó que «hay que saber integrar la religión en un discurso de ciudadanía y respeto con la identidad y la diversidad; la religión aporta trascendencia a la sociedad y es, por tanto, un bien compartido». Por eso, a juicio de Pellicer, «la dimensión espiritual debería ser de obligado cumplimiento». «Hay sensibilidad», celebró, «pero falta plantear un modelo de desarrollo espiritual secular, que debería ser un derecho y no depender de una cuota de poder». De Moya recordó la importancia de la formación integral y espiritual en la salud mental de los alumnos: «Los expertos reportan cada vez más casos de jóvenes con trastornos mentales por el vacío espiritual».

Antonio Roura: "

El profesor de Religión se parte el cobre una y mil veces por demostrar su profesionalidad, por eso no se merece el ninguneo que recibe

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Se siguió, en esta línea, debatiendo sobre los problemas que se encuentra la religión en la escuela. Pellicer refirió una «confusión» de partida: «En España seguimos pensando que la educación pública es propiedad del Estado y no de la sociedad civil». Apuntó, así, que «el Estado se debería limitar a gestionar la voluntad que emana de esta sociedad». Para De Moya, el problema está en que por parte de la administración existe «una visión patrimonialista de la educación, una suerte de despotismo ilustrado que dice a las familias ‘nosotros sabemos cómo hay que educar a tus hijos'».  Roura suscribió la politización señalada por Pellicer y lamentó que «la Religión ha sido utilizada sistemáticamente para no hablar de otras cosas que afectan a la educación».

Carmen Pellicer: "

En España seguimos pensando que la educación pública es propiedad del Estado y no de la sociedad civil

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El conversatorio concluyó con un balance sobre el estatus de la profesión docente. De Moya urgió a que se ponga en marcha un MIR educativo: «Es complejo desde el punto de vista operativo, pero el futuro profesorado debe ser competente no solo en lo que va a enseñar sino también en cómo va a educar». Coincidió en ello Pellicer, quien celebró que «hay muchas iniciativas, pero falta por tomar una decisión que universalice la exigencia». Así, señaló como necesaria una modificación de los planes de estudio de las carreras de Magisterio, así como el diseño de «una carrera profesional que cuide no solo lo que ocurre en el aula sino que también defina el rol del docente». Roura cerró el debate defendiendo la figura del profesor de Religión: «Debe ser uno más en el claustro, no un infiltrado de una potencia extranjera; se parte el cobre una y mil veces por demostrar su profesionalidad, por eso no se merece el ninguneo que recibe».

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