Escándalo egocéntrico
La ideología de este Gobierno progresista, como una nueva religión pagana con su agendada biblia 2030, ha llegado para quedarse. Algunos, por ejemplo, se quejan de esta ley trans que ha sacado la ministra Montero, pero la verdad es que es menos lesiva y más reversible, al no obligar a hormonarse o mutilarse para cambiar de género, que algunas otras leyes aprobadas por gobiernos autonómicos del Partido Popular. ¡Una ley progresista que pone algunos límites a la normativa “conservadora” del PP!
Esta ideología sectaria impregnará el currículo escolar y confundirá del todo a los colegiales, pues a las personas que han diseñado este plan ideológico les ciega su deformación moral y su falta de sentido común. Ahí tenemos, por ejemplo, a la licenciada en Filosofía y secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, que ignora que el placer sexual no es un fin en sí mismo, sino que es un medio para perpetuar la especie humana y para consolidar la comunión entre un hombre y una mujer que se aman. Buscar el placer por el mero placer, solo o en compañía, es instrumentalizar un gran don y demuestra una falta total de generosidad.
Y esta confusión filosófica es la que se pretende transmitir a la comunidad educativa a través de unos talleres egocéntricos, donde los niños, de tres años en adelante, aprenderán técnicas de autocomplacencia sexual. Y claro, como mal dijo una exministra, si los niños no son de sus padres, éstos nada tienen que decir ante semejante aberración. Bueno, quizás sí. Podrían denunciar a los que impartan estos talleres por corrupción de menores. Y si tras la denuncia hay condena, es más que seguro que el concurso de estos talleres quedará desierto. Pues, ¡a denunciar sin demora!