Prevenir autolesiones y suicidios en la adolescencia, una iniciativa que resulta imprescindible
Uno de los talleres "Som imprescindibles" realizado en segundo de la ESO del colegio "Nuestra Señora del Rosario" de Paterna.
En la actualidad, el suicidio es la principal causa de muerte no natural en nuestro país, finalizar voluntariamente la propia vida es una respuesta que se ha convertido en un problema entre jóvenes y adolescentes. No podemos perder de vista que los estudios refieren que existe una relación de 25 intentos de suicidio por cada uno que se concreta. Esta relación es incluso mayor en la juventud, según el Consejo General de Psicología de España, el 15,5% de la población española dice haber tenido ideas suicidas, pero ese porcentaje se eleva hasta un 25,7% entre jóvenes de 18 a 25 años.
Ya no podemos dar la espalda a estos sucesos que, por desgracia, comienzan a convertirse en un mal que todos conocemos. Por ello, la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte ha puesto en marcha “Som imprescindibles”, un programa de promoción del sentido de la vida y prevención de la conducta suicida. Su metodología utilizada son talleres activos y participativos, con actividades interactivas tales como la tertulia dialógica, el role-playing y dinámicas en pequeños grupos que favorecen el intercambio de ideas con la finalidad de proporcionar un espacio de escucha, empatía y conocimiento, sin juzgar.
La Conselleria de Educación dispone ya de un Protocolo de prevención e intervención en situaciones de autolesiones y suicidio que ha sido pionero y referente para el resto de comunidades autónomas
"En este sentido, la directora general de Inclusión Educativa, Raquel Andrés, ha resaltado que desde la Conselleria se ha abordado «de pleno» la salud mental y ha explicado que el proyecto se ha activado, este curso, en las aulas de 2º y 4º de la ESO de la Comunitat Valenciana con la ayuda de 50 psicólogos y de guías específicas para «mirar de cara un tema que de ninguna de las maneras debe ser tabú: la salud mental y las formas de evitar pensamientos y conductas autolesivas de nuestro alumnado adolescente«.
Además, Andrés recuerda que la Conselleria de Educación dispone ya de un Protocolo de prevención e intervención en situaciones de autolesiones y suicidio que ha sido pionero y referente para el resto de Comunidades Autónomas y muy valorado por los profesionales de la psicología clínica, basado en la detección de conductas autolesivas y/o con intención suicida, así como en la identificación del riesgo y/o gravedad del incidente, la aplicación de medidas urgentes y la información a las familias o representantes legales de cada situación.
Raquel Andrés ha destacado la labor que realizan la Unidades Especializadas de Orientación (UEO) con “un trabajo impagable de acompañamiento a los profesionales de la educación que tienen que enfrentarse a esta problemática”. Dan cobertura en todo el territorio y se ubican en las ciudades de Castellón de la Plana, Valencia, Xàtiva, Denia, Alicante y Elche.
Son equipos interprofesionales de apoyo en los centros educativos para el asesoramiento y la intervención directa en los casos que requieren un nivel de especialización mayor. Ofrecen asesoramiento, intervención y recursos, complementando las intervenciones que, desde la proximidad, realizan los equipos de orientación educativa y los departamentos de orientación educativa y profesional.
El programa cuenta con 50 psicólogos clínicos para impartir estos talleres en todos los grupos de segundo y cuarto de la ESO valencianos
Sandra Banegas, psicóloga tallerista en el programa “Som imprescindibles” ha resaltado que iniciativas como estas “son como el nombre del propio programa imprescindibles, ya que están demostrando su eficacia. Los talleres dentro del instituto en horario lectivo facilitan la asistencia y el acceso a información, recursos y herramientas psicosociales como la gestión emocional, pedir ayuda o el apoyo social, que son claves en la prevención de las conductas autolesivas”.
Además, Banegas apunta que el bienestar emocional de jóvenes y adolescentes “puede mejorarse atendiendo a las necesidades específicas de cada uno, por ejemplo, escuchándolos, aumentando su autoestima, generando una red de apoyo saludable, buenos hábitos como hacer deporte, dándoles herramientas de autoconocimiento y gestión de emociones y pensamientos o ayudándoles a encontrar una motivación hacia su vida presente y futura”.
Una vez se realizan las actividades del programa “Som imprescindibles” en las aulas, se pasa una evaluación al alumnado y el profesional que dinamiza el taller traslada los resultados al Departamento de Orientación Educativa y Profesional, el centro educativo valora la situación con la información recibida y desarrolla acciones grupales o individuales que corresponden a cada situación concreta.
Asimismo, Noelia Torregrosa, jefa de estudios de secundaria en el Colegio Nuestra Señora del Rosario de Paterna (Valencia) destaca que propuestas como estas “son importantísimas. Cualquier tipo de iniciativa dirigida a la prevención de este tipo de conductas y más seriamente del suicidio son necesarias. En la actualidad, las cifras de jóvenes que se suicidan son alarmantes, acciones así pueden ayudar a concienciar y prevenir la conducta suicida”.
La pandemia ha provocado un aumento en los trastornos de salud mental en los niños y adolescentes, depresiones, ansiedad, e intentos de suicidio
"“En al ámbito de la salud y la educación –continúa Torregrosa– debe tener una prioridad alta llevar a cabo acciones así, ya que mediante intervenciones oportunas y eficaces, tratamiento y apoyo, pueden prevenirse tanto suicidios como intentos de. Es una forma de ofrecer ayuda a estos jóvenes, sin esperar que ellos la pidan”.
“Estas formaciones o talleres también resultan bastante útiles para detectar posibles casos enmascarados y actuar antes de que sea demasiado tarde”, resalta Noelia Torregrosa.
Además, la jefa de estudios de secundaria afirma que “objetivamente existen datos que demuestran que la pandemia ha provocado un aumento en los trastornos de salud mental en los niños y adolescentes, depresiones, ansiedad, e intentos de suicidio. Si la pandemia fue un golpe muy duro para toda la sociedad, sin duda, uno de los públicos más afectados fueron ellos”.
“La etapa de la adolescencia –incide Torregrosa– es un tiempo de experimentar, de cambios y de descubrimientos. Durante estos años cobran gran importancia las relaciones con sus iguales y el entorno y con la llegada de la pandemia, los confinamientos y unas medidas tan restrictivas, los adolescentes se encontraron solos de repente, todo su mundo se desvaneció de golpe, causándoles muchísimo daño”.
María Calvo, tutora de 4º de la ESO afirma que para que el sistema educativo aumente la capacidad a la hora de detectar posibles situaciones de riesgo “facilitaría que el profesorado recibiera formación al respecto. Si los profesionales están formados se puede mejorar la detección y la intervención. Además, aumentar el número de orientadores en cada centro en función del número de alumnado facilitaría la detección y atención, así como una reducción en el número de alumnado por aula/tutoría para una atención más personalizada”.
Calvo explica que “los momentos de tutoría son los adecuados para ello, pero son tiempos limitados. Las tutorías individuales con el alumnado pueden ser de gran ayuda para crear ese espacio tan necesario donde puedan expresarse y sentirse escuchados”.
Desde el programa “Som Imprescindibles” se cree firmemente que la persona que elige el suicidio como solución permanente a un problema eventual es porque no ha podido adquirir las competencias para buscar otra solución al sufrimiento profundo y, aunque es complejo, no dudemos de que siempre existe otra solución y como sociedad tenemos el deber de poder proporcionársela.
Cómo mejorar el bienestar emocional del alumnado
- María Ángeles Bulls, orientadora escolar, respecto a cómo mejorar el bienestar emocional de jóvenes y adolescentes, explica “desde mi experiencia como madre, profesional de la educación y la orientación, he podido comprobar que aquellos adolescentes que disponen de una adecuada autoestima muestran seguridad en sí mismos y son capaces de asumir sus propias responsabilidades, saben gestionar mejor sus emociones”.
- “En mi opinión, la cuestión se debe abordar -matiza Bulls- desde la educación que proporcionan los ámbitos familiar y académico. Los adultos más cercanos debemos ser modelo y ejemplo de comportamiento coherente y consecuente con nuestros valores y actos. El papel de los padres y los educadores es fundamental en la mejora del bienestar emocional y en consecuencia de su salud mental”.
- “Se debe tratar de acompañar a los jóvenes y adolescentes en su proyecto de vida de forma cercana e inteligente a través de la comunicación, es decir, comprendiendo y orientando su camino hacia la autonomía y la independencia, potenciando el desarrollo de sus habilidades, estableciendo límites, elogiando sus esfuerzos, invitando a la reflexión y permitiendo que se equivoquen y asuman las consecuencias de sus éxitos y fracasos”, resalta la orientadora escolar.
- Bulls también apunta que “mucho se está hablando, hoy en día, del estado emocional de nuestros jóvenes y adolescentes. El tema está cobrando gran importancia dadas las circunstancias, incluso Internet nos proporciona un abanico infinito de actuaciones que se pueden poner en práctica para mejorar el bienestar emocional de los chicos y chicas. Actualmente podemos responder afirmativamente a la pregunta desde la perspectiva familiar, de los centros escolares y de las instituciones sanitarias”.
Se debe tratar de acompañar a los jóvenes y adolescentes en su proyecto de vida de forma cercana e inteligente a través de la comunicación
"- “Las familias, cuando establecen rutinas, imponen normas y límites, dan pautas, educan en valores y escuchan activamente a sus hijos, contribuyen a su autorregulación y bienestar emocional”, afirma Bulls.
- “Al mismo tiempo, en la escuela -concreta la orientadora- se están trabajando las emociones a través de actividades en tutorías grupales e individuales, de programas especiales para determinados alumnos y se ha incorporado, como novedad, la figura del tutor emocional”.
- “Sin embargo, aún queda camino por andar. Se contribuiría a ayudar a nuestros jóvenes a gestionar mejor sus emociones si se aprobaran asignaturas pendientes, como la falta de colaboración y coordinación entre padres y profesores, la escasa formación de los docentes para disponer de los conocimientos y herramientas adecuadas y el insuficiente número de profesionales sanitarios”, concluye Bulls.