¿Formamos correctamente a los alumnos en idiomas?
Durante décadas, España ha mantenido un modelo de enseñanza de segundos idiomas basado en gramática + traducción. Así, los alumnos pasaban su vida escolar aprendiendo y repasando las normas básicas de gramática y memorizando vocabulario, sin tener la oportunidad de aplicarlo en situaciones reales. Los resultados no eran buenos. Es por ello que se decidió instaurar de manera progresiva en colegios públicos y concertados la modalidad educativa bilingüe. A día de hoy, según datos del Ministerio de Educación, casi la mitad de los centros ya ofrecen esta opción. Sin embargo, los resultados siguen sin ser los esperados. ¿A qué se puede deber?
Para que la enseñanza de un idioma sea efectiva en un niño, debe realizarse desde edades tempranas, de manera lúdica a través de juegos y actividades dinámicas y entretenidas para los más pequeños, tal y como hacemos en British School of Valencia. Es por ello que se recomienda que los niños tengan el primer contacto con una segunda lengua de manera natural y dinámica, como se aprende la lengua materna. Así, este idioma se convierte en algo cotidiano y natural para ellos.
En British School of Valencia, llevamos desde 1992 ofreciendo un currículo basado en el modelo educativo británico. De este modo, los alumnos reciben una inmersión completa, no solo en el idioma, sino también en la cultura británica desde que son muy pequeños. Este proceso se hace desde Educación Infantil hasta Bachillerato. Así, los alumnos aprenden este segundo idioma cómo aprenden su lengua materna a través de juegos, cuentos, dinámicas sensoriales y, sobre todo, con la práctica diaria. Con ello, los niños pierden la vergüenza y normalizan hablar el segundo idioma desde que son pequeños.
Hoy en día, además, contamos con la tecnología como gran herramienta para facilitar este aprendizaje. Acceder a una gran variedad de contenido en inglés del interés de los niños es mucho más sencillo en la actualidad. Películas, series, videojuegos y múltiples plataformas que permiten la práctica del idioma de manera diaria. También hay gran variedad de herramientas que ayudan a los docentes en sus labores de formación. No podemos dejar a un lado que los estudiantes de hoy son nativos digitales, por lo que la tecnología es una herramienta más de su día a día que les puede ayudar enormemente en su aprendizaje.
Aprender un segundo idioma es un valor añadido para cualquier alumno. Además de aumentar sus posibilidades en un futuro a nivel laboral, el aprendizaje de nuevos idiomas ayuda a desarrollar sus capacidades sociales y les enseñan, desde que son pequeños, de la gran diversidad cultural que hay en el mundo.